Una idea resistida: intervención de Boric para establecer “bordes” en el proceso constituyente presiona al oficialismo

FOTO: KARIN POZO/AGENCIAUNO

Este viernes, en la sede del Congreso en Santiago, se reanudaron las negociaciones para encauzar la elaboración de una nueva Constitución. En la oportunidad, Chile Vamos entregó formalmente un documento y logró que todo el debate se centrara en su propuesta de crear un comité técnico-político que redacte principios para delimitar la redacción del texto constitucional. En los partidos de gobierno -tras las declaraciones del Mandatario y pese a la incomodidad inicial con sus dichos-, se comprometieron a dar una respuesta.


“Los bordes suenan como a arreglín, poh’. Esto de hablar de bordes, el que atacó la cocina política de toda la vida… La palabra ‘bordes’ está mal dicha, yo prefiero principios”. La frase es del senador RN Manuel José Ossandón y la dijo este viernes temprano cuando llegó a la sede del Congreso en Santiago para participar, junto a la directiva de RN, de una nueva ronda de negociaciones para acordar, entre todos los partidos políticos, de qué forma continuar con el proceso constituyente.

Las palabras de Ossandón no las dijo al azar, sino que responden directamente a la última intervención que hizo el Presidente Gabriel Boric desde Nueva York para referirse a las negociaciones de los partidos. Desde Estados Unidos, el Mandatario intervino indirectamente en las tratativas al asegurar que quería un proceso constituyente “con bordes más claros”.

La petición de Boric llegó en un momento especial, ya que, justo un día antes, Chile Vamos había definido proponer la creación de un comité político-técnico que pudiera definir un catálogo de principios constitucionales que limiten la redacción de la nueva propuesta para sepultar cualquier intento por “refundar” Chile tal como, según el bloque, fue el ánimo de la disuelta Convención Constitucional.

Más allá del concepto -bordes o principios-, la señal de Boric no fue irrelevante, de hecho, generó incomodidad en algunos sectores oficialistas, porque justamente acuñó la idea de la derecha y los obligó a abrir esa discusión que para ellos es resistida. Minutos después de Ossandón, llegó el secretario general de RN, el diputado Diego Schalper, quien marcó el punto: “Recibimos con alegría las palabras del Presidente”. La lectura política, más allá de los deseos de la derecha de que el Mandatario se quede al margen de la negociación y no pautee a los partidos, fue que -con su frase- Boric le dio piso a la discusión que Chile Vamos quiere plantear en la mesa para enmarcar las negociaciones.

El ritmo en la derecha va mucho más rápido que en el oficialismo. Una prueba de ello es que fueron el único bloque que llegó a la reunión con una propuesta común entre RN, la UDI y Evópoli. El documento de tres páginas fue entregado a todos los participantes del encuentro y detalló tres elementos. En primer lugar, enumeraron los principios que para ellos son relevantes para dar “certeza y seguridad” de sepultar los “ánimos refundacionales”. Luego vino la bajada práctica: una comisión técnico-política, de delegados expertos designados según proporción parlamentaria, con la misión de definir dichos principios, armar un itinerario y definir el reglamento del nuevo órgano redactor.

Ese fue el tema que se tomó el encuentro. Antes de que la derecha lo expusiera ante los asistentes, los negociadores llegaron a un mínimo común: no comunicar acuerdos que aún no se han cerrado. Este punto, que puede ser un detalle, para varios de los asistentes era relevante para evitar el tropiezo de la semana pasada cuando los presidentes de ambas cámaras del Congreso y el gobierno comunicaron cinco acuerdos que luego fueron desconocidos por parte de los dirigentes de Chile Vamos.

La intervención de Escalona

El único tema de conversación giró en torno a la propuesta de Chile Vamos. Y, tras los dichos del Mandatario, en el oficialismo reconocen que están obligados a recoger el punto y abrirse a la discusión.

Fuentes que participaron de la reunión comentaron que una de las exposiciones que marcó el debate la hizo el secretario general del PS, Camilo Escalona. Su intervención fue muy bien recibida por Chile Vamos. “Marcó un buen ambiente y tono”, comentó un senador opositor que estuvo en la reunión.

Pese a que las palabras de Escalona fueron interpretadas por algunos sectores como que le “dio piso” a la propuesta de Chile Vamos, otras fuentes precisan que en realidad lo que dijo apuntó a señalar que la derecha fue el único sector que llegó con el trabajo hecho al presentar formalmente una propuesta.

En esa línea, Escalona agregó que, por lo tanto, ahora era el turno de la coalición de gobierno de responder esa propuesta. Esa definición, en todo caso, es compartida en Apruebo Dignidad. De hecho, es probable que esa respuesta pueda debatirse el fin de semana para, si los ánimos así lo favorecen, tenerla lista durante la próxima semana.

Las palabras de Escalona también fueron secundadas por el PPD, pero con un matiz. La presidenta de la colectividad, Natalia Piergentili, expuso que acordar bordes en el mismo estilo que los del Acuerdo por la Paz de noviembre de 2019 -respetar el carácter de República, tratados internacionales y sentencias judiciales- es algo que están dispuestos a aceptar. Otra cosa distinta, comentan testigos de su intervención, es querer imponer una agenda valórica o particular sobre ciertos contenidos constitucionales. Eso es cruzar una línea que no corresponde y que no tranzarán.

Ese argumento luego fue reafirmado por los partidos de Apruebo Dignidad. Todo el Frente Amplio está de acuerdo en que no se puede redactar la nueva Constitución “por secretaría” y que los principios que ha listado Chile Vamos, hasta ahora, implicarían que la Constitución sea escrita por los partidos en el Congreso y no en un órgano soberano convocado para esa misión. A la salida del encuentro esta definición fue confirmada por los diputados Diego Ibáñez (CS) y Catalina Pérez (RD).

En el Partido Comunista piensan lo mismo y son aún más duros en que es inaceptable que un grupo de expertos redacte previamente un texto que debe ser escrito por un órgano soberano. En sus palabras, el presidente del PC Guillermo Teillier, confirmó lo dicho por Escalona de que ahora es el turno del oficialismo de responder formalmente la propuesta de la derecha.

En el oficialismo la sensación con la que se quedaron es que el ritmo y el marco de la negociación finalmente fue puesta por Chile Vamos. Por lo mismo, coinciden en la importancia de subirse rápido al carro para presentar una propuesta propia y no seguir perdiendo terreno.

Otro asunto que también está más o menos claro es que Chile Vamos entregó una propuesta “con el tejo pasado”. Eso mismo, incluso, ha sido reconocido en privado por algunos diputados de la coalición. Así, casi todas las fuerzas políticas reconocen que ese tira y afloja será materia de negociación cuando se logre instaurar la mesa de expertos.

El lío por el documento interno en la derecha

En Chile Vamos existía la intención de levantar un documento consensuado por los partidos con una serie de principios. Y si bien la idea era lanzar dicho documento anoche, lo cierto es que se atrasó su publicación hasta la mañana de hoy. Ese documento fue el que entregaron en la reunión de negociación.

Para consensuar la propuesta hubo conversaciones de última hora -como una reunión en la mañana en la oficina del presidente de RN, Francisco Chahuán, con la directiva de Evópoli de Luz Poblete- lo que finalmente fue plasmado en un documento redactado por el secretario general de RN, Diego Schalper, por encargo de los presidentes.

Sin embargo, el problema fue que el documento se filtró antes, lo que provocó molestia en el sector. Esto dado que la versión final incluía ideas que Evópoli presionó por incorporar. Por ejemplo hubo pequeños cambios como incorporar “la protección de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres” y de incluir la elaboración del reglamento dentro de las facultades del comité técnico político.

Adentro de la reunión los dirigentes opositores valoraron que hubiera rostros de centroizquierda que apoyaran que Chile Vamos promoviera una propuesta. Entre ellos se mencionaban al PS, PPD, radicales, entre otros.

El Partido Republicano, por su parte, promovió que no debiera haber una nueva Convención, que las reformas constitucionales deben hacerse en el Congreso y que cualquier cambio de la Carta Magna debe ser plebiscitado ante la ciudadanía.

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