Columna de Rodrigo Ubilla: Relativización del concepto de autoridad: “lujo” que se paga caro



La semana ha estado marcada por una serie de reportajes relacionados con el comercio ambulante y la violencia asociada a dicha actividad ilegal y, lo más significativo, la presencia de niños menores de edad disputando con un cuchillo el espacio tomado en el centro de Santiago.

Hoy presenciamos el resultado de años de relativismo, tolerancia o justificación frente a la violencia en todas sus dimensiones; la aceptación social de conductas reñidas con las normas; la cultura de destacar al trasgresor más que al que respeta la ley, bajo la excusa de la defensa del más débil; y el debilitamiento de la autoridad de los padres, profesores y policías, lo que ha ido horadando la institucionalidad vigente y cambiando la relación del ciudadano con el otro.

El paso inexorable de una prolongada crisis política marcada, entre otras cosas, por asuntos tan básicos como la falta de consensos en materia de seguridad, es la crisis institucional que debemos evitar como país. Se debe avanzar asumiendo el diagnóstico que pone el foco en el progresivo debilitamiento institucional para luego ordenar la discusión política entre aquellos que creemos que aún es posible corregir el rumbo y recuperar niveles de seguridad y orden público, por medio del fortalecimiento de la autoridad y el respeto de la ley, para terminar de aislar a aquellos que siguen justificando estas conductas anómalas en función de las inequidades e injusticias sociales.

El tema es grave. Un estudio reciente realizado por la Cámara Nacional de Comercio muestra que los locales victimizados en donde existe presencia de comercio ilegal alcanzan el 68% y donde no hay comercio ilegal, la victimización baja al 53%. Desde el ámbito local, la alcaldesa, Irací Hassler, como responsable de que la convivencia territorial en el centro de la ciudad esté fundada en el respeto a la ley, debe ejercer, sin complejos y en conjunto con las autoridades policiales y sanitarias, todas sus potestades para fiscalizar el uso del espacio público.

En el ámbito de seguridad, el gobierno cuenta con recursos para continuar impulsando iniciativas como el “Programa Lazos”, creado en 2012, el cual ha demostrado ser una política exitosa en la prevención y reinserción social de niños y adolescentes con alto riesgo social, o retomar programas como “Barrio Comercial en Paz”, que demostró efectividad.

Lo anterior, sin embargo, no nos debe desviar del problema de fondo: debemos trabajar para revertir el debilitamiento del concepto de autoridad. ¿Dónde está la agenda de las nuevas autoridades que apunte a fortalecer el eje de las responsabilidades tanto o igualmente relevante como lo es el eje de los derechos? ¿Cómo pretende fortalecer el Ministerio de Educación los principios de respeto a la autoridad, docente o apoderado, por parte de los alumnos? En este ámbito, el aumento de la deserción y el ausentismo escolar y el deterioro de la convivencia al interior de las escuelas es otra dimensión del problema tratado. Una verdadera crisis del sistema educacional público chileno.

Si no se actúa con celeridad y con foco en el principio del respeto a la ley y la autoridad, se terminará de consolidar la cultura del “vivo”, del evasor, del violento, provocando finalmente la degradación del Estado de Derecho.

Por Rodrigo Ubilla, director Área Política y Sociedad Civil, Libertad y Desarrollo

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