Nacional

Uso de nueva tecnología para pericias en teléfono quemado abre luz de esperanza en caso de Erica Hagan

Este mes se cumple un año desde que la Fiscalía Regional de O'Higgins tomó la investigación por el crimen de la ciudadana estadounidense, ocurrido en Temuco en 2014. En las nuevas diligencias los investigadores dieron con una indagatoria paralela realizada por peritos privados del Colegio Bautista.

El crimen de la sicóloga estadounidense Erica Hagan ocurrió hace once años. Foto: Facebook.

Un año se cumplirá desde que el fiscal regional de O’Higgins, Aquiles Cubillos, recibiera los 25 tomos de la investigación por la muerte de la ciudadana estadounidense Erica Hagan.

Se trata de la tercera indagatoria del Ministerio Público por un caso que tuvo su origen en 2014 en la ciudad de Temuco y que se transformó en una suerte de puzle sin resolver para las policías. La joven sicóloga, quien llegó a Chile con la finalidad de realizar clases de inglés en el Colegio Bautista, fue encontrada sin vida el 6 de septiembre de ese año al interior de la tina en su departamento.

La norteamericana presentaba signos de haber sido golpeada en la cabeza, supuestamente con un atizador, y en el inmueble se había producido un incendio intencional. El o los autores del crimen quemaron en la chimenea un iPhone, un iPod y otros elementos tecnológicos.

Esas dos investigaciones previas terminaron sin responsables, pese a que un sujeto, el rondín de la casa donde alojaba la joven -Domingo Cofré-, fue llevado a juicio por los delitos de homicidio calificado e incendio. Sin embargo, terminó absuelto en 2015 y tras una demanda al Fisco recibió una millonaria indemnización.

Son esas mismas investigaciones las que se encuentra revisando Cubillos junto a su equipo de fiscales para lograr dar con alguna pista que haya sido pasada por alto por los persecutores anteriores. De hecho, dicen conocedores de la causa, el avance de la tecnología, que antes no estaba disponible, permitiría revisar elementos descartados.

Las nuevas diligencias

Las mismas fuentes señalan que hay varias diligencias clave que hoy se pueden realizar y que antes no, ya sea por el avance tecnológico tras más de una década o porque no fueron consideradas por los anteriores investigadores. Una de ellas es la revisión de uno de los teléfonos que usaba Hagan y que terminó quemado en medio del incendio que se originó en el inmueble.

La joven contaba con dos teléfonos, uno “convencional, antiguo” y un smartphone que había traído de Estados Unidos. Lo que esperan los investigadores es tener acceso a la memoria de este último dispositivo para revisar conversaciones que fuesen clave en dar con supuestos responsables. Lo que sí ya se ha podido establecer es que la joven contaba con al menos cinco aplicaciones de chats. Una de ellas corresponde a una plataforma de conversaciones cristianas de la fe bautista y otra de citas. También se espera revisar muestras de ADN que no fueron identificadas en su minuto.

Por otro lado, los fiscales han estado tomando declaraciones de personas que no se ubicaron en el pasado. Entre esas nuevas revisiones, Cubillos dio con una investigación paralela que realizó una exrectora del Colegio Bautista y que originó una carpeta realizada por peritos privados. Esa carpeta está en manos del fiscal Cubillos y según fuentes del caso tendría “cosas relevantes”.

Otro de los cambios de esta investigación es que la madre de la joven, Regina Down, se ha mantenido en contacto con los fiscales. De hecho, el martes la Fiscalía de O’Higgins recibió un correo de la madre, quien reside en Kentucky, Estados Unidos. En el mail, la madre les hizo llegar un informe del FBI que data de 2016 sobre diversos análisis. Dicho informe, que no constaba en las carpetas anteriores, está siendo revisado por los investigadores chilenos.

Lo que también está siendo investigado es la desaparición del reloj que utilizaba Hagan. De hecho, para la madre seguir esa hebra sería clave para dar con los responsables.

Por último, un equipo designado por Cubillos se encuentra realizando un perfilamiento de Hagan que pueda arrojar si ella era blanco de algún crimen. Tampoco se descarta volver a pedir colaboración al FBI.

Erica-Hagan

Las dificultades

El paso del tiempo no es menor para un caso judicial. Primero, porque los delitos que se pudieron cometer pueden estar prescritos tras 11 años.

Sin embargo, comentan fuentes de la Fiscalía, el encargo que hizo el fiscal nacional, Ángel Valencia, al reabrir la causa fue lograr dar con la verdad de lo sucedido, independiente de si se puede llevar a juicio a algún presunto responsable.

Otra dificultad es que hay cinco sujetos que en su minuto fueron sospechosos, pero que no pueden volver a ser perseguidos por la justicia por el principio jurídico de non bis in idem. Esto es que no se puede investigar dos veces a una persona por los mismos hechos. Cofré fue absuelto, mientras que para los otros cuatro se decretó el sobreseimiento definitivo.

Una de las tesis que manejan los investigadores, dicen conocedores de la causa, es que pudo haber participado más de un sujeto en el crimen. Entre ellos, quienes ya fueron considerados como sospechosos en el pasado.

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