Los defectos del Boeing Dreamliner obstaculizan la producción

En esta foto de archivo se puede ver un Boeing 787-10 Dreamliner pasando por el edificio de ensamblaje final en la sede de Boeing de Carolina del Sur, en la ciudad de North Charleston, Estados Unidos, el 31 de marzo del 2017. REUTERS/Randall Hill/File Photo

El fabricante de aviones ralentiza aún más la producción ya que el problema del área de las puertas resulta difícil de abordar, lo que retrasa las entregas y complica los planes de las aerolíneas.


Boeing Co. ha ralentizado aún más la producción de los 787 Dreamliners, debido a que han tenido que abordar los defectos que retrasan las entregas de nuevos aviones y complican los planes de las aerolíneas, dijeron personas familiarizadas con el asunto.

El fabricante de aviones está retrasando la finalización de los nuevas naves de fuselaje ancho en su fábrica de North Charleston, Carolina del Sur, mientras los trabajadores e ingenieros abordan los problemas relacionados con las áreas que rodean las puertas de pasajeros y de carga en los aviones que ya están en construcción, afirmaron estas personas.

La última desaceleración de la producción comenzó en los últimos días y podría durar algunas semanas, ya que Boeing busca la experiencia de otros fabricantes aeroespaciales para abordar el problema de la puerta, dijeron algunas de estas personas. A finales de octubre, Boeing reveló que estaba produciendo alrededor de dos Dreamliners al mes, por debajo de la tasa mensual planificada de cinco, para resolver los problemas de producción.

Una serie de problemas de producción ha obstaculizado la capacidad de Boeing para entregar nuevos Dreamliners durante gran parte del año pasado, alimentando las pérdidas financieras del fabricante y dificultando que las aerolíneas crearan horarios para aviones que a menudo se utilizan en viajes internacionales. El fabricante de aviones se ha enfrentado a un mayor escrutinio interno, por parte de reguladores de seguridad aérea y legisladores después de que dos de sus aviones 737 MAX se estrellaran en 2018 y 2019, cobrando 346 vidas.

Una vocera de Boeing dijo que el trabajo continúa en su fábrica de Dreamliner y que la producción “seguirá siendo dinámica”, mientras el fabricante se centra en reanudar el ensamblaje normal, realiza inspecciones y repara los aviones terminados en espera de entrega.

Es cada vez más probable que Boeing reinicie la entrega de nuevos Dreamliners a sus clientes en febrero o marzo en el mejor de los casos, demorando más tiempo de lo anticipado, dijeron personas familiarizadas con el asunto.

Las acciones de Boeing cayeron un 4,8% en las operaciones del mediodía del viernes.

La compañía ha estado buscando la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) para su propuesta de inspecciones previas a la entrega, que tiene el fin de garantizar que los nuevos aviones cumplan con las reglas federales y coincidan con los diseños aprobados por el regulador de Boeing. Un vocero de la FAA dijo que la agencia no aprobará las inspecciones hasta que sus expertos en seguridad estén satisfechos.

“Este es un caso en el que observamos todos los aspectos del diseño y la fabricación del avión, asegurándonos de que estamos cumpliendo y que nos ajustamos al diseño, y traeremos ese avión de regreso (para la entrega a los clientes) tan pronto como eso tenga sentido”. Ihssane Mounir, jefe de ventas comerciales de Boeing, afirmó el 13 de noviembre en una exhibición aérea en Dubai.

En una llamada del 27 de octubre con analistas, el director ejecutivo, David Calhoun, afirmó que las piezas de titanio defectuosas eran el asunto más importante a resolver entre los problemas de producción restantes a resolver.

Es así, que el problema de la puerta ha surgido como el más irritante entre los problemas del 787 de Boeing, dijeron personas familiarizadas con el asunto. Otros defectos que se están abordando están relacionados con elementos como ciertas partes de aluminio y ventanas, afirmaron algunas de estas personas. Boeing ha estado lidiando en gran medida con pequeños huecos donde las secciones de la aeronave se unen. Dichos huecos podrían provocar una fatiga prematura que podría requerir reparaciones antes de lo previsto.

La vocera de Boeing dijo que la compañía confía en que su enfoque conducirá a la estabilidad en su producción de los 787. “Nos estamos tomando el tiempo necesario para asegurar los más altos niveles de calidad”, afirmó.

Ninguno de los defectos que se están abordando plantea preocupaciones de seguridad inmediatas con los Dreamliners que vuelan actualmente, afirmó la vocera de Boeing.

Con las entregas detenidas en gran medida desde octubre del 2020, el gigante aeroespacial con sede en Chicago dijo que había acumulado un inventario de 105 Dreamliners a finales del tercer trimestre de este año, según informes de valores entregados a la Comisión de Bolsa y Valores (o SEC por sus siglas en inglés). Los aviones no entregados valen más de US$ 25.000 millones.

La interrupción de las entregas ha cortado una importante fuente de flujo de efectivo para Boeing, mientras que emerge del golpe de la pandemia por coronavirus a la demanda de aviones. También está complicando los planes de las aerolíneas a medida que los viajes internacionales se recuperan. Los Dreamliners son los aviones insignia de fuselaje ancho de Boeing y a menudo se utilizan en vuelos de larga distancia.

American Airlines Group Inc. dijo que había recortado sus planes de vuelo debido a la demora en la llegada de sus nuevos 787.

“Debido a la continua incertidumbre en el cronograma de entregas, hemos eliminado proactivamente estos aviones de nuestro cronograma de invierno para minimizar la posible interrupción de los pasajeros”, afirmó Derek Kerr, jefe de finanzas de la aerolínea, en una conference call con inversionistas del 21 de octubre.

La FAA lanzó una amplia revisión de la producción del Dreamliner de Boeing a finales del 2020.

El jueves, los líderes demócratas y republicanos del Comité de Transporte de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y su subcomité de aviación solicitaron que el inspector general del Departamento de Transporte (o DOT por sus siglas en inglés) revisara la supervisión de fabricación de la FAA y “la efectividad de las acciones de la FAA para resolver los problemas de producción de los 787″, según una carta revisada por The Wall Street Journal.

El inspector general del DOT evaluará cualquier solicitud de este tipo para determinar el alcance y el momento de una posible revisión, afirmó un funcionario de la agencia.

—Benjamin Katz contribuyó a este artículo.

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