Wendy Guerra, escritora cubana: “Lo que queda de la revolución es una mueca de hambre, dolor y rabia”

La escritora cubana Wendy Guerra (Foto: Ulf Andersen/Aurimages via AFP)

La autora de Todos se van y Domingo de Revolución habla sobre las manifestaciones que remecieron a la isla el fin de semana, así como de la crisis sanitaria, económica y política que atraviesa el país. “Los mercados están vacíos; la gente muere de coronavirus en el suelo de los hospitales, no hay medicamentos, no hay aspirinas. El pueblo se cansó: da lo mismo quedarse callado, te vas a morir igual”, cuenta.


El domingo por la tarde, cuando se registraban manifestaciones inéditas en La Habana y otras ciudades de la isla, la escritora Wendy Guerra posteó en Twitter: “Miles de cubanos salen hoy a las calles a pedir pacíficamente el cese de una situación inaguantable. Seis décadas de un mismo gobierno, partido, una misma familia, que en nombre de sus dictados no desea cambios, pluralidad ideológica ni libertad”. Horas más tarde agregó: “El hambre nos movilizó! El hambre nos comió el miedo”.

Novelista, poeta y actriz, ganadora del Premio Bruguera, Wendy Guerra (La Habana, 1970) es autora de una obra que recoge la voz de una generación, los llamados nietos de la Revolución. En libros como Todos se van y Domingo de Revolución ofrece una mirada crítica de las dificultades y asperezas de la vida en Cuba. Con residencia en la isla, por estos días trabaja en Estados Unidos en una serie con el director mexicano Alejandro González-Iñárritu.

En sus redes sociales, Wendy Guerra difundió también la agresión que recibió el fotoperiodista Ramón Espinosa, de The Associated Press, golpeado por la policía mientras cubría las manifestaciones. Y ante el llamado del Presidente Miguel Díaz-Canel, quien convocó a los revolucionarios al combate, anotó: “No a una guerra civil. No a soldados disfrazados de civil golpeando a sus hermanos. No al derramamiento de sangre”.

Desde 1994, desde la crisis de los balseros, Cuba no registraba manifestaciones de esta magnitud. La diferencia en esta ocasión es que los manifestantes pueden replicar las versiones oficiales gracias a las redes sociales.

- Lo más importante ahora es seguir lo que están publicando los blogueros -dice la escritora-. Es muy grave lo que está pasando en Cuba. Las cifras de coronavirus no son reales; el gobierno va por un lado y el pueblo por otro, y ninguna ONG se entera, y dan por ciertas cifras que no son reales. Obligaron a jóvenes del servicio militar a ponerse ropa de civil para dar golpes a la gente. Hay crisis en las familias cubanas. La mayoría de los jóvenes y artistas cubanos, que van desde los 50 a los 17, menores de edad inclusive, blogueros, intelectuales jóvenes, están en las calles. Pero la mayoría de los intelectuales mayores han hecho silencio, tienen pánico y el pánico paraliza.

Hace mucho no se veía este nivel de protestas

Desde el gobierno de Gerardo Machado, antes de Batista, esto no pasaba. De hecho la Revolución se hizo con células dentro del movimiento cívico, por el ejemplo, el Movimiento 26 de julio o el Movimiento 13 de Marzo, que actuaba en la ciudad pero no así.

Ni en el Período Especial fue tan masivo, no?

En la crisis de los balseros fue en el malecón, el maleconazo, pero esto es mucho más grande. Esto no es un grupúsculo como ha dicho Díaz-Canel, esto es el pueblo en la calle.

Miguel Díaz-Canel habló de revolucionarios confundidos...

Hay un divorcio muy grande entre él y su guayabera y el pueblo en la calle. Él no hizo como Fidel que se metió en la calle con la gente cuando fue el maleconazo; él está en el Consejo del Estado, muy cuidado. Él sí estuvo al principio en San Antonio, pero después no lo han sacado más. Díaz-Canel es el Presidente con menos carisma, con menos empatía y con menos necesidad de saber lo que le pasa al pueblo. Y es raro, porque de todos los presidentes y vicepresidentes él viene del pueblo mismo, es muy extraña su manera poco empática, y no solo ante esto, ante los ciclones, ante todas las desgracias. También ha dicho cosas contra el exilio cubano que es el que alimenta la economía de Cuba y de la que ellos se alimentan. Es muy extraña la manera en que se expresa y cómo va vestido, planchado, con camisa, y la gente sin camisa en la calle. Creo que el mejor consejo que puedo darle a los lectores es que vean a los blogueros cubanos, el pueblo cubano es el gran bloguero. Si te fijas, toda la gente anda con sus teléfonos encendidos, transmitiendo con el poco dinero que hay. Dicen que van a tumbar internet y la energía. Hay una brigada que se llaman boinas negras que se parecen a los colectivos de Venezuela, implementados y estructurados por Cuba, que tiene ya sitiados Matanzas y varias partes de La Habana. Es increíble cómo no se dan cuenta que el pueblo ya no puede más.

Cubanos protestan en las calles de La Habana, el domingo pasado. Foto: Reuters

¿El motivo de las movilizaciones es económico, sanitario o de libertades políticas?

En Cuba no hay qué comer. En Chile sé que también hay mucha pobreza, pero te paras en la puerta de un establecimiento y hay que comer, alguien te puede regalar un pan o una empanada de pino. En Cuba los mercados están vacíos, hay desabastecimiento. En los casos de coronavirus la gente muere en el suelo de los hospitales, te dejan morir en las casas porque no hay cómo llevarte a los policlínicos: ¡están llenos! No hay medicamentos, no hay aspirinas, una caja de aspirinas se vende en el mercado negro en 100 dólares. El pueblo se cansó: da lo mismo quedarse callado, te vas a morir igual.

Díaz-Canel acusó que hubo saqueos y ataques a la policía

Hubo saqueos en los mercados en dólares porque la gente está hambrienta. No es el objetivo de las marchas, la gente está desfilando pacíficamente, y él busca deslegitimar hablando de delincuentes o que están pagados por el imperialismo. Pero esta no es una conversación sobre Estados Unidos o el embargo; Biden ya vino a Cuba con Obama y él mismo se dio cuenta que no dio resultado. Esta es una conversación entre cubanos con cubanos, en que vamos a resolver el terrible episodio de hambruna profunda que vivimos. Cuba parece África, ya te digo, el país está en un caos horrible. La izquierda en el mundo intelectualiza Cuba. Y nosotros hemos sido esa izquierda decadente que se ha ido al diablo porque no hemos sabido democratizar, no hemos sabido hacer de nuestra sociedad un país democrático. Y lo que queda de lo que fue la Revolución es una mueca de hambre, dolor y rabia, que es el rictus que ves en la gente que está desfilando.

Díaz-Canel ha hablado de mercenarios pagados...

El primer mercenario es Díaz-Canel, te explico por qué: en Cuba ya no funciona la economía de los centrales azucareros, ya no hay turismo. ¿De qué vive Cuba? Del dinero que mandan los ciudadanos cubanos en Estados Unidos. Entonces si están pagados por el imperio, en este país lo poco queda, la luz eléctrica, lo pagan los residentes en el exterior, sobre todo en Estados Unidos. Puede ser que las familias manden dinero y que los cubanos transmitan con ese dinero, pero hasta ahí. La CIA no tiene un presupuesto tan grande ni interés. Es tan ingenuo, tan torpe y tan provinciano lo que está diciendo ese pobre hombre, ese político improvisado, eso no se lo creen ni los niños.

¿Cómo ha sido la reacción de la policía?

En la policía uniformada algunos se han sumado a los manifestantes. Los que sí están dando golpes son los de civil. Los que gritan ¡Fidel, Fidel! no son el pueblo. Cuando Fidel estuvo también habían esas brigadas, también habían golpes, también hubo vejaciones, violencia, también hubo presos, pero toda la maquinaria represiva era mucho más sofisticada. Ahora es igual de dura pero mucho más burda y evidente.

¿Se están violando los derechos humanos?

Aquí los derechos humanos se violaron desde que pusieron un presidente sin que uno pudiera votar, votaron ellos. Los derechos humanos se están violando porque la gente muere en el piso de coronavirus, porque no dejan que el mundo entre con vacunas que nos han ofrecido, porque no dejan salir, las fronteras están militarizadas, hay cientos de periodistas presos. Hay miles de personas que no las dejan salir y otros que no los dejan entrar. En Cuba las autoridades no piensan en los derechos humanos, ellos tienen sus propios derechos humanos.

Se suele responsabilizar al embargo de la gran crisis cubana, ¿influye en este caso?

Los americanos y el embargo… Yo creo que los americanos no están en esta conversación, el pueblo le está reclamando a Díaz-Canel, está hablándole a él. El pueblo no está diciendo “Biden, ven”. Lo único que piensa el cubano sobre Estados Unidos es que ahí hay miles de ciudadanos que son sus familiares mandando dinero a Cuba. El día que los americanos quieran invadir Cuba, están a 90 millas. Esa es una tontería que ha tenido dormida a parte de la izquierda, pero esa es una vieja canción, como “ahí viene el Coco”, y el Coco no llega nunca. Yo misma, desde los 13 años, hoy tengo 50, aprendí a disparar, porque el enemigo iba a llegar, porque los americanos iban a llegar, y yo todavía me pregunto ¿dónde está el enemigo? El enemigo somos nosotros mismos. No hacen falta los americanos, con lo que hemos hecho nosotros a nuestro país, ya tenemos.

La policía detiene a manifestantes durante las protestas en La Habana. Foto: Reuters

¿Qué destino pueden tener estas manifestaciones?

Primero, que el mundo vea que son ciudadanos humildes, no son intelectuales, no son personas pagadas. Segundo, que el país se vea forzado a la entrada de vacunas que se ofrecen desde la Unión Europea. Tercero, que entren las fuerzas de Paz de la ONU a quitarle de sus garras a la fuerzas represivas vestidas de civil las armas con que están apaleando niños, jóvenes, adolescentes, ancianos. Y que sea vea cómo vejan, cómo pegan a las mujeres; en medio del mundo del #MeToo, están agarrando de los pelos a las blogueras y a las mujeres que quieren salir a decir lo que piensan. Cuba está en el medioevo, en la prehistoria del mundo, y tienen que entrar las fuerzas de paz, relatores, a abrir las puertas y abrir los ojos para que vean que esto es una caricatura de lo que fue la Revolución Cubana.

¿Díaz-Canel no era la mejor persona para gobernar Cuba?

La mejor persona era el pueblo. Cuba debería tener 12 primeros ministros, entre ellos cubanos que hoy están en las calles, cubanos del exilio. Este centralismo del poder de un fidelito con tres fidelitos clonados ya no puede ser. Ese hombre fue designado a dedo, no tiene carisma. Ustedes saben que los cubanos somos muy cálidos, somos gente que toca, que abraza, que se ríe, que baila, que llora, sufre, vomita lo que dice. Díaz-Canel es como un inglés trasnochado. Cuba ya no puede ser gobernada por un dictador o por una sola persona, eso ya pasó. Cuba tiene que hacer una coalición para gobernar, donde participen todos, el insilio y un exilio que se tienen que encontrar.

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