Más de tres semanas en llamas: las huellas de los megaincendios

Exactas 457.910 hectáreas se han quemado entre julio de 2022 y hoy. Sin embargo, la mayor parte se debe a los incendios que azotan a la zona centro-sur del país y que han arrasado, según el conteo de Conaf hasta este viernes, con 377.247 hectáreas (ha) desde el 28 de enero. Las regiones más afectadas son, a la fecha, las de Biobío, Ñuble y La Araucanía, las que en conjunto alcanzan 353.865 ha consumidas, un 77,2% de la temporada. Los siniestros, aunque suman un número menor a los de la temporada pasada, han aumentado exponencialmente la superficie destruida. Este es su balance.


Región del Biobío:

Mayor superficie quemada (192 mil hectáreas), más de 5 mil damnificados y 1.600 viviendas devastadas

El Biobío se encuentra bajo estado de excepción de catástrofe desde el 3 de febrero, pero desde el 28 de enero suma 33 siniestros que han quemado 192.171 ha, según cifras de Conaf. Así, esta región acumula los mayores récords de destrucción de esta temporada en el país, convirtiéndose -según información del Senapred- en la zona más afectada por los incendios, con un saldo de 1.636 casas destruidas y 5.865 damnificados (el 77% del total).

¿Y las comunas? Las que más focos han sufrido son Mulchén (5), Los Ángeles (5) y Yumbel (3).

En tanto, otras comunas han sido ampliamente devastadas, como Santa Juana -donde se quemó el 70% de su superficie- y Nacimiento (75%). En ambos casos, debido al incendio conocido como “Santa Ana”, el que se reactivó en la última semana. Desde que este fue notificado el 2 de febrero, sólo este siniestro -que según el subsecretario de Interior, Manuel Monsalve, es el “segundo más grande de la historia”- ha consumido 74.066 ha.

Nacimiento también ha sido epicentro de otros megaincendios, los denominados “Santa Elisa” y “Tambillo” -el último sigue en combate-, que actualmente suman 33.579 ha devastadas. El foco conocido como “El Cortijo”, y que afecta a las comunas de Florida, Penco y Tomé, es el tercero más destructivo de la región, con 27.005 ha destruidas.

Ante la gravedad del panorama, las autoridades regionales han presionado porque el gobierno central apure la compra e instalación de viviendas de emergencia antes del invierno.

En ese sentido, el gobernador de la región, Rodrigo Díaz, afirma que “queremos que el proceso avance de manera rápida, segura y aportemos soluciones a las personas lo más oportuno posible”. Y agrega que cada comuna donde pasó el incendio generó una tragedia”, por lo que como gobernación decidieron destinar “la mitad de nuestro presupuesto a las 16 comunas afectadas en el Biobío”.

Esta región fue la primera en ser visitada por la exministra Paulina Saball, delegada presidencial para la reconstrucción, cuatro días después de ser nombrada por Gabriel Boric el 10 de febrero. El alcalde de Florida, Jorge Roa, sostiene que “nos hemos sentido apoyados por el gobierno, queremos repetir la buena experiencia de 2017 (tras los megaincendios), en un año y medio todo estaba construido”.

Incendio en Santa Juana, donde se perdió el 70% del pueblo
Región de Ñuble:

27 siniestros, 65 mil hectáreas consumidas y mayor cantidad de productores agrícolas afectados

Aunque presenta un escenario menos drástico que Biobío y La Araucanía, la Región de Ñuble de igual forma entra en el grupo de territorios más afectados.

Esta acumula, desde el 28 de enero a la fecha, 27 siniestros con un total de 65.854 ha consumidas.

Según el último balance del Servicio Nacional de Prevención de Desastres (Senapred), las llamas han dejado 363 viviendas destruidas y a 955 personas damnificadas. Y las comunas donde más incendios ha habido -según la Conaf- son las de Chillán Viejo (5), Quillón (4) y Coelemu (3). Fue, de hecho, en la primera de estas donde comenzó uno de los principales siniestros del verano, por lo que el 3 de febrero se decretó estado de excepción y toque de queda en nueve comunas, medidas que continúan hasta el día de hoy.

A pesar de que en los números los focos han sido pocos, estos han logrado consumir amplios territorios. Quillón, con cuatro siniestros, suma 28.647 ha -el 60% de la comuna-; Ninhue, con dos focos, lleva 13.127 ha, y Quirihue, con el incendio llamado “Gomero”, reporta 7.407 ha.

Con tres siniestros activos o “en combate” hasta las 13 horas de este viernes, la reconstrucción de las casas y servicios públicos destruidos se tornó prioritaria para las autoridades regionales.

“El ámbito de las viviendas de emergencia está avanzando y yo espero que, tal como lo prometió el Presidente, esto esté cerrado antes de invierno”, dice el gobernador de la región, Óscar Crisóstomo.

Lograr la edificación de los hogares es la prioridad de la autoridad. “No solamente tenemos que avanzar en las viviendas de emergencia, sino que también en las definitivas”, explica, pues teme que “quedemos con una mancha negra de estas viviendas de emergencia que sean permanentes es lo peor que nos podría pasar”.

Ranquil es una de las comunas perjudicadas por los incendios, y su alcalde, Nicolás Torres, está conforme por la comunicación con el gobierno, sin embargo, “la reconstrucción, en general, ha sido un poco lenta”.

Los productores agrícolas también se han visto afectados. Según cifras del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), Ñuble es la región con más productores perjudicados, con 2.300 que han visto comprometidas sus labores, lo que representa un 39% respecto del total a nivel nacional.

Incendio en Chillán, vecinos colaboran para apagar las llamas
Región de La Araucanía:

Mayor número de focos a nivel nacional (89): alcaldes reclaman pronta reconstrucción

La Araucanía no ha tenido un verano fácil: registra 95.840 ha incineradas por el fuego, producto de 89 focos distintos, los que la convierten en el territorio con más siniestros en el país.

A la fecha, acumula el 25% del total de la superficie arrasada por el fuego, lo que la deja como la segunda región más afectada en términos territoriales, después del Biobío.

Entre las comunas más dañadas se encuentran Galvarino, que cuenta 14 incendios; Victoria, que suma 10, y Lumaco, con ocho. Sólo entre estas tres comunas se llega al 35,9% del número de emergencias en la región.

También Galvarino (25.843 ha) y Lumaco (23.148 ha) concentran la mayor extensión quemada, seguidas por Angol (13.615 ha).

Ha sido desde esta región donde más voces se han alzado acusando una mayor intencionalidad en las causas de los incendios, discusión que también obligó al gabinete del Presidente Boric a tratar el tema. Así fue el caso del gobernador de La Araucanía, Luciano Rivas, quien el 6 de febrero alertó que “había mucha simultaneidad de los incendios, lo que nos hace pensar que había intencionalidad”.

Al igual que en las otras regiones, la reconstrucción de casas es prioritario para sus autoridades regionales. El gobernador Rivas afirma que “tenemos que trabajar de inmediato la solución definitiva para las personas”. Sin embargo, critica que “se han convocado mesas para la reconstrucción, pero se vuelve a apuntar a un centralismo extremo, donde no se convoca a los gobernadores de las tres regiones más afectadas... No es la forma de empezar”.

En Lumaco -la segunda comuna más quemada de La Araucanía- su alcalde, Richard Leonelli, también califica al proceso como lento, pero dice entender que no son la única comuna que hay que reconstruir. “La gente demanda de inmediato todo lo que perdió. Estamos tratando de gestionar con el gobierno lo antes posible todo lo que se necesita”, afirma, junto con asegurar que “lo que se conversó muchas veces en las reuniones de emergencia se coordina, se conversa, pero en la práctica cuesta mucho poder completarlo”.

Asimismo, lamenta que “muchas veces nos encontramos con dificultades en el proceso administrativo que se deben mejorar. Estamos hablando de una catástrofe, no de trámites administrativos normales”.

Los rastros de uno de los 14 focos de Galvarino, La Araucanía

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.