En conversación con Hub Sustentabilidad de Radio Duna, Camila Aguirre, Climate Solution Manager de Kilimo para Chile y Argentina, explicó cómo la agricultura regenerativa y la inteligencia artificial pueden ser clave para enfrentar la crisis hídrica que afecta al país. Kilimo, una empresa pionera en la gestión eficiente del agua en el sector de la agronomía y la agricultura, lidera proyectos que buscan restaurar ecosistemas productivos mientras optimizan el uso del recurso hídrico.

“La agricultura regenerativa propone restaurar activamente los sistemas productivos de manera natural. Esto implica tener que trabajar suelos con mejor permeabilidad, porque muchas veces el agua no penetra debido a la compactación o a la mala calidad del suelo”, señaló Aguirre. Con esto, la experta advierte que el agua suele escurrir sin ser absorbida, generando pérdidas significativas, lo que se agrava en un contexto de sequía prolongada.

Ante esto, Kilimo plantea un enfoque integral que va más allá del ahorro de agua. “No solo se trata de que sea el agua o contar el metro cúbico, sino de enfocarnos también en el suelo, la biodiversidad y las personas”, indicó. Al mejorar la calidad del suelo y fomentar prácticas sostenibles, se potencia la producción de alimentos y se generan beneficios ambientales como mayor captura de carbono y regeneración de ecosistemas agrícolas.

Uno de los pilares del trabajo de Kilimo que se menciona en la entrevista es la incorporación de inteligencia artificial para asesorar a los agricultores en sus decisiones de riego. “Kilimo partió hace unos 10 años atrás, donde se creó un software que por medio de la inteligencia artificial se toman datos, imágenes satelitales, datos del campo, datos meteorológicos y se meten a una juguera que le dice al agricultor cómo y cuándo regar”, explicó Aguirre. Esta tecnología permite establecer una línea base de consumo de agua y luego medir la eficiencia hídrica lograda: “Si antes regaba 200 y ahora riega 80, ese delta es ahorro real de agua”, detalló.

Sin embargo, el acceso a estas tecnologías aún enfrenta obstáculos, principalmente para pequeños y medianos agricultores. “La agricultura tiene muchos desafíos: el clima, el dólar, la geopolítica. Muchas veces, cuando hay una catástrofe nacional, lo primero que el agricultor tiene que cortar es la tecnología”, advirtió Aguirre.

Por esto, Kilimo cuenta con un modelo de negocio que involucra a empresas con metas hídricas, que financian la adopción tecnológica en campos agrícolas. Así, asegura Aguirre, se encargan de ayudar al agricultor a acceder a tecnología sin asumir todos los costos, y a las empresas a avanzar hacia la neutralidad hídrica.

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