Por Víctor CofréLa “muralla china” que busca sortear la alianza entre SQM y Codelco
La unión del litio en el salar de Atacama depende aún de una gran condición: la venia de las autoridades regulatorias chinas, que analizan el negocio desde hace un año. China quiere asegurar un suministro fijo y un precio justo de litio. Las empresas chilenas han ofrecido ya garantizar un volumen anual de su producción futura y esperan que aquello destrabe la última valla. Sobre la mesa pusieron más de 100 mil toneladas al año.

SQM y Codelco cumplen en diciembre dos años desde que firmaron su primer memorándum de entendimiento y 18 meses desde que firmaron un acuerdo de asociación para operar en conjunto pertenencias de Corfo en el salar de Atacama para producir litio. Pero ese joint venture aún no se puede materializar.
La alianza incluía condiciones suspensivas para formalizar el pacto y la mayoría está cumplida. Pero entre las que faltan por cerrar hay una relevante: la venia de China. El acuerdo exigía la aprobación sin condiciones, o con medidas de mitigación aceptables para SQM y Codelco, “por parte de autoridades de libre competencia en Chile y en el extranjero”.
En Chile, tras meses de negociaciones, la Fiscalía Nacional Económica autorizó la alianza, pero impuso medidas para regular el flujo de información y la participación eventual de competidores en la sociedad conjunta, aún sin nombre. El acuerdo contenía siete países extranjeros que debían pronunciarse: General Authority for Competition, de Arabia Saudita; Conselho Administrativo de Defesa Econômica de Brasil; Korea Fair Trade Commission; la Comisión Europea; Taiwan Fair Trade Commission; Japan Fair Trade Commission; y, por último, el State Administration for Market Regulation, de China. Todas esas aprobaciones ya se consiguieron sin condiciones. Excepto la última: China.
Codelco y SQM ingresaron hace exactamente un año su caso en China y hasta ahora no hay respuesta. Las empresas están contra el tiempo: el acuerdo debe sellarse antes del 31 de diciembre de 2025, aunque ambas partes podrían acordar una prórroga por los asuntos pendientes. Pero esperan que aquello no sea necesario y confían en que pronto habrá humo blanco. Para ello han estado en intensas conversaciones con la autoridad china, a la que han presentado en las últimas semanas al menos dos planes de remediación.
Varias fuentes revelan que China concentra sus preocupaciones en dos asuntos: un abastecimiento estable y garantizado de litio para su mercado local y resguardos para que el precio a pagar sea un valor de mercado. Alguien involucrado en las conversaciones lo resume así: China quiere un suministro seguro a un precio justo. Otra persona afirma que, en realidad, las autoridades asiáticas buscan garantizar no existan factores geopolíticos -como la presión estadounidense, ansiosa por minerales críticos- que pongan en riesgo el suministro de litio a su país.
En lo primero, las autoridades chinas habrían solicitado un suministro anual cercano a las 150 mil toneladas anuales, dice una persona que ha sido informada de las negociaciones bilaterales. Varias fuentes afirman que Codelco y SQM pusieron finalmente sobre la mesa una oferta: una cantidad garantizada anual de toneladas de carbonato de litio. Una de ellas asegura que una de las últimas propuestas de SQM y Codelco tiene un monto definido: 125 mil toneladas al año. “Estamos haciendo un esfuerzo importante”, dice una persona cercana a las partes. SQM espera cerrar el próximo año con una capacidad de 240 mil toneladas de carbonato de litio y otras 100 mil de hidróxido de litio. Y parte importante de esa producción ya se destina a China: el 93% se dirige a Asia este año.
La segunda diferencia radica hoy en qué tipo de índice emplear para determinar el precio por ese volumen. Los asiáticos quieren emplear un índice local, del SMM, Shanghai Metals Market. Pero los negociadores chilenos no quieren que aquel sea el parámetro a emplear y prefieren un índice global de referencia: la plataforma Fastmarket.
Si se logra un acuerdo a la brevedad con la autoridad china, Codelco y SQM podrían concretar la alianza y comenzar a ejecutar lo que han estado trabajando los clean team dispuestos para la operación: crear la nueva empresa, darle un nombre, definir los seis integrantes de su directorio, traspasar equipos y activos de SQM Salar a la nueva empresa, la que tendrá una participación del 50%-50% hasta 2030, pero donde el dominio inicial corresponderá a la firma en la que participan Julio Ponce y la china Tianqi. A partir de 2031, el gobierno corporativo será mayoritariamente de Codelco, con cuatro de siete directores.
Varias otras condiciones ya están cumplidas -como la consulta Indígena- y otras en proceso de término, como la toma de razón, por parte de la Contraloría General de la República, de los contratos que entregan a Tarar, una filial de Codelco, los derechos de explotación en el salar de Atacama desde 2031 hasta 2060.
Y otra condición será incumplida, probablemente, pero hay una salida definida: para el cierre, una investigación de la Securities & Exchange Commission (SEC) contra SQM debía estar “sustancialmente terminada”. Sin embargo, la autoridad estadounidense ha dejado dormir el caso durante meses, sin avances. Las partes asumen que la SEC descartó irregularidades, pero ante la ausencia de un documento que certifique aquello, Codelco podrá renunciar a esa condición, como establecen los contratos.
Un último escollo sigue a la vista. La oposición de Tianqi.
Cinco meses y contando
Tianqi, que tiene el 22% de SQM, se opuso desde inicios de 2024 a que la alianza con Codelco fuese decidida solo por el directorio de la empresa y exigió que se pronunciaran sus accionistas en una junta extraordinaria. Ni el directorio de SQM -donde elige tres representantes, quienes han votado a favor del negocio- ni la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) le dieron la razón. Y Tianqi, a través de su filial chilena, Inversiones TLC, recurrió en julio de 2024 a los tribunales con un recurso de ilegalidad contra la CMF.
Una de las primeras condiciones suspensivas del acuerdo decía así: “Que no se haya acogido el requerimiento realizado por Inversiones TLC SpA de fecha 21 de mayo de 2024 a la Comisión para el Mercado Financiero y que ninguna autoridad haya emitido una orden que impida la materialización de la Asociación”. En estricto rigor, esa condición está cumplida, ya que el reclamo no ha sido acogido. Pero si la Corte de Apelaciones se inclina por Tianqi, la alianza podría tambalear. Las partes están inquietas frente a la demora: el dictamen de la Quinta Sala, integrada los ministros Marisol Rojas Moya y Jaime Balmaceda y el abogado integrante Manuel Luna, cumplió cinco meses en acuerdo, resuelto el 14 de mayo.
La demora en la redacción y notificación del fallo es otra incertidumbre en un negocio de miles de millones de dólares. Las empresas chilenas creen que el fallo les será favorable, pero en cualquier caso podría subir a la Suprema, lo que agregaría fácilmente otro año de tramitación. Pero con un dictamen favorable, que permita echar a andar la alianza, consideran difícil que aquella pueda retrotraerse.
Además, habrá otra contradicción a la vista. Si Codelco y SQM cierran la negociación con las autoridades chinas y garantizan un suministro de litio a ese país, ambas se preguntan si Tianqi mantendrá su oposición a un negocio donde ahora China tendrá razones de Estado para empujarlo. Y miles de toneladas bajo el brazo.
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