El papá de Chandler, una mujer incomprendida por su época

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Hace unas semanas, después de anunciarse que HBO Max iba a hacer una reunión de Friends, leí una entrevista a la actriz Kathleen Turner quien, en la serie, interpretó al papá de Chandler. La primera pregunta que le hacían era si se arrepentía de haber hecho ese personaje que, con los años, ha levantado ciertas críticas de sectores LGTBIQ+. Ella respondió que no se arrepentía, pero aseguraba que no lo volvería a hacer. Porque actualmente, aclaró Turner, hay suficientes actrices trans como para interpretar el papel.

Es que por ese entonces, ella dio vida a una mujer trans que en el pasado había vivido como hombre gay y que, antes de eso, había estado casada y había tenido un hijo: Chandler. El revival de esta serie noventera ha hecho que todas miremos su contenido con otros ojos. De hecho, muchos la consideran altamente ofensiva y otros abiertamente homofóbica y transfóbica. Y lo cierto es que en cierta medida, lo es. El papá de Chandler -del que en un principio sólo sabemos que le fue infiel a su esposa con quien limpiaba la piscina- se nos presenta como una persona excéntrica a la que Chandler ha tenido que excluir de su vida porque le da vergüenza.

Lo cierto es que su papá no ha hecho nada para avergonzarlo, salvo ser quién es. Pero el libreto insiste que tanto el papá como la mamá de este personaje son los causantes de sus neurosis. Como mujer transgénero, como mamá y como profesional, Charles Bing es, en Friends, constante objeto de burlas que en el pasado podrían haber resultado divertidas, pero que ahora resultan incorrectas. Su opinión es considerada inferior. Su físico genera opiniones del resto. Su identidad de género suele ser motivo de crueles comentarios. Y Chandler, su hijo, jamás le pide perdón por renegarla. Por otro lado, el interés del resto de los personajes hacia ella se enfoca exclusivamente en sus genitales. Es decir: un desastre.

La séptima temporada de Friends se emitió hace exactamente 20 años y desde entonces muchas cosas han cambiado. No sólo a nivel de derechos de las personas trans en las políticas mundiales, sino que también respecto a su representación en la industria del entretenimiento: en 2014 la actriz Laverne Cox fue portada de la revista Time y el 2018 Daniela Vega brilló en los escenarios de los Oscar. Sí, Friends era una comedia. Sí, eran los '90. Y sí, posiblemente el retrato de el papá de Chandler como una persona transgénero no fue el más correcto. Pero para mí, el papá de Chandler siempre fue una mujer. Y no cualquier mujer, sino que una mujer preciosa y poderosa. Una mujer fuerte que no pedía perdón por ser cómo era y que era capaz de contestar con creatividad y sensibilidad las brutalidades que le decían.

Las producciones culturales son un espejo de las sociedades que las generan y por supuesto que lo que se entendía socialmente por una persona transgénero era algo bastante borroso hace veinte años. Lo era borroso para mí, por lo menos. Pero el papá de Chandler abrió un portal hacia la nitidez: era la primera vez que veía a una mujer transgénero sin miedo y que se atrevía a mostrarse tal como ella se veía a sí misma. Era una mujer cariñosa que había buscado a su hijo y que había resistido los embates emocionales del rechazo. Pero no tenía rencores y, más encima, era realmente estupenda, elegante y sexy.

Actualmente la industria de la nostalgia mueve fortunas. Netflix pagó $118 millones por los derechos a emitir todas las temporadas de Friends y HBO Max les va a pagar $4 millones de dólares a cada uno de sus protagonistas por juntarse en un estudio durante una hora. Claro que podemos encontrar terribles las formas en que ciertas minorías eran representadas porque así eran vistas a nivel social, pero volver a mirar el pasado abre la posibilidad de darle otro sentido a lo que ya pasó. Quiero decir: mirar críticamente las cosas tal y cómo eran, pero también salir en la búsqueda de pequeños destellos que iluminan. Joyas perdidas, tremendamente hermosas, como fue (y es todavía) el papá de Chandler.

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