Jornada laboral: las condiciones de Chile Vamos para la indicación del gobierno

La próxima semana los equipos técnicos de los partidos del bloque estudiarán la propuesta del Ejecutivo. Las colectividades oficialistas apuntan al plazo de implementación y a que no afecte al empleo ni a las pymes.


No está redactada, solo hay un borrador y la promesa de sentarse a dialogar la próxima semana. Durante la mañana de este viernes, eso se indicó desde el gobierno y sus partidos: que aún no está lista la indicación que enviarán al proyecto de adaptabilidad laboral del Ejecutivo que busca reducir la jornada de trabajo a 41 horas, de cuyo destino dependerá si La Moneda se libra del conflicto que se le abrió con su propia coalición y en el que lleva atrapada dos semanas.

El lunes, en la reunión del comité político en que intervino el Presidente Sebastián Piñera llamando al orden a Chile Vamos, los partidos del bloque demandaron participar en la redacción del texto: que no se envíe sin haberlo negociado con ellos y que se converse con los equipos técnicos de cada colectividad. De hecho, hoy algunos presidentes de partidos se comunicaron con el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, para analizar el tema. Esto, además de que cada colectividad oficialista tiene sus condiciones sobre cómo debe ser redactada la indicación y que apuntan, en líneas generales, al plazo de implementación y a que no afecte al empleo ni a las pymes.

Este viernes, incluso, dirigentes de Chile Vamos afirmaban que para evitar un problema mayor quieren consenso sobre la gradualidad y garantías de que la propuesta de Palacio no castigue el empleo.

Por eso mismo, desde el Ministerio del Trabajo han estado enviando a los parlamentarios minutas que tratan de demostrar que la idea es mejor que la de la diputada comunista Camila Vallejo, antes de recibir a los diputados y senadores de las comisiones de Trabajo el lunes a las 20.30. "Tal como lo han dicho los presidentes de Chile Vamos, estamos unidos y de acuerdo en mejorar la calidad de vida de nuestros trabajadores y en una rebaja de las horas de trabajo que no afecte el empleo, especialmente de las pymes. Para ello concordamos hacerlo con jornadas flexibles y con la necesaria gradualidad que permita ir simultáneamente haciendo los esfuerzos en mejorar la productividad. Estamos trabajando en conjunto y con los especialistas de cada partido aspectos técnicos de tiempos de implantación, redacción y plazos", comentó Monckeberg.

Los primeros en mostrar reparos -el fin de semana pasado- y casi un rechazo a la indicación, fueron dirigentes de Evópoli. Por esos días, el presidente de la colectividad, Hernán Larraín Matte, señaló que algunos expertos estaban analizando la indicación. Por eso, el ministro del Trabajo los llamó y desde el partido enviaron al economista Ignacio Briones, quien finalmente sostuvo una reunión con Monckeberg el martes.

Según cuentan en el partido, Briones tomó nota, levantó información y con eso están trabajando en una serie de propuestas que serán públicas la próxima semana. "Evópoli, que siempre ha defendido el proyecto original del gobierno, está analizando a fondo la indicación que anunció el ministro Monckeberg y lo que vamos a hacer en propuestas para mejorar este proyecto en el Congreso", señaló Larraín Matte. Desde Evópoli, una de las condiciones que pedirán será que la gradualidad para implementar la reducción de jornada sea de al menos ocho años.

Por su parte, en la UDI eligieron al director ejecutivo de Libertad y Desarrollo, Luis Larraín, y a César Quiroga -asesor del senador José Durana- como sus representantes, quienes se reunirían el lunes con Monckeberg. La UDI pedirá que se muestren los estudios del gobierno que garantizan que la indicación no provocará daños en el empleo. "En el comité político pasado pedimos que la indicación fuese trabajada con los equipos técnicos de los partidos. No es solamente que nos cuenten en qué están, sino que nosotros necesitamos que nos permitan trabajar también en ella. Si es para que solo nos cuenten de la indicación, para eso la mandan por correo", comentó la senadora y presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, a La Tercera PM.

Mientras, en RN están terminando de conformar un equipo negociador de parlamentarios y técnicos, entre los que están el senador Andrés Allamand y el diputado Alejandro Santana, además de legisladores de las comisiones de Trabajo. Desde ya advierten que esperan un rol vinculante en el contenido de la indicación, y que el gobierno les explique, a través de estudios, el impacto que tendría su propuesta sobre el empleo.

"Buscamos un proyecto en el que las indicaciones, la redacción, sean vinculantes", dijo Santana, explicando que eso consiste en que les envíen el texto antes de que se remita al Congreso. "Hay que ocupar la misma fórmula que usamos para la fórmula de modernización tributaria", graficó.

El diputado, además, sostuvo que la gradualidad "debiera ser no menos de seis años", junto con plantear que "la flexibilidad y la inclusión sean parte del corazón de esto".

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