Enjoy, el mayor operador de casinos del país, se acoge a reorganización judicial

En medio de crítica situación financiera directorio de Enjoy propone aumento de capital por cerca de $320 mil millones

Proceso busca evitar la quiebra luego del impacto tanto por la pandemia como por el estallido social. Hoy, todos sus casinos y hoteles permanecen cerrados y no están generando ingresos.


Hace casi dos años, Enjoy celebraba tras arrasar en la licitación de casinos municipales y quedarse con cuatro de las cinco plazas en disputa. Y es que además de mantener la administración de los casinos de Viña del Mar, Coquimbo y Pucón, le arrebató a Sun Dreams, su principal competidor en la industria, la de Puerto Varas. La entrada de Advent a la propiedad de la cadena de casinos y hoteles fue clave para dejar a la compañía en mejor pie financiero y logró cambiarle el ritmo al principal operador de casinos del país.

Pero hoy el escenario para la principal operadora de casinos del país es completamente diferente. Este viernes, Enjoy anunció el inicio de un proceso de reorganización judicial, con lo que busca evitar la quiebra ante a la compleja situación financiera por la que atraviesa, considerando los flujos esperados para los próximos meses y el calendario de pago a sus acreedores.

Mediante un hecho esencial, la empresa afirmó que los efectos del estallido social de 2019, y luego la actual crisis sanitaria, causaron un profundo impacto a la compañía. Estas dos situaciones, señaló Enjoy, “hicieron que se limitara totalmente el flujo de caja necesario para mantener la operación”.

A raíz de la pandemia del Covid-19, la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ), ordenó a Enjoy -y a toda la industria- cerrar todos sus casinos por un tiempo indeterminado, a partir del 18 de marzo y hasta que las autoridades sanitarias así lo determinen.

Por otra parte, sus operaciones internacionales -Punta del Este, en Uruguay, y Mendoza, Argentina- así como todos los hoteles, también se encuentran cerrados por tiempo aún indeterminado, lo que significa que la empresa no está percibiendo ingresos en estos momentos.

Pero las razones que entrega Enjoy para justificar esta medida, también se remontan a meses atrás. La compañía sostiene que la industria del turismo, hotelería, gastronomía y casinos de juego fueron unas de las más afectadas por el estallido social y que los obligó al cierre forzado de los casinos durante varios días, y luego a una posterior operación intermitente y parcial. La situación, además, asegura la firma, les generó costos y gastos extraordinarios e imprevistos y una baja generalizada en el flujo de visitas.

“Estos efectos han generado un fuerte impacto financiero, reflejado en pérdidas en los resultados del negocio durante el último trimestre del año 2019”, dijo la firma, cuyos números solo empeoraron en los meses siguientes. “De manera que las condiciones de normalidad, que son un absoluto necesario para la correcta ejecución del plan de negocios de la empresa, no están presentes, y no sabemos por cuánto tiempo ni con qué profundidad”, dijo la firma a la Comisión para el Mercado Financiero.

En 2019, Enjoy disminuyó en 4% sus ventas hasta los $264.086 millones, y registró pérdidas por $27.707 en el mismo periodo, las que profundizó en relación con 2018, cuando anotó mermas por $25.020 millones. En una presentación a inversionistas que la empresa realizó el 27 de marzo, cuantificó en $7.556 millones el impacto del estallido social en Ebitda en el cuarto trimestre.

Para el proceso de reorganización judicial, que ya se inició, Enjoy está siendo asesorado por el Estudio Nelson Contador & Cía.

Diálogo con acreedores

En el último tiempo, la compañía estuvo en conversaciones con sus distintos acreedores para intentar obtener soluciones. Enjoy indicó que “si bien ha encontrado eco en algunos de ellos, ha encontrado reticencia en otros, todo lo cual amenaza el debido uso de la caja de la empresa y la condición de igualdad de los acreedores al tenor de la ley”.

Luego que la decisión fuese comunicada al mercado, desde Enjoy señalaron que “la compañía ha tomado la determinación de iniciar un procedimiento de reorganización judicial para su matriz, como una medida seria y responsable para garantizar la continuidad de su operación, proteger los puestos de trabajo y el pago a sus proveedores en el país”.

Durante la mañana de este viernes, y sin acceso a personas externas, la firma celebró su junta ordinaria de accionistas en forma remota. Sin embargo, la junta extraordinaria, que también estaba prevista para el viernes y en la que se aprobaría un aumento de capital de hasta US$150 millones -que se había anunciado el 26 de marzo-, fue suspendida. Según señaló en ese entonces el gerente general de Enjoy, Rodrigo Larraín, el aumento de capital buscaba “cimentar el camino de crecimiento” que se habían trazado “y que fuera de los períodos de contingencia que hemos vivido empieza a mostrar los resultados esperados”.

En diciembre, los tenedores de bonos ya habían aceptado la solicitud de modificar los covenants de los bonos locales de la compañía en consideración de los impactos esperados por el estallido social. La empresa también había recurrido a un plan de refinanciamiento de su deuda con recursos provenientes de la venta y arriendo de los activos inmobiliarios de Antofagasta, Pucón y Coquimbo, para lo cual había contrataron la asesoría de Credicorp Capital.

En medio de la pandemia, también aplicó medidas como reducir sueldos de sus principales gerentes y ejecutivos por un plazo fijo. Además, realizó despidos que abarcaron a todas las áreas de sus operaciones.

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