La nueva era de Boca Juniors al mando de Miguel Ángel Russo tuvo su estreno nada menos que en el Mundial de Clubes que se disputa en Estados Unidos y con Carlos Palacios como titular, en duelo donde sería protagonista de una desafortunada jugada ante Benfica. El duelo, a la postre, terminaría con un amargo empate 2-2.

La decisión del DT de utilizar al chileno entre los estelares ante los lusos en Miami causó cierto grado de sorpresa, ya que en la víspera los distintos medios argentinos daban a la Joya como suplente en el duelo que tuvo en las tribunas al presidente de la FIFA, Gianni Infantino.

En tanto, el cuadro portugués se presentaba con los campeones del mundo argentinos Nicolás Otamendi y Ángel Di María. Este último se despide en el torneo, ya que será jugador de Rosario Central.

Los primeros minutos transcurrieron mientras el elenco europeo tomaba la iniciativa. A los 6′, Renato Sanches tuvo el gol, pero desvió en inmejorable posición. En los 13′, Alan Velasco respondió con un tiro de distancia que se fue elevado.

Pero cuando parecía que las cosas se complicaban, más con la salida por lesión de Ander Herrera, un cabezazo de Palacios le dejó la cancha libre a Lautaro Blanco, para que realizara un notable desborde con un túnel incluido a Florentino, y encontrara a Miguel Merentiel, quien anticipó a Otamendi para meter el pie y poner el 1-0 xeneize, en los 21′.

El gol y el aliento de los miles de hinchas argentinos en la tribuna envalentonó a los pupilos de Miguelo. Así, el segundo tanto no tardó en llegar. A los 27′, un pivoteo de Ayrton Costa le quedó a la cabeza de Rodrigo Battaglia, quien no perdonó en el área.

Palacios había entrado en buena sintonía durante el primer tiempo, pero se transformó en protagonista en el minuto 44, cuando le cometió penal a Otamendi tras un córner. El chileno en su afán de anticipar al central lo impactó por atrás y el juez mexicano César Ramos fue llamado por el VAR para cobrar la pena máxima. La jugada generó tensiones y Ander Herrera se fue expulsado desde la banca. En tanto, Di María, con muchísima clase, definió suave y puso el 2-1, a los 45+3′.

A duras penas, Boca aguantó el marcador en lo que quedaba de la fracción inicial. El descuento claramente cambió la fisonomía del encuentro.

La segunda parte también estuvo repleta de emociones, con Boca intentando salir un poco más de su zona y también movió la banca. Así, a los 66′, Palacios abandonó la cancha, siendo reemplazado por el otro chileno del plantel: Williams Alarcón. La Joya se ganó una amarilla por su extrema lentitud para abandonar la cancha.

Un final infartante

El partido se fue tornando áspero, con los xeneizes jugando con mucha personalidad y caracter para mantener el resultado, manejando los tiempos, e intentando aprovechar los espacios. Además, físicamente, el equipo se vio muy bien. Todos estos aspectos que no se vieron en la era de Fernando Gago.

A los 69′, Battaglia tuvo el tercero, con un cabezazo en el área que se fue apenas desviado. Luego, tres minutos después, el delantero italiano Andrea Belotti vio la roja tras golpear con los tapones la cabeza de Ayrton Costa. El árbitro Ramos, tras revisar en el VAR, anunció por su micrófono la decisión final.

A pesar de lo adversa de la situación, Benfica fue a buscar el empate y Otamendi fue el encargado de conseguirlo, luego de cabecear con absoluta libertad un córner de Orkun Kokcu.

Los minutos finales fueron de infarto. A los 89′, Boca se quedó con 10 en la cancha tras un patadón de Nicolás Figal a Florentino. El marcador no se movería y, por como se dio, Boca terminó lamentando un amargo empate.