Columna de Marcelo Contreras: Backstreet ‘s back (y todo ok)

Backstreet Boys

Backstreet Boys sigue siendo una página excepcional en los anales de la música pop donde lo desechable suele ser regla, en particular formatos como la banda de chicos exprimidos durante un intenso periodo, para luego disgregarse en carreras solistas dispares.



Sala de conferencias del hotel Miramar. Festival de Viña. Febrero de 1998. El estribillo de Everybody (Backstreet ‘s back) martilla una y otra vez, con el video de coreográficas aventuras de los Backstreet Boys en un castillo proyectado en loop a volumen ensordecedor, en una pantalla gigante de imagen granulada. Tras un accidentado arribo al hotel, la boys band que hacía arder el planeta retrasaba su ingreso para responder las consultas de la prensa festivalera. Cuando finalmente aparecieron con casi una hora de retraso, se desató una silbatina que sorprendió a Brian, Kevin, Nick, Howie D y AJ, acostumbrados a los gritos planetarios de delirio y aprobación. Al rato, ante consultas sobre sus diferencias con otras boys band, respondieron entonando una impecable armonía en español. Los mismos reporteros, camarógrafos y fotógrafos que habían pifiado el tardío arribo del quinteto de Orlando, aplaudieron entusiastas. En las afueras, copando la avenida Marina y los alrededores de Caleta Abarca, cinco mil jovencitas chillaban como si la vida dependiera del descontrol.

Un cuarto de siglo más tarde esas adolescentes son madres de hijas que tienen sus edades en aquel entonces. Por una noche, el próximo 1 de febrero en el estadio Sausalito de la ciudad jardín, se reencontrarán con sus ídolos de juventud bailando y coreando numerosos éxitos, acariciando los recuerdos de veranos a fines de los 90.

En los últimos años, el conjunto estadounidense que se considera a sí mismo como un grupo vocal antes que una boys band, ha demostrado madurez para comprender el sinsentido de simular el paso del tiempo sin dejar rastros. Hasta 2015, BSB montaba un show donde aún pretendían un comportamiento juvenil. Pero en la última visita en marzo de 2020 en el estadio Bicentenario de La Florida, justo antes del inicio de la pandemia, el guión del espectáculo asumió el correr del calendario con videos hogareños de cada miembro junto a esposas e hijos, unos cuantos chistes sobre barrigas más gruesas, y un despliegue más reposado. El carné de Kevin dice 51.

Quinta Noche Festival de Viña
28 de Febrero del 2019/VIÑA DEL MAR Backstreet Boys durante la quinta noche del Festival de Viña del Mar 2019 FOTO:MARIO DAVILA/AGENCIAUNO

Backstreet Boys sigue siendo una página excepcional en los anales de la música pop donde lo desechable suele ser regla, en particular formatos como la banda de chicos exprimidos durante un intenso periodo, para luego disgregarse en carreras solistas dispares. Los británicos One Direction fueron el último ejemplo con el caso de Harry Styles. BSB ha vendido más de 100 millones de copias en todo el mundo convirtiéndose en líderes de su categoría, y son la única boys band con discos al tope de las listas en Estados Unidos durante tres décadas distintas.

Quizás el secreto de Backstreet Boys fue que nunca hubo un líder absoluto, ni un carilindo particularmente ambicioso, a pesar de los esfuerzos solistas de Nick Carter. La moral del trabajo en equipo que no abandona a rezagados como un pelotón en plena batalla -Brian permanece en la alineación a pesar de sus problemas vocales-, fue el camino para el éxito imperecedero, actitud premiada con la fidelidad de sus fans.

En aquella conferencia, lo que parecían respuestas clichés sobre la hermandad entre ellos, el deseo de desarrollar una larga carrera y priorizar la música, resultaron ser anhelos cumplidos a través del tiempo. No sólo hay un respetable cancionero detrás, unas coreografías inolvidables y unas ventas fenomenales, sino una honestidad difícil de encontrar en otros grupos prefabricados. Backstreet Boys rompió el molde para convertirse en un verdadero conjunto musical.

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