El público que esta noche asistió al Estadio Olímpico de Montjuic todavía no se acomodaba en sus asientos cuando Inter de Milán ya había clavado el primer golpe en la ida de las semifinales de la Champions League. Un mal despeje de Jules Koundé, que venía de ser héroe en la final de la Copa del Rey el fin de semana ante Real Madrid, acabó nuevamente en los pies del equipo de Simone Inzaghi en las cercanías del área. Un inicio accidentado para una espectacular definición.

Luego, Denzel Dumfries tomó el balón y centró para Marcus Thuram, quien, sin pensarlo demasiado, le metió el taco a la pelota, algo que sorprendió por completo al portero Wojciech Szczęsny. Cuando el balón entró mansamente a la portería, el cronómetro del partido marcaba apenas los 30 segundos. Un golazo para la apertura de la cuenta de la visita.

Pero el elenco Blaugrana, a pesar de incluso estar abajo 2-0 con un tanto del mencionado Dumfries, nunca se vino abajo. A los 24 minutos, Lamine Yamal tomó el balón en campo rival, se dio vueltas y gambeteó a dos rivales para, una vez dentro del área, sacar un ajustado remate de zurda para el 2-1; un tanto que le daba vida a los locales.