Iván Zamorano sigue siendo un ídolo para la hinchada del Inter de Milán. Los fanáticos de la escuadra lombarda no olvidan su aporte en la década de los noventa, que no sólo se graficó en su entrega, sino también en la entrega, el elemento que cautivó a los seguidores.

Por esa razón, cuando Bam Bam ingresó al Giuseppe para presenciar el derbi de la Madonnina, ante el Milan, recibió una ovación que se prolongó por todo el trayecto que recorrió hasta ocupar su asiento. En el camino, el excapitán de la Selección se tomó fotografías y compartió con el público. Además, saludó con la mano en alto a los que estaban ubicados en la tribuna contigua.

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