El primer semestre que Latam quiere dejar atrás

Latam

El fallo de la Suprema, que truncó los planes de materializar el JBA entre la compañía nacional, AA e IAG, solo vino a completar un 2019 adverso para la aerolínea. Las pérdidas se asomaron nuevamente, y las acciones volvieron a resentir los débiles resultados. En medio de esa tormenta, la firma toma cartas en el asunto: ya suspendió la inauguración de nuevas rutas, mientras avanza para seguir eficientando una operación que los haga despegar.


El jueves, un ingrediente adicional vino a ratificar lo que a todas luces había sido un complejo inicio de año para Latam Airlines. Ese día, la Corte Suprema revirtió la resolución del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, rechazando el Joint Business Agreements (JBA) de la aerolínea nacional con American Airlines e IAG (Iberia y British Airways). Un fallo inesperado para la compañía ligada a las familias Cueto y Amaro, que ponía punto final a sus ambiciones de generar un acuerdo con sus competidores. La resolución vino a complementar los débiles resultados reportados por la firma durante el primer trimestre. Tras sucesivos balances en azul, ahora resurgía el fantasma de las cifras en rojo, con pérdidas por US$ 60 millones, dato lejos de lo proyectado por analistas; mientras el entorno bursátil tampoco los acompañaba: en el último mes, sus acciones han caído 12,05%, sumando una baja de 14% en el año.

En la compañía tienen claro que 2019 ha sido difícil; una tormenta perfecta entre la devaluación de monedas locales, la contracción de la demanda en Argentina y el exceso de oferta en rutas internacionales, pero "estamos reaccionando", precisa una fuente al tanto. "No nos estamos quedando de brazos cruzados", añade. Y así ha sido desde hace seis años, cuando reorganizaron la compañía para eficientar la operación. Ahora, al alero de los números, están mirando con aún más detalle el negocio.

Ya analizaron activamente su red de rutas para realizar los ajustes necesarios que les permitan adecuar la red a la merma en la demanda que han visualizado. Así, optaron por postergar el debut de ciertas rutas, como la que uniría Guarulhos con Múnich o Sao Paulo y Roma, para no sobrecargar un mercado debilitado.

Con ello, si inicialmente preveían que su capacidad creciera entre 4% y 6% en rutas internacionales, hoy ese dato es más cauto: entre 3% y 5%. Y a nivel agregado: el indicador descendió de un rango de 3% a 5% a entre 0% y 2%.

Lo anterior no resta que sigan avanzando en sus intenciones de duplicar las frecuencias en Colombia en los próximos tres años y sumar conexiones puntuales.

En esa línea, ya surgen nuevas oportunidades en Brasil. La cuarta compañía aérea del país, Avianca, cayó en bancarrota. Un actor con cerca del 10% del mercado abandonaba las pistas. Hoy, producto del acuerdo entre acreedores, se subastarán sus activos. Latam Airlines ya manifestó su interés por adquirir al menos una unidad productiva de la compañía. Si bien hoy el proceso está detenido por la justicia, al interior de la aerolínea nacional visualizan la oportunidad que se avecina. "Son activos súper atractivos para fortalecer nuestra presencia en el mercado doméstico de Brasil", señala una fuente al tanto.

Todo en línea con seguir haciendo más eficiente la operación, porque eso es claro: hoy disminuir los costos no es opcional, es la única forma de sobrevivir. En los últimos años -comentan al interior- han reducido en cerca de 25% el personal. De ser en torno a 52.000 trabajadores, hoy bordean los 40.000, dicen. Y si bien no se avecinarían nuevos ajustes masivos, sí apuntan a continuar invirtiendo fuerte en tecnología, avanzando en seguir segmentando de una mejor forma los productos: desde vuelos más low cost hasta las categorías superiores.

Hoy, la firma tiene más de 300 aviones, de ellos, modificará 200 cabinas, con una inversión de US$ 400 millones, homologando así la propuesta de tarifas Promo, Light, Plus y Top, que tienen en la web con los tipos de cabina de su flota. En los aviones pequeños, por ejemplo, unificarán la propuesta. Si actualmente tienen algunos 100% económicos y otros con un área premium business, ahora serán todos iguales, con filas más amplias adelante; en las naves más grandes, se incluirá la clase de más alta gama en aquellos que no la tienen, entre otras mejoras.

Y así, entre todos esos planes, miran con cautela la resolución adversa de la Suprema. Hoy tienen aprobado el acuerdo con American Airlines e IAG en Brasil, Colombia y Uruguay. Y si bien aún deben analizar los pasos a seguir, lo más probable es que desarrollen la alianza en los mercados donde existe el visto bueno, restando a Chile. Eso sí, todavía falta la aprobación de Estados Unidos para concretar ampliamente el JBA con American; con IAG -de querer- podrían comenzar a operar inmediatamente con vuelos a Europa.

Con todo ello, existe optimismo en la empresa. Pese a que el margen operacional alcanzó un débil 3,3% entre enero y marzo, las proyecciones siguen arriba, apuntando a llegar a un indicador que fluctúe entre 7% y 9%. Es que, señalan, las tormentas son propias de esta industria, por lo que ahora solo queda revertir la situación para que la compañía vuelva a retomar sus tan esquivas cifras azules.

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