Diputado chavista y esposo de la fiscal general de Venezuela: "La convocatoria a una Asamblea Constituyente ha fracturado al chavismo"

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En conversación con La Tercera, Germán Ferrer reconoce que en el oficialismo hay una fragmentación frente a la Constituyente convocada por Nicolás Maduro. El parlamentario dijo también que dentro del partido creado por Hugo Chávez existe una falta de debate y "temor por decir las cosas abiertamente".




Germán Ferrer es diputado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) desde 2005 y militante del conglomerado político del fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez desde su fundación. Pero es también el esposo de la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, una reconocida chavista que se encuentra liderando los esfuerzos por impedir una convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente por parte del gobierno de Nicolás Maduro. La iniciativa -ampliamente criticada- busca cambiar la Constitución bolivariana, considerada como uno de los grandes legados de Chávez.

En los últimos días, la pareja ha denunciado una serie de acosos desde el oficialismo por representar a una fracción del chavismo que comienza a rebelarse contra el gobierno de Maduro, que atraviesa una profunda crisis que ha afectado cada aspecto de la vida diaria en ese país.

En conversación telefónica con La Tercera, Ferrer explicó que desde el partido oficialista ya "no hay debate" y que apoya la ofensiva de su esposa por detener una iniciativa que tilda de "inconstitucional".

Usted ha denunciado situaciones de hostigamiento por su postura crítica frente a la convocatoria de Asamblea Nacional Constituyente. ¿A qué clase de situaciones se ha tenido que enfrentar?

Esto se manifiesta en situaciones de amedrentamiento. Te hostigan. Sobre todo desde el punto de vista personal, porque me estoy refiriendo a mi familia. Hay autos apostados cerca de las casas de la familia, casos sospechosos y actitudes extrañas. Consideramos que los cuerpos de seguridad están actuando de manera indebida. Lo lamentable de todo esto es que se han apostado frente al Ministerio Público con pancartas, tarimas, con sonidos estridentes, con mensajes agresivos, descalificativos. Es una situación desconsiderada e irrespetuosa que es parte de toda la intolerancia que se ha ido dando aquí. Incluso desde los que tienen la misma posición política, no se plantea un debate abierto y sano, sino la descalificación cuando no están exactamente en sintonía con lo que se plantea. Eso es lamentable. Consideramos que este es un país democrático.

¿Usted sigue considerándose un chavista?

Por supuesto.

¿Es cercano a Maduro?

Bueno pertenecemos al mismo partido lógicamente. Cercanía afectiva podría haber, pero estos desencuentros por supuesto que alejan políticamente a las personas, pero en definitiva, personalmente no hay ninguna diferencia notable.

¿Cómo es la situación en el Psuv en este momento?

Hay mucha presión por parte de las direcciones a que las militancias se pronuncien. Hay temor por decir las cosas abiertamente. No hay debate a nivel de partido, solamente hay disposiciones que hay que cumplir.

¿Hay una división clara en el chavismo en torno a la Asamblea Constituyente?

Esta convocatoria que hace el Presidente Nicolás Maduro ha unido a la oposición, pero ha fracturado al chavismo, porque en el chavismo hay corrientes que están en contra abiertamente de este planteamiento de convocatoria que se hace, que no lo establece la Constitución. El pueblo es el protagónico según la Constitución. Es inconstitucional la convocatoria, ya que según la Constitución de 1999, que es la vigente, al pueblo se le tiene que realizar una consulta abierta, directa y secreta. Sin embargo en este momento, hemos retrocedido a parámetros que reemplazan la democracia participativa y protagónica por la democracia representativa. La otra cuestión que tiene esta Constituyente es que no tiene término de finalización. No hay control, porque la Constituyente sencillamente va ser omnipotente, omnipresente y creo que lo primero que se va a hacer es suprimir la Asamblea Nacional y el Ministerio Público.

¿Qué pasa si la Asamblea Constituyente lleva a cabo la destitución de su esposa, la fiscal Luisa Ortega?

Si se hace una Asamblea Nacional Constituyente, es válido. La verdad es que el único plan es en este momento dedicarse a difundir en lo posible que esta Constituyente es fraudulenta e inconstitucional.

¿Cree que a ella le gustaría asumir un rol político más importante en el futuro?

En estos momentos lo que se impone es única y exclusivamente actuar ajustado estrictamente a lo que establece la Constitución y las leyes. Lo que nos va a permitir seguir en paz en Venezuela. Sabemos que se pueden crear situaciones de tal magnitud en el conflicto, que sabemos como empiezan, pero no sabemos cómo terminan.

El oficialismo cree que los movimientos de la fiscal son para liderar una posible transición política...

Son especulaciones porque eso no está planteado. El esfuerzo está en ajustarnos al derecho y esperar que la dirigencia política entienda los inconvenientes de esta situación.

¿En qué momento usted y la fiscal se distancian del gobierno de Maduro?

Eso fue producto de las sentencias 155 y 156 (a fines de marzo el Tribunal Supremo de Justicia dictó una sentencia en donde se pretendía asumir las competencias de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición y luego tuvo que revertir la decisión) en donde se establecía un inconveniente tal que el mismo Tribunal Supremo de Justicia se vio en la obligación de modificar la sentencia. Eso constituye un ilícito, porque acepta que estaba en una situación de ilegalidad. El hecho de tener esa actitud, es asumir que estaban irrespetando la Constitución.

¿Espera que más chavistas se rebelen en los próximos días?

Bueno seguramente hay muchas personas que tienen esta posición. Este clima de intolerancia, de irrespeto y de acoso, sin duda no permite que espontáneamente se tomen decisiones. Esa es la realidad que tenemos en el país.

¿Su esposa se arrepiente de otros juicios que llevó en el pasado a líderes opositores como Leopoldo López?

No. Yo creo que hay momentos y momentos. En esa situación, hubo daños evidentes a la propiedad e incitación a hechos violentos que motivaron determinadas acciones jurídicas. De todas formas, yo creo que estamos en una situación en la cual el país tiene que volver a la normalidad y tenemos que tender puentes y hacer que Venezuela sea un país viable.

¿Qué salida ve usted a la crisis?

Si seguimos en esta intransigencia por parte de quienes convocaron a una Asamblea Nacional Constituyente, los conflictos no van a cesar. Lo que se usó como argumento para plantear la Constituyente supuestamente era la paz, pero esto no va conducir a la paz, va a conducir al conflicto y el enfrentamiento y no sabemos qué curso va a tomar y cuáles van a ser las consecuencias.

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