La vida dentro de la cárcel feliz

En Isla de Pascua está la prisión más tranquila del país. Nadie quiere fugarse, ni tiene dónde hacerlo. Los gendarmes comparten asados y ven televisión con los internos, mientras que éstos venden sus propias piezas de artesanía directamente a los turistas. Algunos pueden ganar millones de pesos.