La inesperada pugna entre el gobierno y la oposición por nombramiento de Dobra Lusic a la Suprema

Dobra Lucsic

Carta del Ejecutivo para reemplazar a ministro Milton Juica es desconocida desde la oposición como un nombre de su sensibilidad. Y pese a que estarían los votos para su aprobación, el sector ya advirtió que para la próxima designación al máximo tribunal, no aceptarán una carta ligada al mundo oficialista.


"No tenemos ninguna razón para votar en contra, pero que no nos digan que este es un nombre nuestro". Con esas palabras resumía ayer, en privado, un senador de la oposición una aprensión que se ha instalado en ese sector en torno al nombre que eligió el Presidente Sebastián Piñera para reemplazar al ministro Milton Juica en la Corte Suprema: Dobra Lusic.

La ministra de la Corte de Apelaciones fue notificada de la decisión del gobierno a través de un inusual llamado telefónico del propio Mandatario el 11 de abril pasado y será recibida el próximo 8 de mayo por la Comisión de Constitución del Senado, instancia que debe hacer una recomendación a la sala, donde luego tendrá que ser ratificada por los 2/3 de los legisladores en ejercicio.

Y pese a que en algunos sectores de la oposición reconocen que se había logrado un consenso en torno a Lusic en las negociaciones previas que lideró el ministro de Justicia, Hernán Larraín, para que fuese ella la carta que propusiera el gobierno, las últimas revelaciones que se han conocido a través de la prensa respecto de la ministra han instalado dudas en el sector.

Uno de los antecedentes que inquieta a los senadores de la centroizquierda fue la decisión que tomó Lusic en su calidad de presidenta del tribunal de alzada en noviembre del año pasado cuando agrupó y derivó las causas que involucraban al exadministrador de la campaña de Piñera, Santiago Valdés y al exsubsecretario Pablo Wagner a la 11° Sala (tributaria), lo que terminó con el sobreseimiento definitivo de quien fuera acusado por emisión de boletas falsas en el marco del caso Penta.

Y si bien en la oposición reconocen que Lusic es valorada en el mundo de los DD.HH. por su participación en fallos emblemáticos como el caso Riggs y la Operación Colombo -de hecho, su nombre fue impulsado por abogados DC como Luciano Fouillioux y Luis Toro y por la jurista PS, Paulina Veloso-, también advierten que su nombre genera "incertidumbre" por varios fallos que, a juicio de las mismas fuentes, reflejarían una visión "liberal" y "pro mercado". Por lo mismo, en el sector, Lusic es calificada como una carta "supernumeraria" que no garantizaría el equilibrio al interior del máximo tribunal.

Es en ese contexto que senadores del sector le han advertido de manera informal al gobierno que para el próximo nombramiento que debe enviar para el reemplazo del ministro Héctor Carreño -que por equilibrio político correspondería a una carta cercana al oficialismo-, no estarán sus votos para aprobar una carta ligada a la derecha.

Así, le han transmitido al Ejecutivo que sería recomendable que para esa designación se optara por un nombre que no esté "teñido" políticamente. "No podrá ser una carta tan marcada como la de (Ángela) Vivanco, que estaba muy ligada al oficialismo, ni como (Mauricio) Silva es era muy de izquierda", explica un parlamentario.

De hecho, el miércoles la bancada del PPD abordó este tema y mandataron, de forma unánime, a la jefa de comité, Ximena Órdenes, para que le advierta formalmente las aprensiones de los senadores al ministro Larraín.

Para el sector, dicen las mismas fuentes, será clave que se mantenga el equilibrio de fuerzas al interior de la Suprema, sobre todo, en vista de que el próximo año será el máximo tribunal el que designe al reemplazante del ministro del Tribunal Constitucional, Domingo Hernández, quien dejará el organismo en enero, donde se pondrá -nuevamente- en juego la correlación de fuerzas políticas.

Con todo, el ministro Larraín aseguró a La Tercera que "como gobierno, al igual que lo hacían gobiernos anteriores, previo a presentar un nombre como posible candidato a la Corte Suprema u otras posiciones, se conversa con los distintos sectores del Senado, de manera de poder buscar algún consenso, alguna seguridad en la aceptación del nombre. Y como correspondía en esta oportunidad, así se hizo. Por lo tanto, esperamos que ahora el Senado se pronuncie".

Y agregó el secretario de Estado: "Aquí no hay pactos espurios o de otra naturaleza".

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