Alfonso Lanza, director de Primavera Sound: “Para ser primera edición en Chile, la valoración es inmejorable, aunque con muchos aprendizajes”

Alfonso Lanza, director del festival Primavera Sound Barcelona

En charla con Culto, el director de la versión madre del evento con sede en Barcelona evalúa su debut en Cerrillos, materializado este fin de semana. "La respuesta yo diría que ha sido bastante mejor de la que hubiésemos pensado en una primera edición", cuenta, además de prácticamente asegurar la continuidad de la cita en Santiago para 2023.


Apenas bajado del avión que lo trajo a Chile desde Buenos Aires, el español Alfonso Lanza, director de la matriz barcelonesa del festival Primavera Sound, llegó hasta el Parque Cerrillos, donde este fin de semana se desplegó la primera versión chilena del evento. Allí, el domingo último, en un rincón de la zona de prensa, recibe a Culto para evaluar el despliegue del evento en Sudamérica.

En sus tres días en el predio del sector poniente, sumado a los shows de Primavera en la Ciudad durante la semana, la organización estimó una asistencia total de 100.000 personas. De todas formas, desde la Bienvenida el día viernes (con asistencia de 20.000 personas) fue notorio que el festival no llenó ni rebasó completamente el lugar. El día más demandado fue el sábado, al que asistieron 40.000 personas, pese a la copiosa lluvia que se desató en un momento de la tarde. Aquella era la jornada con el cartel a primera vista más atractivo, con shows como los de Phoebe Bridgers, Lorde y el cierre con los británicos Arctic Monkeys. Mientras que el domingo, las presentaciones de Mitski, Jessie Ware, Travis Scott y la de Björk, acompañada por la orquesta de la FOJI, estuvieron entre lo más destacado de la jornada.

Además de Chile, Primavera Sound comenzó su despliegue en Argentina y Brasil. ¿Cómo evalúa la llegada del evento a la región?

Bueno, me lo preguntas hoy y la verdad que estamos muy orgullosos de todo lo que ha ocurrido. Es un muchísimo trabajo. Son tres países muy diferentes, entre ellos. El hecho de poder combinar tanto a nivel logístico, de producción, por suerte la parte editorial la controlamos mucho nosotros y ahí no hubo tanto problema, pero claro, en una primera edición había que conocer a los promotores locales de cada uno de los países y su manera de trabajar, conocer la escena local, porque Primavera no es un festival que llega y se va, sino que le interesa mucho conocer la escena local. Ha sido mucho esfuerzo, pero la verdad que hoy domingo el esfuerzo ha merecido la pena. Sin duda.

En el contexto sudamericano, Chile es un mercado pequeño. ¿Qué los convenció de venir acá?

Nosotros ya empezábamos a tener señales. Habíamos trabajado mucho con Chile trayendo bandas a través del programa de Primavera Pro en Barcelona, entonces vimos que había bastante conexión tanto a nivel artístico como a nivel de público, mucho seguimiento en redes. Empezó a llegar mucha gente al Festival de Barcelona desde Chile y eso nos puso sobre la pista. De hecho, la realidad es que del trío latinoamericano el primero que formalizamos fue Chile. Luego era muy evidente que para poder conseguir bandas del calado del que han venido este año es necesario arropar las fechas y la secuencia fue Chile, Argentina y Brasil. Pero le tengo especial cariño a esta plaza porque es donde empezó todo.

¿Qué es lo que se puede mejorar de la experiencia de Primavera Sound en Chile y en Sudamérica?

Bueno, hay muchos aprendizajes. En un primer año lógicamente, el predio, el recinto había que verlo en marcha y con el equipo de producción ya tienen la maquinaria en marcha pensando mejoras en ese sentido. Creo que reforzar o repensar el programa de Primavera en la ciudad también es importante. Nos pasa también en Barcelona, que a veces genera frustración el hecho de que ser espacios tan limitados. Para nosotros como festival no nos queremos condenar a hacer solo cosas de formato grande, nosotros venimos mucho del mundo de la sala, programamos salas de todo el año en Barcelona y ya nos ocurre en Barcelona que por la propia naturaleza del formato de sala, pues a veces genera frustración el hecho de que no todo el mundo pueda entrar. Entonces, hay que repensar también algunas cosas de este estilo, pero en líneas generales, para una primera edición, la verdad es que la valoración es inmejorable, aunque como siempre con muchos aprendizajes, muchas cosas, muchos cambios.

¿Pudo recorrer el predio del Parque Cerrillos? ¿Qué le pareció?

Sí, el predio es espectacular. Es un predio con muchas posibilidades de reconfiguración. Tiene el tema de la distancia, pero nos ocurre también en otros recintos, en otras en otras ciudades. Pero bueno, con la camaradería de autoridades locales para poder abrir el metro creo que es un previo que funciona y mejorable como siempre, pero el predio da. También, digamos, a nivel de sonido, pues hay pocas restricciones y podemos poner incluso más sonido que en Barcelona. Pasa que en Barcelona está bastante más metido en núcleo urbano y eso a veces limita más. Así que tiene cosas muy interesantes.

¿Es posible asegurar que Primavera Sound se va a quedar en Santiago para 2023?

Bueno, la idea es desde luego sí, para darle continuidad. La respuesta yo diría que ha sido bastante mejor de la que hubiésemos pensado en una primera edición. El público lo pide, la ciudad lo pide, los partes han respondido también. Creo que se han dado las circunstancias para continuar, y para nosotros la verdad que que ha sido una experiencia fantástica y desde luego que sí que nos gustaría continuar.

Habiendo tanta oferta de festivales en este momento, incluso en este mismo predio, ¿cuál es la fortaleza que tiene este evento? ¿Qué es lo que identifica a Primavera Sound?

El Primavera Sound es un festival que hoy que trata de diferenciarse, sobre todo por el cartel, lo que me parece que es la parte más obvia, pero la más difícil también por una industria tan concentrada, donde cada vez es más difícil marcar la diferencia. Los carteles se repiten mucho. Creo que el hecho de hacer carteles paritarios, que se nota mucho en el perfil del público de una manera un poco diferente a la que nos sentimos especialmente orgullosos, es una señal de identidad, sin lugar a dudas. También lo es el hecho de que es un festival, que tiene cabezas de cartel muy importantes, pero que no depende de los cabezas de cartel. Es mucho más importante, digamos, toda la línea media que se suele llamar, los que serán los cabezas de cartel del futuro, eso es lo que más nos gusta programar y así intentar identificar cuáles son los próximos sonidos. Ahí es donde nos sentimos más fuertes en realidad.

Y por último, me suele gustar decir que es un festival de carácter artesano en el sentido de que está curado por 12 personas que no trabajan con el algoritmo. No creemos en el algoritmo y programamos lo que nos gusta y lo que creemos que viene. El programar con algoritmos creo que sería muy artificial, ¿no? Entonces, nos gusta ser ebanistas, como se puede decir, unos artesanos.

Si no son los algoritmos de las plataformas, entonces, ¿qué es lo que les permite tomar la decisión de traer a una banda u otra?

Hay una cosa importante también de Primavera Sound, de los grandes promotores europeos, nosotros somos de los últimos que es independiente. Esa independencia nos da libertad para programar y eso es muy importante. Quiero decir, nosotros no tenemos ningún tipo de atadura ni nos debemos a nadie ni nada para programar bandas. Son 12 personas programando desde su pasión por la música, son 12 programando. Hay gente que me dice ‘pues sería el trabajo de mi vida, ¿no?’ Es decir, tienen el trabajo de su vida. Al final son 12 personas que se dedican a viajar, a escuchar y a identificar nuevo talento. Todo nace de ahí.

¿Y cuánto de Primavera Sound había acá? ¿Cuán involucrado estuvo el equipo español con lo que sucedió acá?

Bueno, seguro que hay mucho. Hoy nos apetecía mucho, sobre todo en una primera edición para que respirara ambiente Primavera Sound, que el equipo de España estuviera aquí. De hecho ha trabajado aquí desde hace meses atrás, como bien sabéis, y la conexión con el equipo de aquí ha sido muy buena, es casi familiar, con lo cual una parte muy importante. Esa parte de relaciones humanas, lo que es el backstage, la parte de atrás de los festivales, está ya muy fortalecido y es otro de los fundamentos para poder continuar. Es decir, que hay un fantástico equipo humano detrás.

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