Corría el minuto 26 del duelo entre Montreal y Puebla, por la tercera jornada de la fase de grupos de la Leagues Cup. El delantero uruguayo Emiliano Gómez se colocó frente al balón en el elenco mexicano para servir un lanzamiento penal, mientras, mirándolo fijamente, el debutante Thomas Gillier se golpeaba los guantes. El nombre del arquero chileno, con la 31 en la espalda, pasaba desapercibido entre las estrellas que actualmente militan en los equipos de la MLS. Sin embargo, rápidamente comienza a ganarse un espacio en las consideraciones.

El charrúa chuteó cruzado y a media altura, potente, pero el ex Universidad Católica, que este año abandonó la precordillera para buscar mejores oportunidades, se lanzó ágil hacia su derecha y con las manos firmes sacó el remate.

Sus compañeros corrieron a abrazarlo, ante la locura de los asistentes al Estadio Saputo de Montreal. En la ciudad, en menos de 30 minutos en la cancha, ya saben perfectamente quién es Thomas Gillier.