Opinión

Senior versus junior, ¿un problema de IA?

Un estudio preliminar reciente muestra una tendencia llamativa en el mercado laboral americano: las contrataciones de profesionales junior (recién egresados) caen, mientras que las de perfiles senior (experimentados) aumentan, por efecto de la inteligencia artificial (IA). El estudio marca diferencias entre egresados de escuelas más y menos prestigiosas, siendo los más afectados los egresados de las de nivel medio (Hosseini & Lichtinger, 2025).

La IA está transformando el mundo del trabajo, y en especial el profesional. Quienes enseñamos ingeniería lo vemos a diario: los alumnos la usan cada vez más y, con ello, reducen los tiempos, elevan la calidad de sus entregas y expanden sus capacidades y posibilidades. Un profesional que usa bien la IA multiplica su productividad. La pregunta es qué ocurre con los trabajadores de menor calificación.

En Chile, la recuperación del empleo tras la pandemia ha sido frágil, sobre todo en sectores que ocupan más mano de obra menos calificada. Entre marzo de 2023 y abril de 2025, los salarios de las empresas con mayor proporción de trabajadores afectos al salario mínimo crecen un 4,8 % más que aquellas con menos trabajadores afectos a este. El empleo de esas empresas cayó en promedio 5,6 % respecto del empleo de las menos afectadas (Albagli et al., 2025). En paralelo, la automatización avanza: robots y sensores (RPA, AMR), integración entre aplicaciones (API) y uso de IA (agentes), entre otros. Esto se explica, en parte, por el aumento del costo de estos trabajadores, producto del mayor sueldo mínimo y la ley de 40 horas. Las empresas tienen más incentivos para impulsar esfuerzos crecientes de automatización. Pensar que el empleo es un problema simple es naive, todo lo contrario en un contexto de cambio tecnológico profundo y con impactos aún insospechados.

Volviendo al mundo profesional. El clivaje no es solo senior versus junior. Detrás está la tensión entre experiencia —asimilada a conocimiento acumulado— y capacidades, es decir, la habilidad de aprender, razonar y adaptarse. ¿Vale más la experiencia que la capacidad de repensar problemas? Hoy el desafío humano no se juega únicamente en cuántos años de trayectoria se tienen, sino en el pensamiento crítico, la reflexión, integración y conciencia de humanidad que cada profesional puede aportar.

De allí que las humanidades se vuelven tan relevantes como la ciencia y la tecnología. El futuro del trabajo —que ya es presente— exige mucho más que habilidades digitales. Los problemas más complejos que enfrentan las empresas son de naturaleza humana, no solo técnica: conflictos entre socios, falta de colaboración en la alta dirección o la incapacidad para calibrar las verdaderas competencias de la organización para implementar su estrategia. Ninguno se resuelve únicamente desde la ingeniería. Mirarlos también desde las humanidades cambia la perspectiva y la calidad de las soluciones.

Chile produce más de 220 mil profesionales al año. En un contexto de bajo crecimiento, las empresas no absorben esa oferta. La diferencia no es quién es junior o senior, sino en quién desarrolla la capacidad de reflexión y juicio crítico para enfrentar problemas complejos. Esa es la ventaja comparativa que marcará la diferencia.

Las preguntas que surgen son incómodas: ¿Cuántos de esos egresados tienen las habilidades humanistas para enfrentar el mundo del trabajo? y ¿qué estamos haciendo desde los directorios y las gerencias para potenciar estas habilidades en nuestros profesionales?

*El autor de la columna es profesor adjunto de ingeniería industrial en la Universidad de Chile y managing partner en CIS Consultores

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