
Próximo secretario general de la ONU: un cargo donde las mujeres corren como favoritas
António Guterres termina su segundo mandato a finales de 2026 y la campaña para elegir a su sucesor ya está en curso. Según una rotación geográfica informal, debería ser el turno de América Latina. Hasta ahora, ninguna mujer ha dirigido el organismo mundial en sus 80 años de existencia.

“La tarea imposible de la ONU: ¿Quién querría ser el próximo secretario general?”, se preguntaba Stéphanie Fillion, corresponsal de las Naciones Unidas, en un reciente artículo en The Interpreter, el sitio de análisis del Lowy Institute, un think tank independiente de política exterior con sede en Sydney.
Además de conmemorar el 80º aniversario de la ONU, la apretada agenda de la Asamblea General se ve marcada por la guerra en Ucrania y la crisis humanitaria en Gaza. Pero entre los titulares, comienza una batalla más silenciosa, pero crucial: la campaña para elegir al próximo secretario general de la ONU.
“Al igual que ocurrió hace 10 años, grupos de la sociedad civil y muchos Estados miembros presionan para que una mujer sea la secretaria general, ya que ninguna mujer ha dirigido el organismo mundial en sus 80 años de existencia. Sin embargo, como suele ocurrir en política, la primera mujer podría obtener el puesto en el peor momento posible, heredando un rol que dista mucho de estar preparado para el éxito. Según una rotación geográfica informal -que se implementa de forma bastante irregular-, debería ser el turno de América Latina para tener un secretario general, ya que la región no fue incluida en la última edición”, escribió Fillion.
Pero, al igual que hace una década, no solo se presentarán mujeres. La última vez postularon 13 candidatos, siete de ellos, mujeres. Pero António Guterres, ex primer ministro portugués considerado durante mucho tiempo el favorito para el cargo, finalmente resultó elegido. El político socialista de 76 años termina su segundo mandato a finales de 2026.
Y la carrera por su cargo ya está en marcha. Esta vez, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, ya manifestó su intención de postularse. Bolivia también ha presentado un candidato: su vicepresidente, David Choquehuanca. Vuk Jeremić, expresidente de la Asamblea General y exministro de Asuntos Exteriores de Serbia, al igual que el expresidente colombiano Juan Manuel Santos, también asoman como cartas.
Una resolución aprobada este mes alienta a los miembros de la ONU a considerar seriamente a las mujeres al elegir candidatas a secretaria general. Varias organizaciones, como WomanSG y 1 for 8 billion, se centran en lograr la selección de una mujer, destaca Bloomberg.
Entre las candidatas potenciales se incluyen Mia Mottley y Jacinda Ardern, primera y ex primera ministra de Barbados y Nueva Zelanda, respectivamente; Michelle Bachelet, expresidenta de Chile y excomisionada de Derechos Humanos de la ONU; y la vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, indica la agencia de noticias.
Fillion agrega a esta lista a Alicia Bárcena, secretaria de Medio Ambiente y excanciller de México, con una larga trayectoria de trabajo con la ONU; a Rebeca Grynspan, exvicepresidenta de Costa Rica, quien actualmente dirige la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), y María Fernanda Espinosa, expresidenta de la Asamblea General de la ONU y excanciller de Ecuador.
Pero el camino al éxito para cualquier mujer líder “puede no estar claro”, apunta Bloomberg. Si bien el presidente Donald Trump ha colocado a varias mujeres en puestos de poder, su administración no es partidaria de la ONU y se ha mostrado reacia a aceptar la tradicional condición de Estados Unidos como el mayor contribuyente a su presupuesto. Ese rol ahora recaerá en China. “Washington seguramente impulsará a un candidato que se alinee con las prioridades estadounidenses, independientemente de su sexo”, señala el medio.
Pero al margen de la voluntad de EE.UU., las naciones de América Latina y el Caribe buscarán unirse detrás de un solo candidato en la contienda para dirigir las Naciones Unidas. En abril pasado, 30 de los 33 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) acordaron en su cumbre de líderes celebrada en Honduras buscar un candidato de consenso.
“Nuestros países compartieron la convicción de que es oportuno y apropiado que una persona latinoamericana y caribeña ocupe el cargo de secretario general de las Naciones Unidas, considerando que, de los nueve secretarios generales que ha tenido la ONU hasta la fecha, solo uno provino de un país de la región, y recordando que el cargo nunca ha sido ocupado por una mujer”, señalaron los líderes al término de la reunión.
“La Celac puede contribuir a rescatar la credibilidad de la ONU eligiendo la primera mujer secretaria general de la organización”, insistió el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en su discurso en esa oportunidad. Lula no citó ninguna candidata en concreto, pero un portavoz de la Cancillería brasileña había dicho una semana antes que hay “muchas latinoamericanas” que podrían asumir esa función, entre las que citó a la chilena Michelle Bachelet y a la costarricense Rebeca Grynspan.
Sin embargo, alcanzar ese consenso no será fácil. Argentina, Paraguay y Nicaragua no firmaron el documento. La carta no menciona explícitamente que los países buscarán respaldar a una candidata, sino que solo menciona su importancia. Las diferentes perspectivas sobre la política de género en la región, junto con la cautela a la hora de elegir a un candidato que los gobiernos conservadores puedan percibir como demasiado izquierdista, podrían llevar las conversaciones por otro rumbo, consignó el medio Buenos Aires Times.
Brasil busca una secretaria general de la ONU, declaró la embajadora Gisela Padovan, secretaria para América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil. “Hay candidatas con peso político, intelectual y de liderazgo; sabemos que hay países con una visión ligeramente diferente de las cuestiones de género, pero negociaremos”, afirmó.
En termómetro de la carrera por el sillón de la ONU, en abril de 2024, PassBlue, un medio especializado en Naciones Unidas, realizó un sondeo informal sobre el tema. Michelle Bachelet resultó ganadora de la encuesta (con el 23,9% de los votos) sobre qué mujer debería ser la próxima secretaria general de las Naciones Unidas, a partir del 1 de enero de 2027, cuando comience su mandato de cinco años. A continuación, apareció Mia Mottley (19,8%), primera ministra de Barbados. El tercer puesto lo ocupó María Fernanda Espinosa (11,8%), seguida de Amina Mohammed (8,3%).
“Me siento muy honrada por el apoyo recibido y creo que es fundamental que las mujeres estén presentes en todos los espacios de toma de decisiones”, declaró entonces Bachelet en un correo electrónico a PassBlue enviado por la misión chilena ante la ONU. “No me cabe duda de que hay muchas mujeres destacadas y con capacidades. Un desafío de esta naturaleza requiere mucha reflexión”.
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