Universidad de Chile ya está en Río de Janeiro para disputar el partido más importante del año. Se miden ante Botafogo en la búsqueda de avanzar a los octavos de final de la Copa Libertadores. En ese contexto, miles de hinchas azules viajaron a Brasil para intentar presenciar el trascendental encuentro. Se estima que en total son unos 3.500 los forofos que intentarán entrar al Nilton Santos.

La masiva convocatoria en el extranjero fue abordada por Leandro Fernández. “Es un partido muy importante para lo que aspiramos. Es como si estuviéramos en Chile, la gente nos acompaña a todos lados y nos sentimos respaldados”, dijo el delantero.

Un problema

Claro que en el club local, la presencia de tantos fanáticos chilenos los pone en un problema. Solo les asignaron 2 mil entradas. Esto pese a que el lugar que les pasaron en el recinto tiene cabida para 4.400 individuos. En Botafogo no quieren aumentar el aforo al tratarse de un partido clave.

De hecho, bloquearon 1.500 boletos que fueron adquiridos por chilenos para sectores asignados a público local. El elenco de Río de Janeiro se comprometió a devolver el dinero a los fanáticos en un plazo de 30 días.

Para solucionar el lío, Azul Azul solicitó en primera instancia el respaldo de Sebastián Depolo, el embajador de Chile en Brasil, con la finalidad de allanar un entendimiento que, cuando menos, permita la ampliación del sector del estadio destinado al público forastero. Algo que hasta ahora no ha sucedido.

La carta

Este lunes, Carlos Marín, cónsul general de Chile en Río de Janeiro, envió una carta a Eduardo Monteiro, teniente coronel y comandante del Batallón Especializado para la Vigilancia en Estadios, buscando interceder por los fanáticos de la U. En la misiva solicita que asigne un sector a los 1.500 hinchas que adquirieron entradas en otras localidades.

En paralelo, la Conmebol también está tratando de interceder para que Botafogo ceda en su pretensión. Sin embargo, de momento, la postura del club carioca permanece impávida y aseguran que no se moverán de las 33 mil entradas vendidas en general y 2 mil para los hinchas de la U.

La directiva del Fogao, de hecho, en su afán por llenar el reducto, ordenó que se regalen entradas a los fanáticos del equipo dirigido por Renato Paiva, en caso de ser necesario, ya que juegan una final.