Por Paula Escobar ChavarríaCass Sunstein, académico de Harvard: “Se puede ser de izquierda o de derecha, y ser liberal”
Influyente jurista y autor de "On Liberalism: in Defense of Freedom”, Sunstein plantea en esta entrevista con La Tercera que su objetivo ha sido explicar qué es el liberalismo y por qué merece ser popular. Y advierte: "Los tiranos pueden triunfar, sobre todo si son buenos políticos".

Cass R. Sunstein, profesor de Harvard, es uno de los juristas más relevantes e influyentes del mundo. Es fundador y director del Programa de Economía Conductual y Políticas Públicas de la Facultad de Derecho de Harvard. En 2018, recibió el Premio Holberg del Gobierno de Noruega, considerado en ocasiones como el equivalente al Premio Nobel de Derecho y Humanidades. En 2020, la Organización Mundial de la Salud lo nombró presidente de su grupo asesor técnico sobre conocimientos y ciencias del comportamiento para la salud.
Sunstein ha asesorado, además, a Naciones Unidas, la Comisión Europea, el Banco Mundial y muchos países sobre cuestiones de derecho y política pública. Ha publicado cientos de artículos y docenas de libros, entre los que se incluyen los bestseller Nudge: Improving Decisions about Health, Wealth, and Happiness (con Richard H. Thaler, 2008) y The World According to Star Wars (2016).
Su nuevo libro On Liberalism, in Defense of Freedom, fue recientemente publicado en Estados Unidos, y allí hace una definición y una defensa del liberalismo, el que, a su juicio, está bajo asedio. Sunstein también ha trabajado en el gobierno: en la administración de Barack Obama dirigió la Oficina de Información y Asuntos Regulatorios de la Casa Blanca, y en la de Joe Biden fue asesor principal del secretario de Seguridad Nacional, enfocándose en la resiliencia frente a los riesgos relacionados con el clima (como las inundaciones y el calor extremo) y en la reducción de las cargas administrativas. En 2024 fue galardonado con la Medalla al Servicio Público Distinguido, la más alta distinción civil del Departamento.
Actualmente, Cass R. Sunstein trabaja en diversos proyectos relacionados con el Estado regulador, la burocracia, las noticias falsas y la libertad de expresión. Vía e mail contestó preguntas de La Tercera sobre su nuevo libro y los desafíos del liberalismo y de la democracia liberal hoy en el mundo.
Usted trabajó para el gobierno de Obama. ¿Por qué la gente votó en contra de sus ideas políticas después de su segundo mandato? ¿Era demasiado progresista o demasiado poco?
Esa respuesta merecería un libro de 500 páginas, y no soy la persona indicada para escribirlo. Es una historia muy compleja.

Su diagnóstico de que el liberalismo está asediado más que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial, tanto por la izquierda como por la derecha, lo llevó a escribir en 2023 un ensayo en The New York Times, el que fue muy comentado. “En la izquierda, algunas personas insisten en que el liberalismo está agotado y moribundo, incapaz de hacer frente a los problemas que plantean las desigualdades arraigadas, el poder corporativo y la degradación medioambiental. En la derecha, algunas personas piensan que el liberalismo es responsable del colapso de los valores tradicionales, la criminalidad desenfrenada, la falta de respeto a la autoridad y la inmoralidad generalizada. Los fascistas rechazan el liberalismo. También lo hacen los populistas, que piensan que la libertad está sobrevalorada. En mayor o menor medida, el antiliberalismo está en marcha. También lo está la tiranía”, escribió Sunstein en el periódico neoyorquino.
El efecto de ese ensayo fue muy amplio. Dijo que nunca había recibido esa avalancha de mensajes, tanto de personas de derecha como de izquierda, que le decían: “Estoy de acuerdo con todo”.
“On liberalism” continúa en esa senda de explicar qué es el liberalismo, que Sunstein desglosa en 85 características. Su visión del liberalismo es amplia: desde los liberales del New Deal -como Franklin Delano Roosevelt-, hasta Friedrich von Hayek y Robert Nozick, pasando por Ronald Reagan.
El libro no habla de Donald Trump. “Hablar del Presidente me pone de mal humor, y hablar de John Stuart Mill o John Rawls tiene el efecto contrario”, dijo en The New Yorker.
Su interés no era, por lo demás, contingente. Así lo explica a La Tercera: “Escribí el libro para plasmar qué es el liberalismo. Es un libro para quienes quieren saber qué es el liberalismo, que se preocupa por eso. Soy profesor con experiencia en gobierno, no soy periodista. No quería escribir un libro sobre 2025, ni sobre mis zapatos nuevos (me gustan), ni sobre Estados Unidos este mes, ni sobre la actualidad, ni sobre Taylor Swift, ni sobre el último iPhone. Hay problemas persistentes sobre la libertad y el estado de derecho; en eso quería centrarme”, explica.
Lo que define al liberalismo, como escribe en su libro, es el compromiso con la libertad, el pluralismo y el Estado de derecho. Esa es la santa trinidad de la tradición liberal. ¿Qué parte de esta trinidad está más en juego hoy?
Gracias por señalar esos valores, apreciados por liberales de todo tipo y promovidos por John Stuart Mill, John Rawls y Friedrich Hayek, entre muchos otros. Los tres están en juego. Yo destacaría la importancia del Estado de derecho, porque es menos glamoroso, pero es inmensamente importante. Incluye el derecho al debido proceso, lo que significa el derecho a una audiencia justa para cualquier persona acusada de una infracción. Por supuesto, la libertad de expresión es esencial y es fundamental para la libertad.

Usted define el liberalismo de forma amplia. ¿Una definición más restringida del liberalismo ha influido en el auge de liderazgos iliberales?
No lo creo. Mi definición expansiva, que captura la tradición liberal, pretende decir que se puede ser de izquierda o de derecha, y aun así ser liberal. Claro que algunas personas de izquierda no son liberales; Stalin no lo era. Y algunas personas de derecha no lo son; Hitler no lo era. Pero si crees en la libertad, el pluralismo y el Estado de derecho, puedes ser liberal de derecha o de izquierda.
El liberalismo y la democracia liberal atraviesan un momento difícil. ¿Ampliar al máximo la “carpa” es una forma de atraer a la gente, especialmente a la derecha?
Mi objetivo principal era ser preciso, no atraer a nadie. El liberalismo es realmente una gran tienda. Si crees en la libertad de expresión, podrías ser liberal, seas de derecha o de izquierda. Si crees en la separación de poderes, probablemente seas liberal.
¿Qué explica, en su opinión, esta tendencia global a la pérdida de votos y atractivo del liberalismo?
Mi objetivo es explicar qué es el liberalismo y por qué merece ser popular, no explicar por qué a veces es popular y a veces impopular. Los tiranos pueden triunfar, sobre todo si son buenos políticos. Pensemos en la década de 1930.
Aquí en Chile existe la opinión de que la gente no valora tanto la democracia -o la valora menos- porque se considera lenta y que no resuelve los problemas que enfrenta la gente (empleos, lucha contra la delincuencia).
Démosle una oportunidad a la democracia, se la merece. La democracia ha funcionado en todo el mundo. Observemos los casos de Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Dinamarca, Países Bajos, Alemania… la lista es muy larga.
¿Qué líderes liberales, en todo el mundo, son prometedores ahora, en su opinión, porque defienden y representan los valores liberales?
Mi libro se centra en el liberalismo, en lo que implica y por qué deberíamos valorarlo. No se centra en Carlos Alcaraz ni en Jannik Sinner, ni en Olivia Rodrigo ni en Miley Cyrus (aunque me gustan mucho los cuatro, especialmente Rodrigo). De los líderes mundiales actuales o recientes, admiro especialmente a Barack Obama y Jacinda Ardern.
Wokismo y trumpismo
Sobre el debate en torno a si la izquierda llamada “woke” ha sido un gran problema para la izquierda, haciéndole perder votantes que tradicionalmente eran suyos, dice que no ha leído a Susan Neiman o Mark Lilla (quienes han enarbolado esa crítica). Sin embargo, plantea que “es importante no avergonzar a la gente, y el wokismo a veces lo hace”.
¿Ha sido el “trumpismo” un gran problema para los liberales de derecha?
Quizás. Algunos liberales de derecha están muy preocupados por algunas iniciativas del Presidente Trump, pero les gustan algunas de ellas, como la reducción de impuestos y la regulación.

Su concepción del liberalismo incluye a los liberales del New Deal y a políticos como Ronald Reagan. ¿Ha recibido críticas por esta (definición)?
Cualquiera en el mundo las recibe. Mi labrador retriever recibe críticas porque a veces ladra demasiado fuerte. Bob Dylan recibe críticas porque a algunos no les gusta su voz. Franklin D. Roosevelt creía en la libertad, el pluralismo y el Estado de derecho. Ronald Reagan también. Ambos cometieron errores. No siempre fueron practicantes del liberalismo. Pero eran liberales.
¿Y qué hay de Hayek? Apoyó el golpe de Estado chileno. Una dictadura contradice cualquier definición de liberalismo, ya que suprime las libertades fundamentales y el respeto a los derechos humanos, como ocurrió en Chile.
Aquí hay algo que algunos hacen. Tomen cualquier figura histórica (excepto quizás Jesús), descubran algo terrible que haya hecho y luego objeten a cualquiera que la elogie. Mi madre comía carne; yo soy vegetariano. Aun así, mi madre fue una gran persona. El trabajo de Hayek sobre el liberalismo es sumamente importante y bueno, era liberal, aunque dijera algunas cosas terribles. John Maynard Keynes fue un gran liberal y dijo algunas cosas terribles sobre los judíos. Aun así, fue un gran liberal.
En cuanto al momento actual, dijo que le recordaba a Star Wars. ¿Por qué?
Porque son películas geniales. Han Solo era mi personaje favorito, pero también me gustan Luke Skywalker y la Princesa Leia. Yoda era divertido y sabio. Además, (esas) películas tienen algo interesante que decir sobre la libertad y la tiranía.
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