El duro momento del Liceo Manuel de Salas: pidió apoyo a la Universidad de Chile

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Dirección del colegio envió carta a su comunidad advirtiendo la crisis por morosidad de apoderados. En el plantel universitario se explicó que la situación actual les impide comprometer recursos.


La mayoría de los colegios vive un difícil momento económico, debido a que, en medio de la crisis por la pandemia, los padres y apoderados han disminuido sus ingresos y una buena parte están morosos en las cuotas mensuales. Uno de ellos es el emblemático Liceo Experimental Manuel de Salas, ubicado en pleno corazón de Ñuñoa.

El recinto, fundado en 1932, envió una carta la semana pasada a su comunidad, informando el “frágil equilibrio financiero” por el que atraviesan, por lo que pidieron el compromiso de todos. Pero, además, reconocieron que se solicitaron recursos a la Universidad de Chile para poder solventar gastos.

La carta, firmada por el director Álvaro Ramírez, advierte que “a partir de marzo, y con mayor énfasis en abril, la morosidad de las familias liceanas ha aumentado significativamente y desconocemos los plazos en los cuales esta creciente deuda podrá ser saldada por nuestras familias”.

La misiva precisa que, de mantenerse esta tendencia, se proyecta que el establecimiento posiblemente “enfrentará dificultades para realizar el pago de las remuneraciones a mediados de año”.

Por ello, se dice que se consultó a la U. de Chile por la posibilidad de recibir algún tipo de apoyo económico para cumplir con los compromisos. “Lamentablemente, la vicerrectoría de Asuntos Académicos nos informó sobre la difícil situación a la que ellos también están haciendo frente, la cual les impide comprometer recursos en ayuda del liceo”, advierte el mensaje del directivo del colegio.

Consultado el director Ramírez sobre este tema, explica que para las “instituciones que dependen exclusivamente de los apoderados, sin el respaldo del Estado, la situación se vuelve muy precaria”.

Agrega que se solicitó la colaboración a la casa de estudios, pero afirma que “no están obligados, porque somos autónomos. Todo pasa porque la comunidad se ponga de acuerdo; esperamos que esto sea transitorio”.

Casa de Bello

Por escrito, la rectoría de la U. de Chile respondió que en 2002 (cuando se traspasa el colegio al plantel universitario) la ley estableció que el Manuel de Salas tiene “plena autonomía administrativa y financiera, y como universidad siempre hemos sido respetuosos de aquello”.

Se añade que “no obstante, nuestra vinculación ha permitido un trabajo conjunto que, entre otras cosas, se traduce en constante apoyo en docencia, programas conjuntos, capacitaciones, infraestructura y servicios digitales; o, en el actual contexto de pandemia, educación virtual”.

En efecto, la norma establece que el Manuel de Salas depende “orgánicamente” de la Universidad de Chile, pero que tiene “independencia económica”.

La ley de 2002 definió que el objetivo del liceo es la aplicación y experimentación de nuevas organizaciones, métodos y programas de enseñanza académica. Esa es, de hecho, la marca de su historia.

Entre otros hitos, fue el primer colegio mixto del país y el primero donde los profesores son los encargados de elegir al director, además de contar con un “gobierno estudiantil” (desde prekínder).

Padres sin ingresos

Los padres del Manuel de Salas plantean su preocupación por el escenario y advierten que la crisis económica los ha golpeado. “Muchos tienen pequeños emprendimientos y simplemente están sin ingresos para pagar; no saben qué hacer”, cuenta una apoderada del recinto.

En paralelo, aseguran que los aranceles llegan $270 mil para algunas familias, aunque el liceo también da becas. Con todo, el recinto envió una encuesta para consultar sobre la situación económica de los apoderados y así diseñar un plan de ajuste.

Juan Avendaño, apoderado del establecimiento, afirma que, de todos modos, “esperamos que a través de la U. de Chile podamos explorar vías de financiamiento para solventar los problemas de esta crisis y, a futuro, evaluar la necesidad de abrir opciones, como un arancel diferenciado, para que aquellas familias que les cueste más recuperarse o que mantienen una situación compleja de arrastre”.

Hernán Herrera, presidente de los Colegios Particulares de Chile (Conacep), sostiene que con la emergencia actual, muchos establecimientos viven una situación similar. “A nivel general del país, se ha empezado a notar la reticencia de los padres a pagar la mensualidad, diciendo que no les han prestado el servicio. Nosotros hemos pedido a los sostenedores que se ponga el foco en los padres que efectivamente han perdido el empleo para liberarlos del pago, eximirlos de una parte o bien posponerlo”, aclara.

Añade que los establecimientos no pueden recortar los aranceles a todos, pues deben seguir pagando sueldos y la mantención del colegio. Pero advierte que los recintos también tienen problemas con la banca, pues, en general, no les prestan recursos.

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