Diego Ancalao presenta querella y asegura que pagó $3 millones en efectivo para agilizar el trámite de la recolección de firmas

En su presentación, el excandidato presidencial de la Lista del Pueblo señaló que tomó los servicios de una sujeto que fue recomendado por un cercano para la recolección de patrocinios. Dice que actuó de “buena fe, por tratarse de una persona emparentada con la pareja de un amigo quien goza de confianza y prestigio social”.


Pasado el mediodía, Diego Ancalao Gavilán, excandidato presidencial de la Lista del Pueblo, junto a su jefa de campaña, Denisse Olivares, presentaron una querella por los delitos de falsificación de instrumento público, falsificación y uso de sellos y timbres o marcas y estafa por medio de instrumento privado.

Esto, luego de que el presidente del Consejo Directivo del Servicio Electoral (Servel), Andrés Tagle, anunciara a través de un comunicado el rechazo de su candidatura, tras encontrarse 23 mil firmas validadas ante el notario público Patricio Zaldívar Mackenna, quien falleció en febrero del presente año y cuya notaría habría dejado de funcionar el año 2018.

En su presentación, no solo detalló que se enteró por la prensa de la caída de su candidatura, sino que también se mostró conmocionado por la gravedad de los hechos conocidos mediante un comunicado de prensa emitido por el Servel.

En la querella, por primera vez entregó detalles sobre cómo se habría fraguado el escándalo de las firmas falsas. A fines de julio, uno de los colaboradores voluntarios y amigos de la campaña, Pablo Razeto Barry, con quien comparte dentro de su círculo social más cercano, le habría propuesto colaboración para la recolección de patrocinios con firmas físicas, para lo cual le presentó al padrastro de su pareja, Ivan Wladimir Rojas Fernández, a fin de que en calidad de gestor remunerado asumiera la recolección de patrocinios mediante firmas notariales.

Este sujeto afirmó trabajar con un notario y que por tal razón podría agilizar el trámite para la recolección de firmas. Por dicha gestión cobró la suma de $ 3.000.000, tres millones de pesos, que le fuese entregada en efectivo sin otorgar recibo ni boleta de honorarios”, consignó en la querella.

Según el escrito, Ancalao y Olivares actuaron de “buena fe, por tratarse de una persona emparentada con la pareja de un amigo quien goza de confianza y prestigio social”.

“Posteriormente, el 23 de agosto, cerca de las 21:00 horas, fecha en que culminaba el plazo de inscripción para los candidatos presidenciales, parlamentarios y CORES, compareció mi representado junto a su jefa de campaña al SERVEL a materializar su inscripción, en circunstancias que solo breves minutos antes del vencimiento del plazo indicado por la ley, el querellado les entregó una caja con firmas físicas que respaldaban su candidatura, sin que en ningún minuto se dudara o cuestionara de su validez”, añadió.

“De esa manera fue ingresada a la entidad electoral la caja que contenía las firmas físicas sin que la querellante ni su equipo tuviese copias de estas o tiempo de revisarlas, lo que constituye tal vez una falta de prolijidad, por la premura del tiempo y buena fe, pero nunca un delito. Ello, reiteramos, toda vez que siempre se tuvo presente que el gestor, su trabajo y las firmas habían sido ejecutados con estricto apego a la legalidad vigente”, complementó.

“Letras bancarias desde la tumba”

En el mismo documento, Ancalao también explicó que si bien el notario Zaldívar cerró su notaría el 2018 y falleció en febrero del presente año, “desde marzo de este año hasta la fecha se han suscrito diversos y variados documentos públicos y privados en la misma notaria, tales como letras bancarias, hipotecarias del BCI y concursos públicos de letras hipotecarias, -en presencia del mismo notario-, además de las 23.000 firmas de patrocinios”.

“Incluso la misma entidad bancaria aludida ha validado otras actuaciones judiciales y modificación de normativa interna este año y ante el mismo notario fallecido. Es decir, un notario muerto que avaló los patrocinios del candidato mapuche Diego Ancalao Gavilán, también suscribió pagares y letras bancarias desde la tumba”, concluyó.

“Es más, circula en las redes que el pasado 15 de junio del año 2021, en cumplimiento del artículo 23 de la Ley General de Bancos, la misma entidad bancaria ante del notario Patricio Zaldívar Mackenna realizó sorteo de letras hipotecarias, esta vez, en presencia del notario fallecido”, remató.

“Los hechos descritos son de la mayor gravedad pues afectan la Fe Pública respecto de lo cual mi representado ha sido víctima de estafa, engaño y falsificación de instrumento privado que no solo le ha impedido inscribir su candidatura y asumir una campaña presidencial sino que el acto punible ejecutado por el querellado y quien resulte, además, responsable, ha lesionado su honra, prestigio y fama, lo que también afecta su honor y el de su familia, el de su equipo de campaña y también la de miles de adherentes a su campaña presidencial quienes confiaron en su proyecto político y en su persona”, remató la querella presentada por la abogada Myla Chávez, en representación de Ancalao y Olivares.

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