McKinsey: Sector empresarial equivale al 72% del PIB de la Ocde y grandes firmas aumentan participación

The Amazon Lab126, a research and development company owned by Amazon.com, headquarters in Sunnyvale, California, U.S., on Wednesday, April 21, 2021. Silicon Valley has the lowest office vacancy rate in the U.S., even as technology companies embrace remote work. Photographer: David Paul Morris/Bloomberg

El estudio recién publicando por la consultora detecta que en los últimos 25 años el flujo de riqueza hacia los hogares ha beneficiado principalmente a los más ricos.


Un estudio a gran escala desarrolló Mckinsey para ahondar en el aporte del sector empresarial en las economías de la OCDE desde 1995. Aunque la consultora consigna que la participación se ha mantenido estable, al contribuir con el 72% del PIB del grupo de países, distingue el creciente protagonismo de las grandes corporaciones, específicamente de aquellas con ingresos mayores a los US$ 1.000 millones y que en 2018 en conjunto anotaron una facturación de US$ 40 billones (millones de millones).

“El tamaño del sector empresarial varía solo modestamente dentro de cada una de las principales economías y su participación se ha mantenido estable durante los últimos 60 años. Sin embargo, esta estabilidad enmascara cambios subyacentes significativos, en particular el crecimiento de las empresas con más de mil millones de dólares en ingresos, que aumentaron su valor agregado global en un 60% en relación con el PIB de sus países de origen desde 1995″, se lee en el reporte publicado en la jornada de hoy.

En montos, de acuerdo al informe el valor agregado bruto (VAB) de toda la economía OCDE llega a US$ 61 billones (millón de millones), de los cuales US$ 44 billones son atribuidos a sector empresarial, es decir, al “VAB total menos ingresos gubernamentales, ingresos inmobiliarios de los hogares y organizaciones sin fines de lucro”.

Más en detalle, US$ 38 billones corresponden al sector corporativo, esa parte del sector empresarial que descuenta a empresas unipersonales y negocios informales. Finalmente las grandes empresas, como se definían anteriormente, se quedan con US$ 17 billones, lo que equivale a más de un tercio del de toda la actividad comercial, según indica el reporte.

De acuerdo a Michael Birshan, socio principal de McKinsey en Londres y coautor del artículo, “la investigación pinta una imagen de un mundo de negocios en pleno cambio”, dando señales respecto a “los patrones y las implicaciones de su impacto en la economía y las partes interesadas y cómo está evolucionando”.

Por ejemplo, el estudio da cuenta de que el sector empresarial sustenta el 85% de la inversión en tecnología y el 85% del crecimiento de la productividad laboral desde 1995. Estos datos “pueden ayudar a los líderes políticos a considerar cómo acentuar los aspectos positivos, capturar oportunidades y abordar los desafíos que destacamos”, sostiene Birshan.

Desigual flujo a los hogares

En esa misma línea James Manyika, autor principal del documento y copresidente del McKinsey Global Institute, explica que “esta nueva investigación releva el impacto de las empresas en las tendencias económicas y sociales”, lo que “permite mostrar la contribución de las empresas a la economía y los hogares en los últimos 25 años”.

Respecto a este último punto, el estudio de 84 páginas detalla que el valor económico fluye de las empresas a los hogares a través de ocho vías, “de las cuales los ingresos laborales y el excedente del consumidor son las vías directas más importantes”. Asimismo, precisan que por cada dólar de ingresos, las grandes empresas dejan fluir US$0,25 a los hogares a través de salarios y beneficios.

En la materia, en McKinsey observan que, aunque con distinciones por país, son los hogares de altos ingresos los que más se han beneficiados con los cambios ocurridos en el mundo de los negocios en el último cuarto de siglo.

“El 10% más rico de los hogares en los Estados Unidos aumentó su participación en la riqueza de acciones en empresas abiertas a bolsa (incluidos los fondos) al 66% en 2018, de 59% en 1995, y recibió el 30% de sus ingresos a través de la vía de ingresos de capital. Esto se compara con el 26% en Alemania y el 23% en Japón, donde los hogares dependen menos de los retornos corporativos y más dependientes de las pensiones públicas”, detallan.

Por otra parte, destacan que ha habido un aumento de los ingresos del capital, mientras que los ingresos laborales y los pagos a los proveedores han disminuido. Explican al respecto que “entre los períodos 1994–96 y 2016–18, el mayor cambio ha sido un aumento de dos tercios en la vía de ingresos de capital, de US$ 0,04 a US$ 0,07 por dólar de ingresos”.

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