Opinión

¿Por qué escribir colectivamente en un mismo lugar?

En enero de este año llegaron 400 personas a la primera sesión Yara Yara: la idea era escribir todos juntos sobre “Cómo perdí a mis amigos”. El tema sonaba raro, pero convocaba. ¿A quién no le ha pasado? La idea era simple, juntarnos a escribir bajo el mismo tema en el mismo lugar. Además de la escritura, estuvieron leyendo en vivo Francisco Ortega, Catalina Infante, Jorge Rivas (ex niño poeta) y Paola Molina. Los textos seleccionados tenían que ver con la temática principal: la pérdida dolorosa e irremediable de un amigo.

Las lecturas que se leyeron debían inspirar a la escritura, un pie forzado para crear en vivo un texto, inédito, y en papel y lápiz. En 20 minutos los asistentes tuvieron que elaborar un cuento, pensamiento, reflexión, poema u otro. Todos juntos creando al mismo tiempo bajo una música ambiental que invitaba a la introspección.

Este es un momento único, no existe en nuestro país algo parecido. Las sesiones Yara Yara se convierten así en un espacio de comunión literaria, que reta y desafía al eterno mito del escritor o escritora solitaria. Acá pasa todo lo contrario: 400 personas escribiendo en vivo.

Al finalizar este momento las personas que asisten se inscriben para leer su texto en vivo. Requiere de valentía, pero los inscritos superan las 100 personas, es decir, hay un ímpetu inmenso de compartir y narrar la propia experiencia. Los escritos son disímiles, muy diferentes entre sí, ya que el público que se convoca es variado, desde 18 a 70 años, de todas las comunas y regiones de Chile.

Posteriormente el escritor invitado, que en esta instancia fue Alberto Fuguet (quien además estuvo con el público escribiendo en simultáneo), subió a leer su texto. Es impresionante el contraste de los escritos, en el buen sentido, y sobre todo desconcertante. Estamos en presencia de la “cocina” que hay detrás de cada libro.

Al finalizar la sesión Yara Yara, todas las personas dejan sus escritos en una caja, que se recopila en un fanzine que está disponible para leer en el IG @sesionesyarayara y, para acompañar la tarde, contamos con una feria de editoriales chilenas que invitan a quedarse.

Este sábado 25 de octubre será la última sesión del año (ya retomaremos el 2026), junto a la embajada de Irlanda en el Museo de Artes Visuales (Lastarria 307), el tema: Donde habita el miedo, junto a las lecturas de Sebastián Lelio, Milagros Abalo, David Nash, y Mariana Di Girolamo. El escritor invitado: Francisco Ortega. Estas sesiones Yara Yara buscan iluminar el camino de la escritura, fomentar el encuentro literario gratuito, reunir a distintas generaciones, acortar las brechas de acceso al libro, catalizar experiencias personales que se comparten en público y dar larga vida a la escritura.

Por Silvana Angelini, periodista, licenciada en literatura y creadora de sesiones Yara Yara.

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