Meses clave para la educación parvularia

DIA-DEL-NIÑO-8605567.jpg


SEÑOR DIRECTOR:

A propósito de la carta publicada ayer por La Tercera sobre la asistencia de niños y niñas al sistema educativo, efectivamente quienes trabajamos en educación parvularia nos enfrentamos al desafío de combatir los altos índices de inasistencia. Y en esta tarea resulta fundamental fortalecer nuestra alianza con las familias, que es el paso inicial para generar conciencia sobre el impacto positivo que la asistencia constante y regular a los jardines infantiles y salas cuna tiene en el desarrollo cognitivo, psicomotor y socioemocional de niños y niñas.

Con la fase de apertura, anunciada recientemente por el gobierno, es indispensable que las comunidades educativas retomen la práctica de jardines abiertos, entregando una señal clara a las madres, padres y cuidadores de que los jardines infantiles y salas cuna son espacios seguros, que responden a las necesidades, intereses y características de los niños y niñas, para que estos sean protagonistas de sus propios aprendizajes, y donde el juego es un principio fundamental.

En el jardín infantil los niños y niñas comparten y juegan con otros de su edad, despiertan su creatividad, mejoran su capacidad de comunicación, refuerzan hábitos de higiene, descubren el mundo que los rodea y se favorece el desarrollo de su autonomía, entre otros. Hacer que trascienda la riqueza que se genera en este espacio, depende de todas y todos.

Nataly Rojas Seguel

Directora ejecutiva de Fundación Integra

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.