Los imperdibles de este verano en Valparaíso y Viña del Mar

Enero de 2023, Valparaíso. Atardecer en la Cervecería chungungo, ubicada en el Muelle Barón, con vista a la bahía. Foto: Marcelo Benítez.

Paseos costeros, áreas verdes y centros culturales. Restaurantes y cervecerías. Todo eso en un listado de quince lugares a conocer -o reconocer- en Viña del Mar y Valparaíso, esta temporada de verano.


Es verano y en Valparaíso y Viña del Mar, los turistas recorren calles y locales. Miran, pasean, disfrutan, pero también buscan. Preguntan por picadas, por lugares buenos bonitos y baratos. O por lo que están de moda, lisa y llanamente. Y para hacer más entretenido ese (re)descrubrir ambas comunas, La Tercera elaboró un listado con quince lugares. A lo mejor no son impostergables, pero sí desconocidos, y pueden ayudar en el objetivo final: disfrutar los días que quedan de febrero.

Valparaíso

Santuario de la Naturaleza: Acantilados Federico Santa María

Los Acantilados Federico Santa María son, desde 2006, un Santuario de la Naturaleza ubicado en la localidad de Laguna Verde, al sur de Valparaíso. El área, de 296 hectáreas, se caracteriza por su “alto valor ambiental”, declara el Consejo de Monumentos Nacionales en su página web. Se llega en vehículo, tomando el camino La Pólvora en dirección a Laguna Verde hasta alcanzar el viaducto La Fábrica (unos 30 minutos), donde se aprecian unas barreras y un camino de tierra.

Su ingreso es gratuito, cruzando un portón blanco, donde es posible estacionar. Ya dentro se advierte el sendero, que desciende desde la terraza del acantilado (a unos 220 msnm) hacia el mar; un camino ancho y sin altas pendientes, que pueden recorrer niños y adultos mayores sin problemas. El camino -de una hora de descenso y 50 minutos de ascenso- exhibe la fauna y flora nativa del lugar, donde destacan, entre otros, ejemplares de ambientes precordilleranos (oreganillo y Menonvillea linearis), de zonas más húmedas (yerba del pasmo y lun) y de ambientes costeros (pircún, pata de guanaco, Salicornia fruticosa, chupalla, orquídea del campo, quisquito, quisco costero y lirio del campo).

El recorrido, además, posee dos miradores desde donde se puede observar la amplitud de los acantilados y también Laguna Verde. Un panorama ideal para relajarse y escapar del bullicio de la ciudad.

Acantilados Federico Santa María, al sur de Valparaíso. Foto: Marilia Gutiérrez @marigutierrezb

Espacio La Compañía

A los pies del Cerro Larraín, en el centro de Valparaíso, se encuentra la antigua Iglesia de los Sagrados Corazones de Jesús, que desde marzo de 2021 comenzó a funcionar como el espacio cultural La Compañía, y también de residencia laboral de arquitectos, diseñadores y psicólogos, entre otros profesionales. El templo, sus dependencias y jardines fueron refaccionados por el Colegio de Arquitectos, gracias a un fondo de patrimonio que permitió recuperar el cielo de la iglesia.

Por estos días, en el centro se celebran perfomances, conciertos (ha tocado Roberto Bravo, Bronko Yotte y Niña Tormenta), simposios y talleres para niños. Constanza Valdebenito, arquitecta y diseñadora lumínica, cuenta que el lugar operó como residencia de tres sacerdotes hasta el estallido social. Después de eso, los jesuitas pasaron el comodato a una organización (Puka) con el compromiso de refaccionar el lugar. Así partieron con el cielo y ahora fue declarado admisible otro fondo, “pero en la categoría de riesgo. El proyecto se llama Jardín Jesuita, obra de emergencia para el rescate y apertura de una nueva área verde urbana para Valparaíso”, cuenta la arquitecta.

Valdebenito invita a conocer La Compañía “porque es un lugar único en Valparaíso, un Monumento Nacional abierto a la comunidad, que quiere darse a conocer y recibir a la gente de Valparaíso, y también de otras regiones”. El centro funciona toda la semana y tiene actividades gratuitas y de pago. La cartelera se puede consultar en el Instagram @espaciolacompania.

Enero de 2023. Valparaíso. Vista interior de la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús, hoy espacio La Compañía, ubicada a los pies del Cerro Larraín. Foto: Marcelo Benítez @dosier_fotoperiodismo

Parque Cultural de Valparaíso (PCdV)

Ubicado en el cerro Cárcel, el PCdV -centro cultural, sitio de memoria y espacio con vocación pública- cuenta con áreas verdes (pasto y árboles bajo los cuales descansar, a la sombra) y un mirador de vista privilegiada hacia los cerros y bahía del Puerto. En su interior posee dos Monumentos Nacionales (la Casa de Pólvora, construida entre 1808 y 1810; y el edificio de la ex Cárcel Pública de Valparaíso). Según informó el PCdV, en este espacio se desarrollan, presentan y viven las artes, junto con ser “una experiencia que sitúa a público y comunidades en un sitio de memoria y en un lugar histórico, tanto por el patrimonio material como por la historia del lugar en el que se encuentra ubicado”.

Mario Ahumada, director ejecutivo (s) del Parque, indica que “este espacio ha acompañado por más de 200 años a la ciudad de Valparaíso. Primero, como parte del sistema de defensa que implementó la colonia española en la bahía y, luego, como recinto penitenciario. Desde 2011 a la fecha es un espacio que está comprometido con las artes, las memorias y el territorio. Pueden venir a disfrutar de una tarde en familia bajo los árboles, conocer de su historia y también de las experiencias artísticas que se llevarán a cabo en este mes de febrero”.

Foto aérea del Parque Cultural de Valparaíso. Foto: PCdV

Pizzería Ciudad de Pie

“Gabriela Mistral llamaba a Valparaíso Ciudad de Pie”, afirma Sebastián Toledo, uno de los dos fundadores de esta pizzería que lleva su nombre y está ubicada en la Subida Ecuador de Valparaíso. Junto a su excompañero de colegio, Renato Colombo -ambos estudiaron en la Scuola Italiana del Puerto- en febrero de 2019 se aventuraron con el proyecto, que no ha pasado inadvertido, y que de a poco se ha hecho conocido por la calidad de sus pizzas.

Con una capacidad para 40 personas, este local deslumbra por su ambiente tranquilo, atención grata, música a elección -uno anota el tema que quiere escuchar en un papel y lo entrega-, linda decoración con paredes de calamina y terciado laminado y, por supuesto, sus deliciosas pizzas del tipo napolitana -la Don Giovanni, con salsa de pesto genovesa, es imperdible-. Estas son fabricadas con productos importados directamente de Italia (su proveedor es Qifood, qualitá italiana) y cocinadas en horno a leña, siguiendo los lineamientos de la organización Associazione Verace Pizza Napoletana (AVPN), a la cual están adscritos, y que le dan a sus pizzas un carácter “más global, más transversal”, cuenta Toledo.

También cuentan con una carta de postres donde destaca el tiramisú, la panna cotta y el cremoso de limón. Y, últimamente, también innovaron en los cócteles: cuentan con pisco sour, negronis y mojitos. “No queremos ser un local de moda, queremos que trascienda”, sueña Toledo.

Fachada de la pizzería Ciudad de Pie, ubicada en la Subida Ecuador de Valparaíso. Foto: Marcelo Benítez

Cervecería Chungungo

“La temporada de verano ha estado buenísima”, afirma Carlos Celedón, dueño de la Cervecería Chungungo, ubicada en el Muelle Barón de Valparaíso. El físico, ex académico de la UTFSM, cuenta que el lugar inició como centro de buceo -hoy solo realiza inmersiones específicas “a un público VIP”-, y que poco a poco fue incorporando la venta de alimentos y bebestibles, hasta convertirse en lo que es hoy día: una cervecería temática, que ha sido bien recibida por el público porteño.

El espacio -como bar- lo inauguró en 2019, inspirado por su paso por Austria y otros países europeos cerveceros, donde estos líquidos se beben y comparten en jardines cercanos a las riberas de los ríos o lagos, en largas mesas tipo camping. Así dispuso 24 mesas, en dos niveles, donde hoy jóvenes degustan los ocho tipos de cervezas que él mismo fabrica, en el Cerro Los Placeres.

Dentro de la variedad destacan la Pilsen Golden, la Irish -con toques de caramelo y madera tostada-, la Stout, la IPA -media aduraznada-, y ahora último, la deliciosa y liviana Hidromiel. El local también recibe a familias y ciclistas que recorren la costanera hacia Viña del Mar y Concón.

El negocio ha sido un éxito. En la fábrica cada vez produce más cervezas, con precios accesibles: el shop de 500 cc cuesta entre $ 3.500 y $ 4.000, y una hamburguesa (recomienda las que van acompañadas de queso de cabra), $ 6.500. El equipo de Chungungo invita a conocer el local (abre todos los días, entre las 12:00 y las 21:30), “porque tiene la mejor vista de la bahía, la mejor burger y la incomparable cerveza chungunga 100% porteña”.

Enero de 2023, Valparaíso. Atardecer en la Cervecería Chungungo, ubicada en el Muelle Barón, con vista a la bahía. Foto: Marcelo Benítez.

Cine Insomnia

Partió el 2011 proyectando películas en el Teatro Condell de Valparaíso (construido hace 111 años) y fue fundado por un grupo de cinéfilos “porque somos fanáticos del cine y nadie más lo estaba haciendo”, cuenta Leonardo Torres, uno de los miembros fundadores del proyecto. Hoy Cine Insomnia es “la única sala de cine del Puerto”, asegura Torres.

Desde que en 2015 asumieron el contrato de arriendo, la organización ha ganado distintos fondos, que les ha permitido arreglar butacas, piso y conseguir un proyector de cine digital DCP (Digital Cinema Package). Su oferta es “contenido de calidad, que no se ve en otros cines, de otras latitudes y también chileno y latinoamericano”, dice el director ejecutivo.

En febrero tendrán funciones infantiles 2x1. Las entradas van de los $ 2.500 a los $ 3.000.

Enero de 2023, Valparaíso. Vista interior del Teatro Condell, donde opera el Cine Insomnia, ubicado a un costado de la Plaza Victoria. Foto: Marcelo Benítez.

Caminata por la avenida Altamirano

La avenida Altamirano se puede definir como paseo junto al mar que comprende el camino desde Caleta el Membrillo hasta la playa Las Torpederas. Su nombre se debe al militar, político y abogado Pedro Eulogio Altamirano Aracena.

Este recorrido por el borde costero permite estar en contacto con el mar y, también, es ideal para hacer deportes como caminata, trote y ciclismo.

Durante el trayecto por la avenida es posible encontrar lugares como la Hélice, la Plaza Rubén Darío y la Playa Carvallo. Además, en el camino hay diversos miradores que permiten disfrutar la vista a la bahía, donde se alcanza a apreciar Viña del Mar, Concón y el cordón montañoso de la Cordillera de la Costa (La Campana, El Roble, Vizcachas, Punta Imán y La Campanita) y observar aves como el pato yeco, la cotorra común y gaviotas.

Avenida Altamirano, en Valparaíso. Foto: Municipalidad de Valparaíso.

Viña del Mar

Jardín Botánico: Sector Los Robles

El incendio que enfrentó en diciembre el Jardín Botánico consumió 122 hectáreas de la zona de conservación -casi un tercio del lugar-, mas no del sector de visitas, que sigue operando con normalidad de lunes a domingo entre 9:00 y 17:30 horas. “Febrero está entretenido”, cuenta su director, Alejandro Peirano, ya que “tenemos feria kids, el 11 y 12; feria mundana -con ecoproductos-, el 18 y 19, y el último fin de semana estamos evaluando si hacemos una feria vintage, que está programada”. También hay canopy para niños y arriendo de bicicletas.

Uno de los lugares que ha pasado desapercibido en el Jardín, por estar más alejado de la entrada y camino hacia la laguna, es el sector Los Robles: ahí es posible apreciar ejemplares de árboles como Perezia sp, Schinus montanus, Adiantum gertrudis, Alstroemeria garaventae, Chuquiraga ulicina, Anartophyllum sp, Chloraea picta y Puya coerulea. Se accede caminando en dirección a la Laguna Linneo (ver mapa del lugar) hasta alcanzar el último baño, al final del Prado Los Tilos, donde se comienza a bajar. Allí se encuentra un cartel amarillo que indica hacia Los Robles, con flecha a la izquierda. Finalmente, se cruza un puente de madera, se sigue caminando hasta el Palmetarium (colección de variedad de palmeras) y luego se verá una escala que llega al lugar. Es un buen recorrido para hacer en bicicleta o con perros.

Sector Los Robles, en el Jardín Botánico de Viña del Mar. Foto: Jardín Botánico.

Museo Palacio Rioja

Este museo reabrió sus puertas el pasado 24 de enero, retomando sus actividades culturales luego de permanecer cerrado para resguardar las obras del Museo Palacio Vergara, expuesto al incendio de diciembre en la Ciudad Jardín. En adelante, vecinos y turistas pueden volver a recorrer el espacio con sus ornamentados salones, mobiliario de época y objetos de artes decorativas que, junto a sus jardines, conforman un “panorama cultural y patrimonial imperdible en esta temporada estival y durante todo el año”, informó el centro en su Instagram.

Este espacio brinda una amplia y variada programación gratuita, que incluye visitas guiadas, cursos, talleres, ciclos de cine, exposiciones temporales, así como sus lindos jardines (y una espléndida cafetería), además de una de las colecciones de arte decorativa más importantes del país. Funciona de martes a domingo, de 10:00 a 13:30 horas y de 15:00 a 17:30 horas, en calle Quillota 214.

Museo de artes decorativas Palacio Rioja. Foto: Municipalidad de Viña del Mar.

Cine Arte de Viña del Mar

La sala fue fundada en 1967 por un grupo de amantes del cine, encabezados por el doctor y cineasta Aldo Francia, a quienes se les atribuye la realización del Primer Festival de Cine Latinoamericano. Desde entonces, ha permanecido de forma continua exhibiendo principalmente cine arte, cine independiente, cine de culto y estrenos comerciales. Es un cine que ha sobrevivido a las cadenas de multisala y al streaming. También al estallido social y a la pandemia. Estos factores han generado una importante merma de público e ingresos, que ha llevado a la administración a arrendar la sala para diversos eventos culturales.

Si bien Cine Arte no ha sido declarado oficialmente patrimonio de la ciudad, su trayectoria ininterrumpida lo ha convertido en un centro cultural icónico, ubicado en pleno centro de Viña del Mar, en la Galería Vicuña Mackenna. Bruno Francia, socio y administrador, recomienda su visita a “aquellos que tengan interés en conocer cómo eran y funcionaban antiguamente las salas de cine y quieran ver películas de calidad”.

Los precios de las entradas son: lunes y miércoles, $ 3.500 general; martes, $ 3.000 general; jueves a domingo y festivos, $ 4.500, y adultos mayores y estudiantes, $ 3.000 toda la semana. Durante febrero la sala tendrá numerosas funciones de obras de teatro y eventos musicales, como Cabros de mierda (Marilú Cuevas y Cata Ayala); Hijo, tu novia es un travesti (Marilú Cuevas, Felipe Armas y Andy Alvarado); Los Beatlemen (tributo a los Beatles); y Piazzola Flamenco. Los precios de estos eventos se pueden revisar en PassLine, también en la pagina web www.cineartevina.cl, en Facebook Cine Arte Viña del Mar y en Instagram @cinearte.vina

Enero 2023, Viña del Mar. Vista del frontis del Cine Arte, ubicado a un costado de la Plaza Vergara. Foto: Marcelo Benítez.

Bar Good Nick (vegano)

El bar Good Nick es un local vegano, ubicado en 8 Norte 498. Abre de lunes a domingo y ofrece una carta reducida que incluye brunch, cocktails y snacks. Es conocido en Viña del Mar por el buen gusto en música, diseño y la cercanía con el staff, además de sus ingredientes que son basados en plantas. La atención es en barra, no se hacen reservas y es por orden de llegada.

Este lugar se ha transformado en punto de encuentro para muchos extranjeros, además de vecinos, gracias a los años de experiencia en el rubro de su fundadora, María José Silva Soler. Los platos más pedidos son el Smashed Avo ($ 6.000), Shakshuka ($ 6.500), Buffalo Bites ($ 6.000) y Cheeky burger ($ 8.000).

Bar Good Nick, en Viña del Mar, ubicado en 8 Norte, en las cercanías del Muelle Vergara. Foto: Marcelo Benítez @dosier_fotoperiodismo

La laguna de Sausalito

La Laguna Sausalito es uno de los dos espejos de agua que tiene Viña del Mar (junto con el Tranque de Forestal). A un costado del estadio del mismo nombre, cuenta con una superficie de 9,8 hectáreas. En su perímetro se encuentra, además del estadio, un skatepark, senderos y lugares de esparcimiento tranquilos para el paseo. Para acceder se sube por la calle 7 Norte. En el sector de la laguna, además, hay un pequeño embarcadero. La naturaleza y tranquilidad son sus principales características.

Laguna de Sausalito, en Viña del Mar. Foto: Marcelo Benítez @dosier_fotoperiodismo

Picada: Restaurante Las Gaviotas

El dueño del restaurante Las Gaviotas, Christian Mais (47), cuenta que el local fue fundado en 1975 por una tía y su abuela: Felicinda y Eliana Gutiérrez. Y que es, junto con la Flor de Chile, uno de los más antiguos en Viña del Mar.

Ubicado en las cercanías del mall de 14 Norte, Las Gaviotas es reconocido y querido por viñamarinos y también porteños y santiaguinos, que no han dejado de visitarlo, transmitiendo la costumbre de generación en generación. Los comensales “agradecen que aún estemos en funcionamiento, por la antigüedad del local”, señalan desde su administración.

Los clientes llegan por el boca a boca, agrega Mais, y es que la oferta de típica comida chilena y a precios accesibles atrae a cualquiera. Menciona, por ejemplo, la cazuela, el arrollado de cerdo o de pernil y el lomo a lo pobre. También ofrecen vinos, bebidas y pisco sour, que elabora el mismo dueño, con un pisco cuya marca prefiere omitir (y que parece ser su secreto). De postre están las tradicionales papayas o duraznos al jugo, castañas o higos al almíbar, alemendrado y leche asada. El local cuenta con 100 mesas y abre de lunes a domingo, entre las 12:30 y las 17:00.

Interior del tradicional restaurante Las Gaviotas, ubicado en calle 14 Norte, Viña del Mar. Foto: Marcelo Benítez @dosier_fotoperiodismo

Restaurante Daily Dish (vegano)

La carta de este local está basada 100% en plantas. Es tranquilo, con terraza y decorado a base de naturaleza, ubicado en plena avenida San Martín de Viña del Mar. En él es posible optar por un almuerzo rico, pero sano, donde los clientes eligen los ingredientes de cada bowl ($ 6.490), sándwich ($ 5.490) o wrap ($ 5.990). Lo anterior, cuentan sus administradores, “se vuelve toda una experiencia entre su variedad de proteínas y salsas caseras”.

El restaurante ofrece también desayunos y onces, para antes o después de un día de playa, considerando su cercanía con la avenida Perú. De hecho, “¡mucha gente elige llevarse su bowl a la playa!”, cuentan en el local.

Este sitio es recomendado para quienes, además, tengan ganas de comer algo dulce, con opciones veganas deliciosas como los tradicionales rollitos de canela del local ($ 1.200) hasta snickers ($ 1.700) y blondies ($ 2.800), que se pueden acompañar con un café, té o alguna bebida más artesanal o saludable como un jugo natural ($ 3.000) o una kombucha (desde $3.000).

Restaurante Daily Dish, en Viña del Mar. Foto: Daily Dish

*Bonus track: paseo en bicicleta del Casino de Viña hasta Reñaca (o Concón)

Un paseo ideal para realizar durante las vacaciones es el recorrido en bicicleta entre el Casino de Viña del Mar -al comienzo de la avenida Perú- hasta la playa de Reñaca. Para los más avezados, el recorrido se puede extender hasta Concón (playa La Boca), donde hay varios cafés para pasar a media mañana o comer una empanada mirando el mar en el restaurante Las Deliciosas. Hay ciclovías, pero no disponible en todo el trayecto. Lo mejor es realizarlo durante la mañana, cuando todavía hay pocos turistas caminando por ese borde costero, donde también hay personas que trotan o andan en patines.

Enero 2023, Viña del Mar. Vista del borde costero entre la playa Las Salinas y la playa de Reñaca. Foto: Marcelo Benítez.

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