Del orden a la dispersión: El inesperado efecto del triunfo del Rechazo en la centroderecha

De la noche a la mañana, el bloque opositor pasó de la disciplina lucida durante la campaña, a una atomización ante la forma de continuar el proceso constituyente. Ello, en medio del apuro oficialista por cerrar cuanto antes un acuerdo que deje atrás el mazazo recibido en el plebiscito. “Cambiar (el compromiso suscrito) para hacer una NC sería una vuelta de carnero impresentable”, advierte Javier Macaya (UDI).


Los partidos de Chile Vamos y Republicanos no tuvieron mucho tiempo para disfrutar el golpe propinado al oficialismo en el plebiscito. El sorpresivo 61,86% de las preferencias obtenidas por el Rechazo (7.882.958 votos) desordenó al sector de cara a un nuevo proceso constituyente, se concretaron cuentas pendientes y se reactivaron algunos líderes que se encontraban fuera de la cancha, como Mario Desbordes, Iván Moreira, Carlos Larraín y Andrés Chadwick, entre otros.

La tarde del miércoles los partidos y bancadas parlamentarias (además de uno que otro curioso) llegaron a la Sala Jaime Guzmán del Senado, en Valparaíso, para participar del puntapié inicial al nuevo itinerario constituyente.

Antes de que empezara el encuentro, la competencia entre algunos representantes de la centroderecha por un asiento en torno a la gran mesa de caoba hizo prever que el proceso que viene no tendrá el fair play y disciplina que mostró el sector en la reciente campaña del Rechazo.

Un dato clave para entender las negociaciones que continúan mañana a las 9.00 en el ex Congreso -paradójicamente el mismo lugar donde sesionó la Convención- es que los senadores de la ex Concertación (PS, PPD y DC), sin el PC y el FA, pueden lograr un acuerdo de mayoría de 4/7, ya sea con Renovación Nacional o con la UDI. Es decir, cualquiera de los dos partidos podría “arrancarse con los tarros” en algún momento de las negociaciones, advierte una fuente del sector, aunque lo ve poco probable que pudiera ocurrir.

Otro factor que está sobre la mesa son los tiempos para convocar una eventual nueva elección de constituyentes. Hay sectores en la derecha que calculaban que unos comicios realizados lo más pronto posible les favorecerían, ya que tomarían el impulso del triunfo del Rechazo.

Sin embargo, el Servel ya informó que -por logística- una elección no se podría concretar antes de marzo de 2023.

A continuación, once jugadores de la centroderecha que buscarán imponer sus términos en una negociación que el oficialismo busca apurar para dejar atrás el papelón vivido el domingo pasado.

1. José Antonio Kast (PR)

Antes de que empezara este segundo tiempo constituyente, el líder de Republicanos sacó de la cancha a Rojo Edwards, quien el 7 de enero lo había sucedido en la dirección del partido. La relación entre ambos se fue quebrando paulatinamente durante la campaña del plebiscito, luego de que el senador se alineara con la estrategia de Chile Vamos (sin Kast, sin partidos y dejando el protagonismo a la sociedad civil), a veces, sin consultarle a él ni a la bancada de diputados, como le reprocharon.

El plan Kast es oponerse a una nueva Convención electa, endurecer su oposición al gobierno y atraer a militantes de la UDI y RN que no se sientan a gusto con la postura de Javier Macaya y Francisco Chahuán, quienes prometieron “enterrar” la Constitución del 80.

2. Diego Schalper (RN)

El diputado ha buscado aplacar en el último tiempo su imagen de “duro” con un discurso más moderado y colaborativo con el oficialismo, tendiendo puentes con varios de sus pares frenteamplistas. El lunes pasado, en un debate organizado por La Tercera TV, coincidió con la diputada Emilia Schneider (Comunes) en una serie de aspectos para continuar el proceso constituyente, entre ellos, avanzar sin apresurarse, privilegiar el rol de los partidos y garantizar los derechos sociales en una nueva Constitución (NC).

Pero más allá de sus declaraciones, Schalper, al igual que Chahuán, tienen hoy una postura que está a la derecha de la UDI y Evópoli. Esta es una Convención mixta compuesta por miembros de la Comisión de Constitución de ambas cámaras, la Sala Constitucional de la Corte Suprema, el ministro de Justicia, un integrante del Tribunal Constitucional, cinco rectores de universidades, cinco decanos de Derecho y 15 personas por sorteo. Es decir, sin elecciones.

3. Arturo Squella (PR)

Miembro del círculo de hierro de Kast, Arturo Squella había optado por un bajo perfil, hasta que el líder de Republicanos le pidió saltar a la cancha y ser el representante del partido en las negociaciones.

El profesor de Derecho Constitucional en la U. San Sebastián -que Kast busca instalar en la presidencia del partido en las próximas elecciones internas- llegó el miércoles al Congreso para participar en la primera reunión con el resto de los partidos, donde se encontró con el saliente Rojo Edwards.

“No estamos de acuerdo con una nueva Convención, los cambios constitucionales tienen que darse en el Congreso Nacional. El resultado del domingo fue lo suficientemente contundente para entender que los chilenos no queremos nuevos experimentos”, señala Squella a LT Domingo.

La propuesta de Republicanos, adelanta, “es una comisión de expertos elegida por el Congreso (elección indirecta) en proporción a lo que representa cada fuerza, para luego ser votado por los parlamentarios y, si se quiere, ratificado en un plebiscito”.

4. Juan Antonio Coloma (UDI)

Es el último coronel activo en la UDI (Jovino Novoa falleció, Pablo Longueira está fuera y Andrés Chadwick influye desde el anonimato) y, por ende, el encargado de representar la voz más conservadora y acorde a la historia del partido. Y aunque la apuesta de Coloma es la influencia en los temas económicos (reformas tributaria y de pensiones), esta semana fijó su postura en favor de un mecanismo completamente distinto a la pasada Convención.

No obstante, fuentes de la UDI señalan que Coloma (quien en marzo asumirá la presidencia del Senado) está completamente alineado con Javier Macaya y que no interferirá en su plan para impulsar una nueva Carta Magna.

5. Francisco Chahuán (RN)

Durante la campaña, el presidente de RN se jactó -y con razón- de tener alineados a sus parlamentarios, incluso se fotografió con ellos en una comida en su casa en Concón semanas antes del plebiscito. Pero de la noche a la mañana, sus huestes se dividieron frente al mecanismo para continuar la discusión constitucional.

Chahuán se encuentra hoy tironeado por un sector más liberal de RN -liderado por el jefe de la bancada, Andrés Longton, Desbordes y Paulina Núñez, entre otros-, quienes no se cierran a ninguna opción, y un grupo de senadores “duros” que ya dio un fuerte portazo a una nueva Convención elegida universalmente. “Soy partidario de que sea redactada por expertos y por ningún motivo debemos llamar a una votación. Esa es mi posición y la de varios senadores de RN”, dijo el jueves el senador Juan Castro, uno de los invitados a una comida realizada la noche anterior en la casa del expresidente de RN Carlos Larraín, en que pactaron evitar a toda costa nuevos comicios que pudieran llevar a un nuevo triunfo de la izquierda, como ocurrió en mayo del año pasado.

Paralelamente, en la directiva de RN ha vuelto a rondar el fantasma del acuerdo suscrito en marzo entre el PS y la UDI, que los dejó fuera de la mesa del Senado y de las presidencias de las comisiones más importantes.

6. Mario Desbordes (RN)

Tras varios meses de recogimiento, en que se dedicó a fidelizar sus bases en RN y a tender puentes con la centroizquierda del Rechazo, esta semana Desbordes volvió al Congreso e incluso se reunió con Francisco Chahuán, con quien no hablaba desde las tensas elecciones internas en que fue derrotado. Su apuesta es ayudar en esta segunda etapa del proceso constituyente, del cual se siente parte al haber sido uno de los impulsores el acuerdo del 15-N.

El exministro de Defensa apuesta por un reordenamiento de las fuerzas en el sector tras este segundo acuerdo constituyente. “Es probable que algunos que hoy día están en la UDI y en RN se sientan más cómodos con los republicanos. Otros nos sentimos más cómodos mirando hacia el centro, y probablemente venga un rebaraje natural que debería ser amistoso”, señaló la semana pasada en La Tercera.

7. Jaime Bellolio (UDI)

El domingo pasado, dichoso con el resultado del plebiscito, Sebastián Piñera invitó a celebrar a su casa a su actual equipo de colaboradores políticos -Karla Rubilar, los RN Juan José Ossa, Rodrigo Ubilla y Juan Francisco Galli, y los UDI Jaime Bellolio, Rodrigo Delgado y Max Pavez, entre otros- y con quienes buscó influir en la campaña con más y menos suerte en algunos casos.

Su exvocero (Bellolio) seguirá siendo la voz del piñerismo en la continuación del proceso constituyente, con una osada postura que chochará de frente con los sectores más conservadores. Esta es, una Convención electa, con menos integrantes, con plazos más acotados, sin listas de independientes y con representantes de pueblo originarios, que sean proporcionales al número que votan. Sólo acompañada de una comisión de expertos, cuya labor sea de asesoramiento.

8. Luz Poblete (Evópoli)

“La directiva nacional de Evópoli quiere ser clara en que cumplirá su palabra”. Así comienza la declaración -suscrita por la comisión política de Evópoli- de la tarde del viernes, en que el partido acordó apoyar una nueva elección que permita definir democráticamente una nueva Convención.

La decisión agregó una cuota más de incertidumbre en Chile Vamos. “Ratificamos nuestro compromiso por una nueva Constitución, coherente con nuestros orígenes y recalcando que la participación ciudadana es fundamental para darle la legitimidad que requiere este proceso”, señala el comunicado.

“Vamos a pelear por un nuevo proceso participativo y una nueva Constitución. Eso está oleado y sacramentado”, agregó a LT Domingo la presidenta del partido, Luz Poblete, quien, pese a no ser parlamentaria, hizo sentir la voz de Evópoli en la campaña del plebiscito, cada vez que fue necesario, y quiere seguir haciéndolo ahora, junto al diputado Francisco Undurraga y el senador Luciano Cruz-Coke.

9. Javier Macaya, UDI

Se le reconoce como uno de los grandes artífices del triunfo del Rechazo, entre otras cosas, porque en plena campaña se abrió a cambiar la Constitución del 80, imponiendo la visión de una nueva generación en la UDI. Para Macaya, la continuidad del proceso es una oportunidad histórica que tiene el partido para ser un actor relevante en la NC y cerrar el tema por los próximos 40 o 50 años. Para ello, cuenta con el apoyo de todo el gremialismo, a diferencia de la compleja situación que enfrenta su par de RN. “Cambiar (el compromiso suscrito) no sólo sería una vuelta de carnero impresentable, sino que perdería todo sustento y razón de ser un proyecto como la UDI”, advirtió el viernes en redes sociales.

10. María José Hoffmann (UDI)

Esta fue una semana llena de celebraciones para la secretaria general de la UDI, María José Hoffmann, quien durante la campaña jugó un rol clave en la articulación del trabajo territorial recorriendo 15 regiones en tres meses, junto a las exconvencionales Constanza Hube y Katherine Montealegre, entre otras.

Junto a Macaya, la dupla se la jugará por una Convención elegida democráticamente, volviendo a mostrar a una UDI más moderada y dialogante, y manteniendo en la orilla de la cancha a la vieja guardia.

11. Paulina Núñez (RN)

Pese a las diferencias al interior de su partido, en Chile Vamos y con el oficialismo, la jefa de los senadores de RN (la bancada más grande, con 12 de 50 escaños) confía en que muy pronto se repetirá un acuerdo parecido al 15-N que abrió el camino a una NC.

Para ella no está en duda el apoyo a una nueva Constitución y el cumplimiento de la palabra empeñada, lo que la convierte en otra de las jugadores claves a favor de un nuevo proceso democrático y representativo. “Muchas personas terminaron rechazando el texto que proponía la CC sabiendo que el compromiso de distintas fuerzas políticas era avanzar hacia una buena y nueva Constitución”, advirtió esta semana, enviando un velado mensaje a los “duros” de su colectividad.

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