El torneo largo niega a los agoreros

Barrios-Aued

Los 16 elencos de Primera tienen algo en juego, ya sea el título, las copas internacionales o el descenso. Hace 33 años que no había tantos candidatos a la corona.



Había ciertas dudas. Incluso en el Consejo de Presidentes del 15 de diciembre de 2017 algunos timoneles de clubes amenazaron silentemente con un motín previo a la votación para elegir el sistema de torneo. Y de los jugadores, ni hablar. Nico Peric, Tigre Muñoz o Mathías Riquero se camiseteaban con los campeonatos cortos. El torneo largo, formato electo por los mandamases, era mirado con recelo. "Porque algunos equipos quedan rezagados", "porque con los cortos todos pelean algo", "porque están hechos para los grandes", decían. A dos fechas del final del presente certamen, nada de eso ocurrió.

Hoy, con apenas 16 partidos por disputarse de los 240 que tiene el torneo, cada uno de los 16 elencos que componen la Primera División está jugándose algo. Con Universidad Católica a la cabeza, hay cuatro aspirantes al título (aparte de los cruzados, la UdeC, la U y Antofagasta). Además de San Luis y Temuco, los que hoy descienden, otros cuatro elencos (Everton, Palestino, Iquique y Audax Italiano) podrían caer a la B. Además, hay seis cuadros (Unión La Calera, Colo Colo, Huachipato, Unión Española, O'Higgins y Curicó Unido) que se pelean entrar a la Copa Sudamericana. Y encima, los tres de más arriba, aún cuando no se queden con la corona, sí se disputan entrar o a la fase de grupo de la Copa Libertadores, a la ronda previa o bien, ser Chile 1 en la Sudamericana, el premio mínimo ya asegurado por todos ellos. Antofagasta, en el peor de los casos, será Chile 2.

A dos fechas del final, cuatro elencos se pelean la corona de campeón, algo que con formatos de torneo largo no ocurría desde 1985, cuando Cobreloa, Everton, Colo Colo, Unión Española y Cobresal tenían chances de quedarse con el título. Solo en otras seis oportunidades (1960, 1958, 1950, 1944, 1938 y 1935) hubo tantos candidatos a tan poco del final.

Más: en 41 de 56 torneos largos con dos o tres ruedas (sin fases finales) que se han jugado en Chile, el campeón, tal como ahora, no estaba definido a falta de dos fechas por jugar. Solo en 15 hubo un monarca con 180 minutos de antelación.

Un golpe seco para los críticos del torneo largo. ¿Irregularidad? ¿Bajo nivel? ¿Competitividad? El tiempo lo dirá. Lo cierto es que los fríos números tienen a 16 equipos encendidos, con mucho en juego. Y ciertamente, mucho aún por decir.

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