Porsche Cayenne: el modelo que hizo llorar a los puristas y que se transformó en referente se renueva

Desde Los Ángeles, Estados Unidos. Con dos décadas de vida y tres generaciones, el emblemático SUV presenta su restyling de media vida, que viene con mejoras importantes sobre todo en el interior y en la dinámica de conducción.




El año 2002 marcó un antes y un después en la historia de Porsche. La firma alemana pasaba por un complicado momento económico y Wendelin Wiedeking, CEO de la marca en ese momento, decidió hacerle frente a la crisis y sin escuchar a los puristas, anunció la fabricación de su primer SUV. La noticia desató el caos y salpicó a toda la industria. El público, usuarios o no de Porsche, simplemente no entendían lo que estaba pasando con la “otrora” marca de deportivos. Pero el tiempo le daría la razón Wiedeking, porque detrás de esa locura había una lógica

Y es que mayoría de los usuarios de 911 contaban en su garaje con un vehículo de alta gama para la familia, entonces tampoco era tan descabellado pensar que ese vehículo también podría ser un Porsche. En la situación que se encontraba la firma, todas las ideas eran bienvenidas. Se cruzaron los astros: Porsche Norteamérica -el mayor mercado de la marca en la década de los 90- hizo valor su opinión de que el nuevo modelo fuese un todoterreno -o SUV, como lo llamaban- y Wiedeking había analizado el mercado asiático, donde también este tipo de carrocería tenía muy buena aceptación. Las cartas estaban lanzadas y Porsche debía cumplir tres promesas con este nuevo modelo: ser SUV con todas sus letras; debía moverse como un Porsche, y debía estar a la altura de los todoterrenos de lujo y de los que no eran tan de lujo.

En el Salón de París de 2002, se presentó el Porsche Cayenne. La meta de vender 20 mil unidades al año quedó corta: en cuatro años el nuevo modelo llegaba a las 150.000 unidades entregadas.

Más de 20 años han pasado de esta singular y exitosa historia. Dos décadas, más de un millón de unidades vendidas y tres generaciones del Cayenne, modelo que promete seguir aumentando su leyenda y rompiendo récords, ahora con su nueva renovación.

Más que un lavado de cara

Como todos los fabricantes, Porsche se encuentra en su fase de transición de modelos para llegar a una gama casi completamente electrificada al final de esta década. Y tal como como la próxima generación de Macan será 100% eléctrica, la cuarta generación del Cayenne también lo será. Pero mientras eso ocurre, y en paralelo, aún hay Cayenne para rato, lo que queda demostrado en el recién develado restyling de la tercera generación (el mismo que se comercializa desde 2018) y que recibe tanto el Cayenne como al Cayenne Coupé.

El Porsche Cayenne Coupé 2023 también recibió una importante renovación.

Los principales cambios se aprecian en el frontal, con unos focos más horizontales que evocan al Taycan, y que vienen de serie con iluminación matricial Led, siendo la tecnología HD Matrix LED opcional. Cada uno de ellos cuenta con un módulo de alta resolución y 32.000 píxeles para controlar el haz de luz con gran precisión.

Hay un ligero rediseño en el capó, el parachoques e incluso las aletas delanteras. Con formas más marcadas, nuevas tomas de aire y un voladizo ascendente que mejora su ángulo de ataque. En conjunto hay mayor presencia y, la verdad, para mí es el Cayenne más lindo que Porsche haya diseñado.

En la parte posterior los cambios son menores, donde lo que más destaca es una franja de luces completamente recta que atraviesa de lado a lado y, en el caso de la versión normal, un nuevo portón de maletero con la placa ahora en el parachoques, tal como el Cayenne Coupé.

Donde sí hay cambios -y profundos- es en el interior. Claramente influenciado por el Taycan, todo es nuevo y cuenta con un total de tres pantallas. La primera es un panel de instrumentos de 12,6 pulgadas curvado justo delante del volante, mejorando considerablemente la visibilidad, quitándolo incluso esa pequeña visera que llevan arriba… solo el volante y la pantalla que en principio puede chocar un poco a la vista, pero la verdad que al poco andar, se ve y se lee muy bien y creemos que nadie la extrañará. La verdad es que el funcionamiento y la resolución son extraordinarios.

En el centro nos encontramos con la segunda pantalla de 12.3 pulgadas que aloja el Porsche Communication Management (PCM). Si de usabilidad se trata, convengamos que se trata de uno de los mejores sistemas que existen, con respuestas muy rápidas y con accesos simples, fácil de navegar por el sinnúmero de alternativas que tiene. Obviamente cuenta con Apple CarPlay y Android Auto e, incluso, existe la posibilidad de que corran otras aplicaciones, como Spotify.

Finalmente, frente al puesto del copiloto nos encontramos con una nueva pantalla de 10,9′', aunque es opcional. Lo magistral, es que el acompañante puede ir viendo la navegación, los indicadores del auto o, incluso una película, pero nada de ellos afecta al conductor, ya que desde esa posición no se puede ver nada.

Obviamente la introducción de estas pantallas llevó a Porsche a un rediseño completo de la consola central, partiendo por el selector de marchas que pasó a la derecha del cuadro de instrumentos. En este caso, a pesar de los cientos de kilómetros que lo pude manejar, no logré acostumbrarme, pero habría que ver cómo es en el día a día. Pero lo digo, a pesar de liberar mucho espacio para dejar varios objetos, no me terminó de convencer.

En el centro en negro piano, donde están los controles de la climatización que son semitáctiles (unos táctiles con respuesta háptica y otros físicos). Se ve muy elegante, pero lo mejor de todo, es que son fáciles de manejar.

Demás esta decir la calidad de los materiales utilizados por Porsche en este nuevo Cayenne, lo mismo con las terminaciones las que sigue siendo abrumadoras.

Como este restyling no considera cambios en sus dimensiones, la verdad es que el espacio del Cayenne sigue siendo óptimo para cinco ocupantes (cuatro van mejor en la carrocería coupé), sobre todo en lo que respecta a ancho y altura. Lo mismo ocurre con el maletero, que tiene unos buenos 772 litros de almacenamientos, mientras que el Coupé tiene unos generosos 592 litros.

Obviamente, el Cayenne cuenta con los modos de conducción (Normal, Off Road, Sport y Sport Plus), selectro que se encuentra a la mano del conductor.

La firma también mejoró la tecnología a bordo, introduciendo cuatro puertos USB de tipo C con carga rápida y un cargador inalámbrico refrigerado.

Motores

La gama de motores también recibió una actualización.

El Cayenne de entrada viene equipado con un V6 3.0 turbo con 353 Hp y 500 Nm, ofreciendo 13 Hp y 50 Nm más respecto de la versión saliente.

Luego, la variante Cayenne E-Hybrid, utiliza el mismo motor anterior, pero lo combina con un bloque eléctrico (176 Hp) que en combinación son capaces de erogar 470 Hp de potencia. Ahora bien, esta nueva entrega viene con una batería que tiene una capacidad de 25,9 kilovatios hora, un incremento sustancial respecto a las cifras anteriores, que le permiten aumentar su autonomía hasta 74 kilómetros (según ciclo WLTP) y en condiciones urbanas puede cubrir hasta 90 kilómetros solo en modo eléctrico.

Con este modelo, Porsche no está interesado en batir récord de sustentabilidad, sino lograr mayores distancias y duración del viaje.

Como tercera opción está el Cayenne S, que sustituye el motor V6 por un V8 4.0 biturbo con 474 caballos de potencia con 600 Nm, capaz de acelerar de 0 a 100 en 4,7 segundos.

Solo en algunos mercados estará disponible la joya: el Cayenne Turbo GT, que viene con un V8 biturbo capaz de entregar 659 Hp e impresionantes 850 Nm de par máximo. Acelera de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y alcanza los 305 km/h de velocidad máxima.

Pero esos no son todos los cambios. Porsche también dotó de una nueva suspensión neumática adaptativa con amortiguadores de acero. La novedad de que los amortiguadores son de dos válvulas y permiten controlar la extensión y la compresión de forma separada. Con ellos la firma asegura haber mejorado el confort a baja velocidad y mejoró el dinamismo en curva.

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