Promesas en vivienda, salud y educación: la estrategia de Petro para suavizar sus relaciones con los militares y policías en Colombia

Flanqueado por escudos antibalas, el candidato presidencial Gustavo Petro de la coalición Pacto Histórico habla con sus partidarios durante un mitin de campaña en Fusagasugá, el 11 de mayo de 2022. Foto: AP

El candidato presidencial de izquierda, que podría convertirse en el primer exguerrillero que dirija las FF.AA. de ese país, les envió una carta donde reconoce el “valioso aporte” de la mayoría de los uniformados a “la construcción de una Colombia más humana”.


De imponerse en las urnas en el balotaje del próximo 19 de junio en Colombia, el izquierdista Gustavo Petro sería el primer exguerrillero que dirija las Fuerzas Armadas de un país en conflicto, gobernado históricamente por élites conservadoras y liberales, y sin el pasado de golpes militares que atraviesa el continente.

De 62 años, Petro militó en el M-19, una guerrilla nacionalista que firmó la paz en 1990, antes de irse exiliado un tiempo a Europa y regresar a su país para convertirse en legislador y luego en alcalde de Bogotá (2012-2015).

Según destaca la revista Semana, Petro, quien ha sido candidato presidencial en tres ocasiones, nunca ha tenido una buena relación con los miembros de la fuerza pública de Colombia. En sus redes sociales y discursos, el líder del Pacto Histórico ha criticado los actos de las instituciones y hasta llegó a acusarlos de un delito sin pruebas.

Gustavo Petro saluda a sus seguidores mientras asiste a un partido amistoso de fútbol en Bogotá, el 5 de junio de 2022. Foto: Reuters

En abril, a través de Twitter, Petro escribió: “Mientras los soldados son asesinados por el Clan del Golfo, algunos de los generales están en la nómina del Clan. La cúpula se corrompe cuando son los politiqueros del narcotráfico los que terminan ascendiendo a los generales”.

La respuesta a la acusación de Petro no tardó en llegar. Y fue en voz nada menos que del comandante del Ejército. El general Eduardo Zapateiro Altamiranda arremetió contra el candidato acusándolo de “hacer politiquería con la muerte de nuestros soldados”. “El sacrificio supremo por el país no debería ser usado en narrativas de campaña política”, aseguró.

A raíz de sus comentarios, el oficial enfrenta una investigación preliminar por intervenir en política. Pese a ello, el Presidente Iván Duque salió en su apoyo, al señalar: “Que (Petro) no pretenda hacer política enlodando a las Fuerzas Militares”. Al igual que el ministro de Defensa, Diego Molano, quien trató al izquierdista de “embustero”, según consignó France Presse en mayo pasado.

Pero este lunes, en el comienzo de la última semana de campaña, Petro hizo un guiño para suavizar sus relaciones con los militares y policías. “De forma atípica”, como lo califica la revista Semana, les envió una carta a los soldados y policías que integran a la institución. En la misiva, el candidato reconoce el “valioso aporte” de la mayoría de los uniformados a “la construcción de una Colombia más humana” y promete mejorar sus condiciones de vida para que logren “vivir sabroso”, en referencia a la célebre frase de su compañera de fórmula, Francia Márquez.

En concreto, el abanderado del Pacto Histórico se comprometió a construir ciudadelas con el fin de que los soldados y policías puedan acceder a vivienda y dejen de residir en “zonas marginales”. También les aseguró que no habrá “más efectivos de la fuerza pública pagando arriendo en pequeñas habitaciones de inquilinatos”.

En el tema de salud, el exalcalde de Bogotá busca una reestructuración del sistema de salud en el que se encuentran y los lleva, como a millones de colombianos, a tener un “inhumano servicio” ante las demoras, congestión y falta de medicamentos. Al respecto, anunció que “una de las prioridades será construir nuevos hospitales en distintas partes del país y fortalecer instituciones tan importantes como el Hospital Militar”.

Otro de los puntos abordados en su misiva de dos páginas fue la educación para los hijos de los uniformados. Petro dijo que modernizará los colegios y guarderías a los cuales acuden sus pequeños. También, les garantizará el acceso a créditos para que puedan estudiar en la universidad, según consigna el diario El Tiempo.

Sus compromisos no solo están enfocados en mejorar sus condiciones de vida en general, pues propone cambios en el tema laboral, específicamente en los ascensos para que los uniformados puedan llegar a ser generales de la mano de sus méritos. “Siempre me he preguntado: ¿por qué́ un buen soldado o un buen patrullero no puede llegar a ser general?”, señaló.

A su vez, propuso transformar el servicio militar en servicio social para que “solo los profesionales, bien entrenados, bien equipados y bien remunerados, se encarguen de combatir el crimen. No más cementerios llenos de jóvenes héroes, en su mayoría humildes campesinos, ni hogares vestidos de luto perenne”, expresó.

Promesa de no tocar pensiones

En diálogo con la cadena La FM, Petro aseguró que el sistema de pensiones de militares y policías no será tocado, al señalar que no está de acuerdo con la iniciativa de disminuir las asignaciones o aumentar las edades de pensión, “porque se trata de personas que arriesgan su vida todo”. Incluso, dijo que planea crear un “banco de la defensa” que podría brindar otras ayudas a los integrantes de la fuerza pública. Su rival en la segunda vuelta, Rodolfo Hernández, ha cuestionado privilegios de los uniformados como los esquemas de jubilación temprana. Los dos finalistas aspiran a convertirse en el comandante en jefe de 228.000 militares y 172.000 policías, las Fuerzas Armadas más numerosas de América Latina después de las de Brasil.

Aunque no lo menciona en la carta, Petro durante la campaña ha propuesto reducir el presupuesto militar (actualmente el 3,4% del PIB), retirar a la policía del ministerio de Defensa -un reiterado reclamo de diversas organizaciones de derechos humanos- y desmantelar el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). “Hay que acabar con la política construida sobre el enemigo interno que ha llevado a unas violaciones tremendas de derechos humanos, como el asesinato de 6.402 jóvenes para hacerlos pasar como bajas guerrilleras”, dijo Petro en una entrevista con el diario El País.

Un muro con una imagen de Francia Márquez y Gustavo Petro se muestra un día antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en Cali, el 28 de mayo de 2022. Foto: Reuters

Si bien la carta de Petro ha estado precedida por otra serie de acercamientos que han incluido el respaldo de más de 800 miembros de organizaciones de la reserva activa y el apoyo de un puñado de generales en retiro, algunos sectores castrenses se mostraron críticos de sus anuncios. “La carta de Petro llega un poco tarde en su larga campaña y es muy contradictoria con lo que inicialmente tenía en su programa. Inicialmente decía que iba a revisar la situación de la asignación de retiro de todos los retirados y, ahora, dice que no, que se mantiene ese régimen especial”, sentenció el coronel retirado John Marulanda, presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares (Acore).

Además, señaló que son puntos que ya se vienen desarrollando por ley del veterano, por lo que les deja un “sabor agridulce” si Petro llega a ser presidente. “La propuesta que hace de salud militar, de vivienda y clubes, son propuestas que hace rato se vienen desarrollando y actualmente están bajo el interés de la ley del veterano. De modo que, estas propuestas del señor Petro no solo son tardías, sino que son contradictorias con su programa y nos deja a los retirados con un sabor un poco agridulce con lo que se viene con su gobierno”, recalcó en declaraciones a Blu Radio.

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