Hace tres semanas que Carabineros y el gobierno monitorean los llamados “viernes en Plaza Italia”. Hasta el momento, se tratan de pequeñas manifestaciones, con no más de 30 personas. Para las autoridades, estas podrían ser las primeras señales de un eventual “estallido 2.0″ y por lo mismo, se ha replicado la estrategia de intervención que se aplicó a fines del año pasado: detener ante la mínima escaramuza en la vía pública.

Al interior de Carabineros ya comenzaron los preparativos para la primera conmemoración del 18 de octubre, para la cual restan 41 días, y en el marco de estas labores es que trabajan en diseños internos para tener listo un plan de contingencia ante posibles protestas en Plaza Italia y otros sectores de la Región Metropolitana. De esta manera, uno de los puntos que se ha reforzado son los implementos destinados a las labores del control del orden público.

Así, hoy Carabineros, además de renovar su flota de vehículos de intervención policial, como los carros lanzaguas y lanzagases, también ha adquirido otros elementos. Según explicó a La Tercera PM el jefe de Orden y Seguridad Nacional, general Ricargo Yáñez, “con apoyo del gobierno y del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, hemos podido incorporar y renovar medios logísticos. Además, seguimos trabajando en la formación continua del personal; por ejemplo, con capacitaciones y reentrenamientos en el ámbito de los Derechos Humanos”.

En cuanto a los “medios logísticos”, el general Yáñez indicó que “la renovación de vehículos lanzaaguas, vehículos tácticos y de transporte de personal, como asimismo la incorporación de nuevas cámaras corporales y elementos de protección para prevenir lesiones de los carabineros, tales como protector mandibular, balaclavas ignífugas, escudos de protección vertical y guantes antitrauma, entre otros”.

Sobre los escudos de Carabineros, estos miden 1,80 metros y tienen la funcionalidad de proteger toda la parte frontal de los policías. El general Yáñez advirtió que “entre el 18 de octubre y el 31 de diciembre registramos un total de 8.957 eventos”, donde 642 vehículos de Carabineros fueron dañados y 3.184 uniformados fueron lesionados, de los cuales un 15 % presentó heridas de gravedad.

En la institución también se entregaron directrices para evitar que civiles resulten heridos de gravedad. Es por eso que además de renovar las escopetas antidisturbios, las que contienen proyectiles más grandes y con más capacidad de control (con tres pelotas de goma, y no 12 como lo eran las antiguas), la instrucción para los más de 1.200 funcionarios de Control y Orden Público (COP) es disparar solo cuando sean objeto de un ataque violento y siempre apuntar bajo la cintura. Es decir, ahora esta arma tendrá solo un fin defensivo y no como un instrumento para controlar el orden público.

En ese sentido, Yáñez señaló que “hemos avanzando en los procesos internos de esclarecimiento de eventuales faltas a nuestra normativa institucional y hemos dado claras muestras de nuestra voluntad y compromiso de seguir colaborando en todo lo que esté a nuestro alcance con el Ministerio Público, para que la justicia pueda establecer la verdad jurídica sobre algunos hechos que, por supuesto lamentamos mucho, pero que también investigamos en el ámbito interno”.

Otro de los focos de preocupación para el aniversario del “18-0″ son las comisarías. Desde octubre del año pasado han sido objeto de ataques, siendo más recurrentes en las unidades policiales de Peñalolén, Padre Hurtado y Melipilla, entre otras. Fueron más de 310 los ataques a estos cuarteles policiales, por lo que ya se han dispuesto más protectores y cámaras de grabación en sus inmediaciones.

El registro visual será una de las claves de la policía para enfrentar eventuales nuevos enfrentamientos con los manifestantes más violentos. El gobierno ya trabaja en la idea de comprar más cámaras corporales para que los uniformados puedan grabar todo el desarrollo de los incidentes y así, además de disponer de esas imágenes para los conductos judiciales, demostrar -advierten fuentes de La Moneda- que ellos también son agredidos.