El coronavirus casi no afecta a menores de 10 años, y la ciencia aún no sabe por qué

La imagen muestra una niña pequeña con mascarilla

El brote ha matado más de 3 mil 300 personas en todo el mundo, con 97 mil confirmados. Sólo unos pocos niños han tenido síntomas leves de la enfermedad, y hasta ahora no se cuenta ningún fallecido. Expertos explican las posibles razones.


A casi 100 días del inicio de la epidemia de coronavirus -oficialmente se cuenta desde 1 de diciembre en adelante-, la infección acumula 95.748 contagiados, 3.286 personas muertas y 53.423 recuperados en 90 países donde se ha confirmado la enfermedad.

Desde los primeros fallecidos por el virus, de inmediato los especialistas establecieron un perfil de quienes se encontraban en peligro. La infección es mayormente amenazante para personas mayores, hombres con una edad media de 55 años y problemas existentes previos relacionados con presión sanguínea alta y diabetes tipo 2.

Pero de estas cifras destaca un dato tan relevante como desconcertante para los científicos: casi no se cuentan menores de 10 años afectados por el virus, y no existen fallecidos en tal rango de edad.

En ese escenario, los científicos intentaron establecer cómo funcionaba la infección. Tras un análisis del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades se descubrió que aunque hombres y mujeres habían sido infectados en cantidades aproximadamente iguales, la tasa de mortalidad entre los varones fue del 2,8% en comparación con el 1,7% entre las mujeres. Fue cuando se especuló con que quizá los estrógenos parecían desempeñar un papel crucial en la inmunidad, algo que coincidía con experimentos en ratones expuestos al coronavirus SARS de 2003. Allí se reveló que los machos eran más susceptibles a la infección que las hembras, disparidad que aumentó con la edad.

¿Y los niños? investigaciones realizadas en enero afirmaban que podría haber algo “distinto” en los menores, aunque el resultado no era concluyente. Al 29 de febrero, los casos fatales entre personas de 10 y 39 años era apenas de un 0,6%, y no se contó a ningún menor de 10 años entre los fallecidos. Por otro lado, los pacientes de 80 años tienen un 15% de posibilidades de morir, mientras que personas de 50 años tenían aproximadamente tres veces más probabilidades de morir que los de 40.

Aún así, existían algunos casos de infección y los niños de 9 años o menos representaban aproximadamente al 1% del total de los casos examinados. Así ocurrió con una escolar española de 4 años, asintomática, y en el que sus padres dieron positivo en las pruebas. En ese caso, uno de los progenitores realizó un viaje internacional donde contrajo la enfermedad, entregando una pista de lo que podía ocurrir con los niños: es posible que contraigan el coronavirus y contribuyan a su propagación y debido a que sus casos son leves no se han detectado oficialmente; o bien sólo han estado menos expuestos a la infección.

¿Y qué se dice oficialmente? Para el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU., “han existido muy pocos informes de los resultados clínicos para niños con COVID-19 hasta la fecha. Informes limitados de China sugieren que los niños con COVID-19 confirmado pueden presentar síntomas leves y, aunque se han informado complicaciones graves (síndrome de dificultad respiratoria aguda, shock séptico), parecen ser poco frecuentes”.

“Sin embargo, al igual que con otras enfermedades respiratorias, ciertas poblaciones de niños pueden tener un mayor riesgo de infección grave, como los niños con afecciones de salud subyacentes”, indica el organismo.

Probabilidades

Hasta ahora, cualquier análisis sobre qué ocurre son los niños, son sólo especulaciones. Así lo cree el Dr. Miguel O’Ryan, Profesor del Instituto de Ciencias Biomédicas e Instituto Milenio de Inmunidad e Inmunoterapia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, quien menciona que la posibilidad de infección en menores tiene que ver más que nada con el “comportamiento social” entre adultos y menores.

“En relación al coronavirus aún estamos aprendiendo, pero ya hay bastante información proveniente de China, que ha tenido todas las etapas de infección en varias olas y con variados tipos de brotes”, afirma. “Efectivamente ya hacia el segundo mes aparecieron más casos, y la evidencia sugiere que se debe al comportamiento de las personas e interacciones en las diferentes fases de la introducción de un microorganismo”.

Para O’Ryan, se trata de “probabilidades”, debido a que son los adultos quienes se exponen fuera del hogar y los niños sólo lo hacen en sus casas. “La posibilidad de infección radica en familias en que el adulto que desarrolla síntomas no haya sido pesquisado y haya tenido un tiempo suficiente en casa para estar con niños y contagiarlos”.

“Con el nivel de alarma actual los casos deberían ser pocos, ya que las personas que vuelven de un viaje a un país en riesgo están conscientes que si desarrollan fiebre o algún síntoma extraño limitarán el contacto con su familia, por lo que la posibilidad de entrar en contacto con niños disminuye en forma importante”, añade.

Especialistas apuntan que si los niños están “protegidos” contra el coronavirus es una noticia positiva, si consideramos que están menos inclinados a lavarse las manos y cubrirse la boca cuando tosen, dos medidas esenciales para evitar la infección y ayudar contra la propagación de la enfermedad.

Sin embargo, los educadores de todo el mundo no se arriesgan y están investigando el cierre generalizado de escuelas en un intento por frenar la propagación del virus, método que algunos expertos dicen que puede ser inútil.

Sin clases

Hasta este jueves, el nuevo coronavirus ha dejado a casi 300 millones de estudiantes en el mundo sin clases. Japón por ejemplo, anunció que cerrará todas sus escuelas y que no volverá a abrir hasta principios de abril. La decisión tendrá un impacto en 12,8 millones de estudiantes en el país, donde se cuentan 350 casos confirmados y seis muertos. Las escuelas en EE.UU. se están preparando para tomar medidas similares, y los estudiantes de Francia, Alemania y Polonia ya no asisten a la escuela. En Chile sucedió lo mismo en los colegios municipales en San Javier y Hualañé por el primer caso de coronavirus, aunque la medida se hizo efectiva sólo por un día.

¿Es efectiva esta decisión? Katia Vogt-Geisse, doctora en matemática de la Universidad de Purdue y académica de la Universidad Adolfo Ibáñez señaló a La Tercera a inicios de febrero que podría ser un arma de doble filo: “hay que tener cuidado, ya que una cosa es cerrar el colegio, pero otra es qué ocurrirá cuando abra nuevamente. Es el momento crítico”, dijo.

“Si vuelves a abrir el colegio con condiciones ideales para que el virus se propague, puede ser contraproducente. Estás juntando a los niños nuevamente en invierno y se produce una nueva ola de infecciones. Hay que establecer cuándo es el momento ideal”, aseguró.

Además, cerrar las escuelas no es realmente útil, debido a que es difícil que los niños estén encerrados en casa durante tanto tiempo, e inevitablemente se reunirán en otros sitios como los centros comerciales, fiestas o el cine.

De la misma forma, el cierre de los colegios también afecta a familias de bajos ingresos que dependen de este factorpara el cuidado de los niños y las comidas.

¿Embarazadas?

A inicios de febrero, medios estatales chinos informaron que una mujer infectada con el virus dio a luz a un bebé que en los exámenes entregó un resultado positivo. Los recién nacidos pueden infectarse debido a la proximidad cercana a un paciente, como cualquier otra persona, pero el caso generó temores debido al riesgo que una mujer embarazada pueda transmitir el virus a su feto a través de la placenta.

“Hasta ahora, la enfermedad en lactantes y niños ha sido de muy baja frecuencia. Es una de las areas que se está estudiando, ver si las vias de transmision no han sido las que corresponden a esta edad, ya que en época de colegio pueden existir más casos”, comenta Luis Miguel Noriega, infectólogo de la Clínica Alemana.

“En embarazadas hay pocos casos. Han habido algunos con menos gravedad que el resto de la población, y tampoco ha existido transmisión placentaria. La prudencia dice que deben tener medidas de cuidado importantes, debido a que el embarazo, niñez y tercera edad generan una condición inmunitaria un tanto distinta. Esto ocurre con el coronavirus y cualquier infección viral en general”, agrega.

Primera infancia

En cuanto a la educación parvularia, la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) indicó que se están tomando resguardos para mantener a la comunidad educativa informada y al tanto de los procedimientos respectivos.

El organismo señala que para estos efectos se emplea desde hace años un Manual de Procedimiento de Higiene, que establece los procedimientos que ayudan a cautelar la seguridad sanitaria y bienestar integral de niños, niñas y personal de las unidades educativas, vale decir el lavado de manos, sanitización de espacios físicos, cuidados a la hora de ingesta de alimentos, etc.

La Vicepresidenta Ejecutiva de la Junji, Adriana Gaete, afirmó a La Tercera que “nuestra labor es educar para la prevención, más aún desde los primeros años de vida. Por ello, como institución contamos con todos los elementos necesarios para cumplir con las medidas dispuestas por la autoridad. Hace mucho tiempo tenemos procedimientos de higiene en cada jardín infantil, medidas que se están reforzando aún más”.

“Es importante entregar un mensaje de tranquilidad a nuestras familias: la asistencia al jardín infantil es muy importante. Por ello, junto a las autoridades de Gobierno, nos estamos preocupando de mantener todos los protocolos de prevención activos”, agregó.

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