¿Necesitamos una empresa nacional del litio?

litio


Por Manuel Agosin, Facultad de Economía y Negocios U. de Chile

Algunas futuras autoridades del equipo del Presidente Gabriel Boric han planteado que, para desarrollar el potencial de nuestras grandes reservas de litio, será necesario que el Estado cree una Empresa Nacional del Litio. Todavía no se han explicitado las funciones de dicha empresa, pero es dable imaginar que tendrá actividades productivas y de promoción de bienes que le agreguen valor al mineral. La gran pregunta que el nuevo gobierno deberá hacerse es si una empresa de estas características es necesaria y puede hacer esta tarea mejor que empresas privadas que conocen el rubro y han estado operando en el mercado por mucho tiempo.

Existen reservas de litio en muchos países del mundo y ya muchas empresas en todo el mundo se han posicionado en el sector. Al momento que una nueva empresa pública que está recién entrando a una etapa de diseño y de especificación de sus funciones, ya otros con experiencia habrán copado el mercado y la nueva empresa podría bien no ser competitiva. Desde un punto de vista simplemente de una nueva empresa exportadora del mineral, parece ser una apuesta altamente riesgosa.

Si lo que se plantea es que las potenciales utilidades de la actividad no sean enteramente apropiadas por empresas privadas, nacionales o extranjeras, el país ya tiene un instrumento para asegurar una participación del Estado en las utilidades: el impuesto específico a la actividad minera. Es cierto que el impuesto debe ser sustancialmente mejorado para que cumpla con su objetivo, pero es más fácil modificar una estructura impositiva que levantar una empresa pública de gran tamaño y de resultados inciertos.

Pero el objetivo final parece ser aún más ambicioso. Algunos futuros altos funcionarios de gobierno han lanzado la idea de producir vehículos eléctricos en Chile. El hecho de poseer yacimientos de litio no hace a Chile apto para producir el producto final. Chile no cuenta con la capacidad tecnológica ni con el ecosistema de un país productor de vehículos. Este ecosistema incluye una gran variedad de actores: las armadurías, los innumerables autopartistas que requiere el rubro, los diseñadores, la relación tecnológica y comercial fluida entre el productor final y los productores de insumos, la capacidad de levantar cuantiosos volúmenes de capital en el mercado internacional, el capital humano avanzado, el conocimiento de la comercialización internacional, etc.

Por ello, el cable a tierra es fundamental para que las acciones del nuevo gobierno aprovechen este rubro para el bienestar de todos los chilenos. En lugar de la Empresa Nacional del Litio, propongo que se establezca una autoridad reguladora que le asegure al Estado una participación adecuada en los frutos de esta actividad y que tenga una relación fluida con Corfo para transitar, paso a paso, por el largo camino de agregarle valor a nuestras exportaciones de litio.

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