El 2023 será un año marcado en la historia de la electromovilidad en Chile. Así lo comprueban las cifras del gremio automotor, luego de cerrar un 2022 como un año récord en inscripciones de vehículos propulsados con tecnologías de cero y bajas emisiones.

Fueron 6.904 unidades inscritas en todo el territorio nacional, siendo un incremento de 106,2%, con respecto a los vehículos del mismo tipo en 2021. Una tendencia mundial en la venta de vehículos eléctricos, luego de crecer un 68% el año pasado, lo que da cuenta que muchos están interesados por disminuir su contaminación y optar por nuevas herramientas.

Una tecnología que no solo está llamando la atención de los conductores habituales, sino que también a empresas de distintos rubros productivos, entre ellas mineras y retail, las que han optado por modificar o adquirir vehículos de bajas emisiones en sus tareas.

La electromovilidad es una forma de contribuir con la disminución de contaminantes y aportar al desarrollo sostenible del país. Así lo afirma Paola Tapia, Directora de Transporte Público Metropolitano, en relación a Santiago, una de las ciudades con mayor dotación de buses eléctricos en el mundo.

Hace poco se sumó el vehículo número 1.000, siendo uno de los hitos en el transporte de pasajeros local, sobre todo si dimensionamos que estos están dispersos en gran parte de las comunas de la zona sur de la capital. Por ejemplo, Renca concentra un 66% de la flota de buses de bajas o nulas emisiones contaminantes, según datos del Ministerio de Transportes. “La electromovilidad lleva cinco años en el transporte público. El Estado fue pionero en la materia, siendo ejemplo a nivel latinoamericano y mundial”, valora Tapia.

Si miramos la experiencia de la industria, Carolina Lumuscio, Gerente de Personas de Compañía Minera del Pacífico (CMP), contó que la empresa ha estado trabajando para incorporar la electromovilidad en sus procesos. El 100% de la flota de buses de pasajeros cuentan con electromovilidad, lo que implica la coordinación de distintos actores, impactando en el desarrollo productivo. “Esta tecnología nos permite apoyar toda la ruta de desarrollo sostenible mundial y del país, con buses que permiten una estabilidad de mantención mayor, entregando beneficios en términos de inversión”, destaca.

CMP también ha implementado camiones de transporte de depósitos de relave filtrado que usan energía eléctrica en Huasco, y herramientas en sus procesos como palas eléctricas en Vallenar, siendo intervenciones directas en los procesos; iniciativa impulsada por la compañía que muestra la preocupación del sector privado por responder ante el cambio climático. “Aquí nadie puede quedar fuera”, resalta.

Cristina Victoriano, subdirectora ejecutiva de la Agencia Sostenibilidad Energética, fundación que desarrolla políticas públicas en colaboración con empresas y universidades, da cuenta de la importancia del trabajo mancomunado entre el Estado y el sector privado, para así enfrentar los desafíos.

Ella es enfática al señalar que la electromovilidad sirve para bajar las emisiones de un sector que concentra más del 35% del consumo de la energía nacional. A ello, luego agrega: “La electromovilidad es importante para Chile porque producimos cobre, litio, y nuestra energía es principalmente importada y proviene de fuentes fósiles, y necesitamos ser eficientes en el uso de energía, reducir las emisiones locales y la contaminación global”.

Esas son algunas de las definiciones que se lograron discutir en otra mesa de este especial de La Tercera, Pulso y Radio Duna que busca hablar sobre los desafíos y oportunidades energéticas en Chile.