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Director del FBI acusa que documentos clave del “Rusiagate” fueron encontrados en “bolsas para quemar”

Tanto Kash Patel como la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, continúan en su ofensiva contra Barack Obama, a quien acusan de haber impulsado una narrativa falsa sobre la injerencia rusa en favor de Donald Trump durante las elecciones de 2016.

Kash Patel habla el día en que Donald Trump realiza un mitin de campaña en Prescott Valley, Arizona, el 13 de octubre de 2024. Foto: Archivo Go Nakamura

La guerra del presidente Donald Trump contra su predecesor Barack Obama está aumentando dramáticamente, justo cuando el mandatario republicano enfrenta nueva presión por su manejo de los archivos del caso Jeffrey Epstein con un flujo constante de filtraciones que extienden el escándalo. Ahora, el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Kash Patel, afirmó que se encontraron miles de documentos del “Rusiagate” en “bolsas para quemar”.

En específico, la teoría “Rusiagate” a la que apuntó Patel este miércoles, dice que Obama y sus exfuncionarios de Seguridad Nacional “fabricaron” información de inteligencia para hacer creer a la población que el presidente ruso, Vladimir Putin, había intervenido a favor de Trump en las elecciones de 2016, cuando fue electo para dirigir su primer mandato.

El objetivo de Obama y su equipo, según ha insistido el jefe del FBI, era hacer que la victoria electoral de Trump pareciera ilegítima, sentando así las bases para un “golpe de Estado que duraría años en su contra”. Según acusó Patel, su personal supuestamente encontró documentos confidenciales relacionados con una investigación de 2016 en “bolsas para quemar” destinadas a ser destruidas en una habitación secreta en la sede del FBI.

Donald Trump acusó a Barack Obama de traición. Foto: Archivo

La investigación que debía quemarse

Uno de los documentos, descubierto en una supuesta habitación secreta en la sede del FBI en Washington, es un anexo clasificado al informe de 2023 del entonces fiscal especial John Durham que examinó la investigación original, cuyo nombre en código era “Crossfire Hurricane”.

El apéndice de 29 páginas del informe de Durham, que nunca se hizo público, incluye detalles de la información de inteligencia que revisó, según Fox News Digital, medio que informó primero sobre el descubrimiento.

Fox detalló el martes que el anexo incluye información de que fuentes extranjeras advirtieron a miembros de la comunidad de inteligencia estadounidense que el FBI ayudaría a difundir una narrativa de que la campaña de Trump de 2016 se coludió ilegalmente con el Kremlin para ganar las elecciones, antes de que la oficina lanzara “Crossfire Hurricane” en julio de 2016.

En el lenguaje oficial, las “bolsas para quemar” se refieren a contenedores que contienen documentos clasificados que deben destruirse después de un cierto período de tiempo, explica el tabloide estadounidense The New York Post. No quedó claro de inmediato si los documentos encontrados por Patel aún no habían alcanzado su fecha de destrucción o se conservaron debido a un descuido de los funcionarios.

Director del FBI acusa que documentos clave del “Rusiagate” fueron encontrados en “bolsas para quemar”. Foto: Archivo

Las afirmaciones sobre la existencia de una habitación secreta en el edificio Hoover en Washington fueron hechas por primera vez por Patel en el podcast de Joe Rogan a principios de junio. La elección de Patel para dirigir el FBI fue controvertida debido a su historial de incitación a teorías conspirativas, recuerda el diario británico The Times.

Obama y “narrativa artificial”

En la misma línea de Patel, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, ya había insistido en una conferencia de prensa en la Casa Blanca el miércoles pasado con que la administración del expresidente Obama promovió una “narrativa artificial” de que Rusia interfirió en las elecciones de 2016.

“Existe evidencia irrefutable que detalla cómo el presidente Obama y su equipo de seguridad nacional dirigieron la creación de una evaluación de la comunidad de inteligencia que sabían que era falsa”, dijo Gabbard. “Sabían que promovería esta narrativa artificial de que Rusia interfirió en las elecciones de 2016 para ayudar al presidente Trump a ganar, vendiéndosela al pueblo estadounidense como si fuera cierta. No lo era”, aseguró la directora.

“Todos coinciden en que el informe es el mismo: hubo una flagrante politización y manipulación de la información de inteligencia por parte de la administración Obama con el objetivo de deslegitimar al presidente Trump incluso antes de su investidura, usurpando así la voluntad del pueblo estadounidense”, continuó.

Gabbard también dijo que los documentos desclasificados han sido compartidos con el Departamento de Justicia y el FBI para que esas agencias puedan evaluar si se justifican implicaciones criminales derivadas de los materiales.

“Hemos remitido y seguiremos remitiendo todos estos documentos al Departamento de Justicia y al FBI para que investiguen las implicaciones penales de esto para las pruebas”, dijo Gabbard. “Correcto. Las pruebas que hemos encontrado y que hemos hecho públicas apuntan directamente a que el presidente Obama lideró la fabricación de esta evaluación de inteligencia. Hay múltiples pruebas e inteligencia que confirman este hecho”.

Gabbard le ha pasado el asunto a Pam Bondi, la fiscal general, quien la semana pasada anunció un grupo de trabajo del Departamento de Justicia para investigar el asunto. Sin embargo, los informes sugieren que la solicitud de Gabbard de que su departamento investigara el asunto tomó a Bondi por sorpresa, según informó The New York Times.

Gabbard ha pedido procesos penales contra numerosos funcionarios implicados, incluido el propio Obama, a quien Trump acusó directamente de ser el “cabecilla” de las investigaciones sobre si su campaña coludió con Rusia en las elecciones de 2016.

El testimonio que contradice al FBI

Respondiendo este miércoles a los comentarios de Gabbard, Susan Miller, una exoficial de la CIA que ayudó a dirigir las evaluaciones de inteligencia sobre la presunta interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016, afirmó que la titular de Inteligencia Nacional ignora las prácticas de espionaje después de que acusó a Obama y su equipo de seguridad nacional de “conspiración traicionera” contra Trump.

Miller, quien era jefa de contrainteligencia de la agencia en el momento de la elección, dijo al diario británico The Guardian que las acusaciones de Gabbard se basaban en declaraciones falsas y tergiversaciones básicas de descubrimientos hechos por el equipo de Miller sobre las acciones rusas, que, según ella, se basaban en múltiples fuentes confiables y verificadas.

En una entrevista, Miller cuestionó la comprensión de Gabbard de los asuntos de inteligencia.

“¿Alguna vez ha conocido a un agente ruso?”, preguntó Miller, una veterana de la agencia con 39 años de servicio que cumplió funciones como jefa de estación de la CIA en el extranjero. “¿Alguna vez le ha dado diamantes a un ruso que nos está dando, ya sabes? ¿Alguna vez ha caminado por las calles de Moscú para hacer una entrega secreta? ¿Alguna vez ha manejado a un agente?“, insistió.

No. Ella nunca ha hecho nada de eso. Claramente no entiende esto”, sostuvo.

Miller le dijo al periódico inglés que estaba hablando porque las afirmaciones de Gabbard manchaban su trabajo y el de su equipo de hasta ocho miembros que trabajaron en el caso de Rusia. “Mi reputación y la reputación de mi equipo están en juego”, dijo. “Tulsi sale y no usa mi nombre, no usa los nombres de las personas de mi equipo, pero básicamente dice que todo esto estaba mal e inventado, etcétera”.

Miller y los exmiembros de su equipo han contratado recientemente abogados para defenderse de los cargos que podrían meterlos en la cárcel.

La respuesta de Obama

La semana pasada, Obama denunció las acusaciones como “escandalosas y ridículas” y parte de un intento de distraer la atención de los archivos de Epstein, en los que supuestamente aparece el nombre de Trump.

Barack Obama gesticula mientras habla durante el Día 2 de la Convención Nacional Demócrata (DNC) en Chicago, Illinois, el 20 de agosto de 2024. Foto: Archivo Alyssa Pointer

Su portavoz, en tanto, calificó las acusaciones de “extrañas” a través de un comunicado y dijo que los nuevos documentos no alteran las conclusiones de evaluaciones de inteligencia anteriores, incluido un informe de 2020 del Comité de Inteligencia del Senado que fue presidido por el actual secretario de Estado, Marco Rubio.

“Por respeto a la presidencia, nuestra oficina no suele dignificar con una respuesta las constantes tonterías y desinformación que emanan de esta Casa Blanca”, declaró el portavoz de Obama, Patrick Rodenbush. “Pero estas afirmaciones son lo suficientemente escandalosas como para merecerlas”.

Estas acusaciones descabelladas son ridículas y un débil intento de distracción”, declaró Rodenbush. “Nada en el documento publicado la semana pasada desmiente la conclusión, ampliamente aceptada, de que Rusia influyó en las elecciones presidenciales de 2016, pero no manipuló ningún voto con éxito”.

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