SEÑOR DIRECTOR
Más allá de la opinión sobre los méritos del gobierno, sus logros y errores, de las decisiones que se tomaron, creo oportuno reflexionar acerca del valor del servicio público y de la necesidad de fomentar el compromiso con Chile a través de la política.
Los desafíos y cambios que ha experimentado nuestro país y una pandemia mundial llevaron a que esta administración haya sido por lejos la más compleja de los últimos 30 años y, aún así, son innumerables los testimonios de autoridades y profesionales que colaboran en distintos ámbitos de lo público que, a pesar de no haber previsto una situación similar con la violencia de octubre, los desafíos del proceso constituyente o la pandemia, estuvieron dispuestos a ofrecer sus talentos y sacrificios al servicio de Chile.
No cabe duda de que durante los últimos cuatro años hubo aciertos y errores, lo cual es propio de la naturaleza del ser humano, pero eso no puede desconocer el enorme sacrificio, entrega y dedicación de cientos de compatriotas. Es precisamente ese testimonio de patriotismo el que debe prevalecer siempre en el actuar político y las decisiones que toman quienes ostentan cargos de responsabilidad de todos los sectores, y por supuesto, espero también que en el próximo gobierno.
En tiempos en que es particularmente ingrata y en ocasiones mal entendida la vocación por el servicio público y especialmente el involucramiento en política, los desafíos que vienen para Chile exigen lo mejor de nuestras autoridades, y he ahí la importancia de valorar el servicio público y la política como el camino para dar mayor estabilidad, proteger nuestra democracia y mejorar la calidad de vida de las personas, que en definitiva se traduce en una forma de servir.
Tanto para quienes fuimos oficialismo como oposición, sin duda que quedan lecciones por aprender respecto al valor del diálogo, la necesidad de cuidar nuestras instituciones democráticas y, por sobre todo, a supeditar siempre el interés de Chile.
En este sentido, la administración del Presidente Gabriel Boric tiene la gran oportunidad de demostrar que es finalmente el bien común el que inspira a quienes nos dedicamos a la política más allá de nuestras legítimas diferencias, y de seguir construyendo una democracia sólida que sea fuente de orgullo de todos los chilenos, para lo cual, más allá de que seamos oposición, estaremos siempre disponibles.
Jorge Alessandri
Diputado
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