Reajuste del sector público: gobierno ofrece 12% y economistas difieren sobre el impacto que podría generar en la inflación

De esta manera, la oferta del Ejecutivo cubre el alza inflacionaria prevista para este año. Esto, porque precisamente la proyección que tiene el Banco Central para la inflación anual 2022 es de 12%. Así, el reajuste real es 0%.


La negociación por el reajuste del sector público entre el gobierno y las 16 organizaciones sindicales finalizó cerca de las 3 de la madrugada de este viernes.

La última oferta que puso sobre la mesa el gobierno es de un incremento de 12% nominal. De esta manera se cubre el alza inflacionaria prevista para este año. Esto, porque precisamente la proyección que tiene el Banco Central para la inflación anual 2022 es de 12%.

En el detalle de la propuesta se precisa que el alza de 12% es para las rentas de hasta $2.200.000. Para quienes ganan entre $2.200.000 y $4.000.000 millones será de $264.000 y para quienes ganen más de $4.000.000 no reciben reajuste.

Ahora, durante la jornada de hoy cada agrupación revisará la propuesta con sus asociados y a las 17 horas los gremios que la acepten firmarán el acuerdo con el Ejecutivo.

Pero para llegar a esta cifra, el camino no fue fácil. La primera cifra que el gobierno puso sobre la mesa fue de 7,8%, luego la subió a 8,5%. Ya el jueves la elevó nuevamente a 9,5% nominal. Por su parte, los representantes del sector público, por su parte, flexibilizaron su petitorio pasando de 15% nominal a un 14% y luego a un 13,5%, que en términos reales sería de 1,5%.

Paro ANEF

Ya entrada la noche del jueves, Hacienda puso un nuevo guarismo sobre la mesa: 11% nominal. Sin embargo, para los trabajadores el piso era 12%, porque al menos lograba recuperar el poder adquisitivo.

Ahora, el siguiente paso es el envío del proyecto de ley al Congreso. Y se espera el lunes 12 de diciembre, la propuesta legislativa sea analizada por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados. El año pasado, el reajuste salarial fue de 6,1% nominal.

Dada la situación inflacionaria, los expertos difieren si este reajuste salarial generará más presiones inflacionarias dada la alta indexación que tiene la economía chilena.

Por un lado, el director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (UDP), Juan Bravo, sostiene que “considerando que los pronósticos apuntan a que la inflación a diciembre de este año estará en torno al 12% anual, en la práctica el reajuste en términos reales es cercano a 0%, es decir, el reajuste propuesto busca únicamente cubrir la pérdida de poder adquisitivo generada por la inflación”.

En ese sentido, añade que “hay que considerar que, de acuerdo a las cifras del INE, los salarios reales en la economía vienen exhibiendo ya desde hace un año caídas interanuales, lo cual se debe a que los reajustes salariales no han logrado compensar la inflación anual”. No obstante, acota que “aunque el reajuste salarial del sector público es un parámetro importante para el sector privado, dado que en este caso se está proponiendo un ajuste real cercano a 0% los eventuales impactos negativos sobre la economía debieran ser acotados”.

Otra postura tiene el director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, David Bravo, quien “lamenta que no hubiera sido posible llegar a un acuerdo por una cifra inferior al 12%”. Esto porque considera que “era una muy buena oportunidad para que en este acuerdo se hubiera podido mirar la inflación futura y no la pasada, porque, de ese modo, se habría podido colaborar precisamente a que la inflación bajara más rápidamente, y, en ese escenario, se producían ganancias para todos”.

En este contexto, para el economista, “son los trabajadores los más perjudicados con la inflación y quienes más se beneficiarán de que se baje la inflación a los niveles anteriores al desajuste”. Puntualiza además que “la importancia de esta negociación del sector público es que no solo afecta a los trabajadores públicos, sino que actúa también como una señal al resto de los trabajadores y sus negociaciones”.

Visión similar entrega Juan San Martin, economista de Bci, quien afirma que “el reajuste salarial del sector público generaría mayores presiones inflacionarias. Esto, porque justamente para poder contener las presiones inflacionarias por el lado de los salarios, se requiere elevar la productividad de manera que el gasto derivado de mayores salarios sea compensado por un mayor nivel de producción”.

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