“Jornadas de deliberación”: la apuesta de la Convención para explicar el proyecto de nueva Constitución y revertir el alza del Rechazo

El órgano constituyente está organizando, con la colaboración de las municipalidades, encuentros a lo largo del país entre el 27 y 29 de este mes, con el objetivo de entregar detalles del contenido que está en el borrador para la nueva Carta Magna, despejar las incertidumbres ciudadanas y generar más cercanía con los territorios. La organización del proceso, en todo caso, no ha estado exenta de críticas.


Este miércoles por la mañana llegaron hasta la Convención Constitucional alcaldes y gobernadores regionales para reunirse con parte de la mesa directiva del órgano constituyente. ¿La razón? Organizar las denominadas “jornadas de deliberación” que planea realizar la Convención Constitucional entre el 27 y el 29 de mayo, instancia que, dicen algunos convencionales, será clave para dar a conocer los avances en la redacción del texto constitucional ad portas del plebiscito del 4 de septiembre.

Esto, en un contexto en que en el órgano constituyente existe inquietud por el alza de la opción del Rechazo de cara al plebiscito, el cual, según distintas encuestas de opinión, le va ganando al Apruebo. De hecho, según la última Cadem, entre ambas opciones existen 10 puntos porcentuales de diferencia -46% por el Rechazo versus 36% por el Apruebo-.

Así, para varios convencionales estas jornadas serán claves para despejar la incertidumbre que tiene la ciudadanía para generar más adhesión al proyecto de nueva Constitución, el cual se entregará al Presidente de la República, Gabriel Boric, el próximo 4 de julio.

En este escenario, asistieron a la cita la presidenta del organismo, María Elisa Quinteros (Movimientos Sociales), los vicepresidentes adjuntos Tomás Laibe (Colectivo Socialista) y Giovanna Grandón (Coordinadora Plurinacional), y el co-coordinador de la comisión de participación, Bastián Labbé (Movimientos Sociales). Los acompañaron distintos gobernadores regionales y alcaldes, entre estos últimos los de Graneros, Peñalolén y Quilpué.

Durante el encuentro, según presentes, el diagnóstico entre los ediles y los convencionales fue común: hay una sensación de desconexión entre la Convención y los territorios, y admiten que hace falta hacer llegar a las comunas la información sobre lo que pasa en el órgano.

Uno de los más críticos durante el encuentro fue el alcalde de Graneros, Claudio Segovia (IND), quien sostuvo que “hemos señalado nuestra preocupación por el proceso constituyente, que no está llegando al barrio. Probablemente llega a los medios y a Twitter, pero a la población, al barrio, no llegan. He manifestado la necesidad de organizarnos a nivel regional para poder bajar la información a las comunidades, que los alcaldes y las alcaldesas también tenemos un rol importante en el proceso, para que haya participación y para que de alguna manera gane el Apruebo”.

En esa línea, agregó que “hay una ausencia tremenda de este proceso constituyente en las comunas de Chile (...). Los convencionales tienen que bajar al territorio, no hacer reuniones pitucas con los alcaldes, sino que en las poblaciones, donde más cuesta”.

La ausencia de los constituyentes en sus respectivos territorios es algo que los propios convencionales resienten. Sin embargo, argumentan que la exigencia de trabajo y las largas jornadas de votación en la Convención hacen complejo desplegarse en este momento.

También son conscientes de que este es un factor que podría incidir en los resultados que arrojan los sondeos de opinión.

En este sentido, el vicepresidente de la Convención, Gaspar Domínguez (No Neutrales), sostuvo ayer en un punto de prensa que “el hecho de trabajar tantas horas en producir normas necesariamente nos quita tiempo de poder estar en la calle, conversando con nuestros vecinos y transmitiendo el contenido de las normas y pudiendo también responder dudas”.

Domínguez agregó: “Tengo la convicción de que en las próximas semanas, en la medida en que tengamos la posibilidad de salir a mostrarles a las personas lo que hemos aprobado, de poder responder sus preguntas, esta situación (la tendencia del Rechazo en las encuestas) se irá revirtiendo y las personas podrán conocer de primera fuente la propuesta de texto constitucional para poder tomar las mejores decisiones en el plebiscito”.

Sobre este punto, el vicepresidente Laibe, quien es el encargado del área de participación al interior de la mesa directiva, sostuvo que “para los convencionales lo que queda es recuperar ese espacio en las semanas territoriales paralelas a armonización, para difundir el borrador del texto. Además, hacer todos los esfuerzos por comunicar y explicar qué implica y cómo cambia la vida de las personas las normas aprobadas”.

Por lo mismo, los convencionales enfatizan en la relevancia que tendrían las jornadas de deliberación. Para llevarlas a cabo, actualmente se están organizando con los ediles y gobernadores. La idea es realizar encuentros y cabildos protagonizados por convencionales que permitan informar a la población del texto que han redactado durante los últimos 10 meses.

Como estas jornadas se realizarán a fines de mayo, a excepción de las transitorias, las normas constitucionales ya estarán definidas, pues el trabajo de las comisiones temáticas ya habrá finalizado. Lo que aún estará pendiente a esa altura será el trabajo de armonización, que identificará contradicciones e incoherencias en el texto.

Además, estas jornadas tendrían lugar durante la semana territorial de los convencionales, por lo que no se incurriría en gastos de traslado de los convencionales. No obstante, sí se invertirá en “material y aspectos logísticos” para hacer llegar la información a la población, aunque, según dicen desde la Comisión de Participación y desde la mesa directiva, aún no se determina cómo financiar. En todo caso, uno de los ítems incluidos en el convenio de 974 millones de pesos que mantiene la Convención con el Cuech (Consorcio de Universidades del Estado de Chile) es precisamente la participación ciudadana.

Laibe explicó que las “jornadas de deliberación” constituirán “el momento cúlmine de la participación en el proceso constituyente”, pues implica terminar el proceso de la misma forma que comenzó: “Con una reflexión colectiva sobre el nuevo Chile”.

En esa línea, Laibe detalló que la instancia “supone un momento en el que de forma simultánea todos los territorios dialogarán sobre el trabajo de la Convención. Esto significa el desarrollo de encuentros regionales y comunales para discutir las implicancias del texto constitucional. Contaremos con el apoyo de gobiernos regionales, municipios, universidades regionales y ONG colaboradoras para explicar el contenido y apropiarse de la nueva Constitución”.

En esta línea, Labbé, quien integra la Comisión de Participación del órgano, planteó que “la Convención tiene una urgencia de salir al territorio, de salir a informar, dar a conocer los avances a la población, a la sociedad civil”.

Además, Labbé reconoció que “en este momento existe una gran incertidumbre en torno a las normas aprobadas. Por eso necesitamos generar este proceso informativo y de educación cívica”.

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