Tres claves para entender la disputa entre Chile y Bolivia por el río Silala

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En 2016 Chile presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia, luego de los duros los cuestionamientos del Presidente Evo Morales respecto al "carácter compartido" de este río, lo que llevó a los dos países sudamericanos a enfrentar un nuevo litigio internacional.


Este viernes 15 de febrero el equipo jurídico de Chile, encabezado por la agente Ximena Fuentes, entregó ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya la réplica en el marco de la disputa con Bolivia por el río Silala.

El país liderado por Evo Morales tiene hasta el próximo 15 de mayo para hacer llegar su dúplica a La Haya.

A continuación, algunas claves para entender el nuevo litigio que enfrenta a Chile y Bolivia.

¿Dónde está ubicado el río Silala?

El Silala, que tiene una extensión total de 10 kilómetros (4km en territorio boliviano y 6 km en territorio chileno,) pertenece a la hoya hidrográfica del río Loa y a la cuenca hidrográfica del Pacífico, y está emplazado al interior de la comuna de Calama.

Tiene sus nacientes en Bolivia, en torno a los 22°03´ latitud sur y 68°07´ longitud oeste, a una altura aproximada de 4.4000 metros, en un anfiteatro de altas montañas, que pueden superar los 5.000 metros. El río cruza a Chile a través de una quebrada con una pendiente de alrededor de 4% que se ha formado desde hace, por lo menos, 8.400 años atrás.

Para la región de Antofagasta, la cuenca hidrográfica del río Loa es clave. Por más de un siglo las aguas del Silala han sido usadas para distintos propósitos, incluyendo el suministro de agua potable para dicha ciudad y los pueblos de Sierra Gorda y Baquedano. También para uso industrial, por ejemplo, por el Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia y por Codelco.

¿Por qué este río está involucrado en una disputa entre Chile y Bolivia?

En 2016 Chile presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia, luego de los duros los cuestionamientos del Presidente Evo Morales con los que puso en tela de juicio el carácter compartido de este río y a las declaraciones de que el país "estaría robando" las aguas de dicho cauce.

Al recurrir a esta instancia internacional, Chile espera que el tribunal juzgue y declare que el río Silala es un curso de agua internacional, cuyo uso se rige por el derecho internacional consuetudinario; que tiene derecho al uso equitativo y razonable de sus aguas; y que Bolivia tiene la obligación de tomar las medidas apropiadas para prevenir y controlar la contaminación y otras formas de daño que resulten de sus actividades.

Otro de los puntos planteados en la réplica apunta a que Bolivia tiene la obligación de cooperar y proporcionar a Chile una notificación oportuna de medidas planificadas que pudiesen tener un efecto negativo sobre el río Silala, de intercambiar datos e información y de realizar, cuando proceda, una evaluación de impacto ambiental, para permitir que Chile pueda evaluar los posibles efectos de tales medidas planificadas, obligaciones que Bolivia ha incumplido.

¿Cuál es la postura de Bolivia ante el litigio?

En marzo de 2016, cuando Evo Morales anunció que demandaría a Chile por el Silala, argumentó que este caudal era "desviado en su totalidad hacia Chile. "El único flujo existente es el producido por canales construidos por la empresa chilena a principios del siglo XIX. Solo gracias a obras de ingeniería es posible que las aguas fluyan hacia Chile", aseguró.

En ese momento anunció que su país reclamaría los "derechos exclusivos", o sea, el control de la totalidad de las aguas del Silala: "Por el principio de soberanía permanente los Estados sobre sus recursos naturales, Bolivia tiene derecho exclusivo sobre sus recursos hídricos nacionales, pudiendo gozar, usarlos y explotarlos libremente", expresó.

Sin embargo, el último año Bolivia dio un giro en su estrategia y reconoció que sí existe un flujo del Silala que cruza de manera natural la frontera hacia Chile. Esto significa que si bien mantiene su reclamo de que existe un desvío artificial de aguas, este supuesto desvío sería sólo una parte de lo que llega hacia Chile.

Posteriormente, acotó la posición de Bolivia ante La Haya. El Mandatario explicó que su país ya no reclama por el “derecho exclusivo” del caudal del Silala, sino que pide a la Corte que establezca que Bolivia “tiene soberanía sobre el flujo artificial de las aguas del Silala”.

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