-La agenda legislativa del gobierno no se ha implementado de forma eficaz. ¿Obstruccionismo o déficit político?

-El gobierno ha sido políticamente incapaz de liderar la agenda. Probó en 2018 la vía reglamentaria, buscó después dividir a la oposición apostando al "pirquineo" y aun así ha fracasado en cada una de sus apuestas.

-En ese sentido, ¿cuál es su análisis respecto de la gestión de la Segpres, en particular el ministro Blumel?

-La incapacidad de Blumel es reflejo de la falta de liderazgo de Sebastián Piñera, que no deja conforme ni a su propio sector político. La necesidad de pirquinear votos deja constantemente al gobierno en una posición incoherente y dubitativa, incapaz de dejar conforme oposición o gobierno y repuntar en la opinión pública.

-¿Y cuáles son para usted los ministros negociadores?

-Hoy no existen ministros capaces de conducir una negociación seria, no han dado garantías a la oposición, ni mucho menos seguridad a su propio sector. Han apostado por el exceso de pirotecnia mediática en vez de mostrar capacidad de gobierno.

-En un comienzo fue cuestionada la figura de Blumel para asumir la Segpres. ¿Ve alguna evolución en su rol político?

-La estrategia de Blumel tenía un techo, cuando la estrategia se volviese inviable, Blumel también. Ese era el riesgo de la política de los acuerdos del gobierno: la imposibilidad de cumplirlos.

Cómo cree que se deberían seguir trabajando las reformas importantes del gobierno. ¿Apurar el tranco o darles más tiempo?

Al gobierno ya se le pasó la oportunidad de conducir grandes reformas. El gran fracaso de este gobierno será finalmente pasar a la irrelevancia en la historia de Chile.