El costo que significó Afganistán para Estados Unidos

Soldados estadounidenses protegen sus caras de la tierra mientras un helicóptero se acerca a recoger a sus compañeros heridos en Afganistán, en agosto de 2011. Foto: AFP

Por otro lado, los talibanes que tomaron el poder enfrentan a una inminente crisis financiera.


Cuando partía la guerra en Afganistán, Estados Unidos gastaba US$21.000 millones en el conjunto de 2002, para 2009 ya eran mucho más del doble en US$57.000 millones y en 2011 alcanzaba su peak en US$112.000 millones, según datos de Special Inspector General for Afghanistan Reconstruction divulgados por Reuters.

Los costos de guerra y reconstrucción, que fueron disminuyendo en los años venideros hasta los US$21.000 millones que se alcanzaron a gastar este año, hoy pesan más sobre las cuentas de la primera potencia mundial, que tras casi dos décadas ven cómo los esfuerzos realizados no rinden frutos con los talibanes nuevamente en el poder.

Los extremistas no tendrán un escenario económico-financiero fácil. Según informó el miércoles el Banco Central, Afganistán carece de efectivo físico dentro del país y aunque se cuenta con US$9.000 millones en reservas en el extranjero, no hay acceso a las cuentas que fueron congeladas el mismo domingo por el gobierno de Estados Unidos.

El panorama luce aún más oscuro, considerando que donantes occidentales, que hasta hace poco financiaban aproximadamente un 75% de las instituciones del país, ya cortaron o amenazan con cortar el flujo de recursos.

Si bien según datos de 2020 el grupo contaba con un patrimonio de US$1.600 millones, esto resultaría insuficiente para gobernar. Así la duda queda instalada en torno al negocio del tráfico de opio, que aunque los talibanes prometen reducir a cero, lo cierto es que ha sido en los territorios que controlaban dónde ha prosperado el negocio al que grababan con impuestos de 10%.

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