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Chile se sitúa en segundo lugar a nivel mundial en evaluación de semillas editadas genéticamente

Según cifras de ChileBio, el país se ubica solo detrás de EE.UU. en consultas completadas sobre plantas editadas genéticamente, destacándose como hub tecnológico de semillas en América del Sur.

France, Angers, April 2020. Radishes are grown in window boxes on the balcony of an apartment. During confinement, gardening is an activity that allows time to pass while eating healthily. France, Angers, avril 2020. Des radis sont cultives dans des jardinieres, sur le balcon d un appartement. Pendant le confinement, le jardinage est une activite permettant de faire passer le temps tout en mangeant sainement.NO USE FRANCE Thibaud Vaerman

A inicios de octubre pasado, en la ciudad de Foz do Iguazú, Brasil, se realizó el 10° Congreso de Semillas de América. Al evento asistió el director ejecutivo de ChileBio, Miguel Ángel Sánchez, asociación que reúne a las principales empresas de biotecnología agrícola con presencia en el país. Sánchez destacó el rol clave que juega Chile en el desarrollo y avance de la biotecnología agrícola a nivel global. Durante su intervención, sostuvo que la edición genética de plantas está ganando terreno rápidamente en varias partes del mundo, con un número creciente de consultas completadas, las cuales se consideran no transgénicas.

Según la presentación, Chile ocupa actualmente el segundo lugar a nivel mundial en consultas completadas sobre plantas editadas genéticamente, con 89 consultas, destacándose en la región de América del Sur por su rol como hub tecnológico de semillas. Este logro coloca a Chile en una posición líder en la adopción de tecnologías de biotecnología agrícola, afirmó. A nivel global, EE.UU. lidera con cerca de 200 consultas, mientras que Argentina se encuentra en el tercer lugar en América del Sur con 64 consultas, si se consideran tanto productos completamente desarrollados como los de desarrollo temprano.

En conversación con Pulso, el ejecutivo explicó que en el país operan 20 empresas productoras de semillas biotecnológicas, de las cuales 15 son nacionales y 5 multinacionales. Compañías como Bayer y Corteva Agriscience concentran la mayor proporción de producción para exportación, mientras que las compañías nacionales como Curimapu y CIS desempeñan un rol fundamental en los servicios de multiplicación de semillas y actividades de investigación de campo para el desarrollo de nuevas variedades de plantas de interés mundial.

“El trabajo mancomunado entre actores nacionales e internacionales, público y privado, ha convertido a Chile en un laboratorio natural de innovación agrícola, sustentado en una regulación predecible y basada en evidencia científica, implementada por el SAG hace más de 25 años”, relevó Sánchez.

La industria de semillas biotecnológicas genera más de 30 mil empleos directos e indirectos en todo el país, con presencia en Arica y Parinacota, O’Higgins, Maule, Ñuble y La Araucanía, puntualizó.

“El escenario global abre una oportunidad histórica. En un contexto donde la biotecnología agrícola está acelerando el desarrollo de cultivos resistentes al cambio climático, las proyecciones apuntan a que Chile podría incrementar significativamente sus exportaciones hacia 2030″, añadió.

Explicó que Chile está transitando desde un modelo basado en la multiplicación de organismos genéticamente modificados (OGM) para terceros, hacia una nueva etapa de innovación propia, impulsada por la edición genética y la colaboración entre ciencia y campo.

De acuerdo al ejecutivo, en la actualidad se están comenzando a desarrollar en el país proyectos pioneros en trigo, hortalizas y frutales editados genéticamente, marcando el paso desde la replicación de variedades internacionales hacia la creación de nuevas especies con sello chileno, adaptadas al cambio climático y a la agricultura del futuro.

“Por primera vez, no estamos solo reproduciendo innovación: la estamos generando desde Chile. Esa es la gran transformación de esta década. Esta transición posiciona al país como pionero en América Latina en la aplicación de tecnologías de edición genética (NBTs), gracias a su experiencia regulatoria desde 2017, su infraestructura científica y el talento de sus profesionales”, sostuvo Sánchez.

Exportaciones

Durante la última temporada, las exportaciones de semillas biotecnológicas (OGM) alcanzaron los US$103 millones, de los cuales US$82 millones corresponden a exportaciones físicas de semillas de maíz, soya y canola, y US$21 millones a servicios de investigación y desarrollo (I+D) realizados en el país.

“Esto demuestra que Chile ya no solo exporta semillas: exporta conocimiento, ciencia y tecnología aplicada a la agricultura mundial”, dijo el ejecutivo.

Detalló que en los últimos 20 años el país suma US$2.396 millones en exportaciones de semillas biotecnológicas, lo que lo posiciona como el principal hub tecnológico del hemisferio sur para la multiplicación de semillas transgénicas. En promedio, los envíos anuales alcanzan US$120 millones en semillas físicas y US$23 millones en servicios de I+D. El récord histórico fue la temporada 2012/2013, con US$351 millones.

En los últimos cinco años, el maíz ha concentrado el 61% de la producción nacional de semillas biotecnológicas, con un 75% destinado a EE.UU. y un 20% a Sudáfrica. La soya, totalmente biotecnológica, se exporta principalmente a EE.UU. (92%) y Canadá (8%), mientras que la canola alcanza un 81% de adopción biotecnológica y se envía casi en su totalidad a Canadá (99,9%).

Según Sánchez, Chile se consolida como una verdadera plataforma tecnológica global para la agricultura del futuro. “Gracias a su contraestación, su calidad técnica y una coordinación público-privada, el país se ha convertido en una locación estratégica donde se desarrollan y evalúan las semillas que alimentan a millones de personas en el planeta”, concluyó.

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