Gestora de fondos Franklin Templeton: las tasas de interés globales irán cuesta abajo dentro de 6 o 9 meses

Kim Catechis, estratega de inversión del Instituto de Franklin Templeton, sostiene que estamos en un mundo bipolar, donde por una parte están los países que apoyan a Rusia, que representan el 18% del PIB mundial, pero l oportunidad económica está con el más del 70% del PIB mundial que está en contra.


Optimista respecto del futuro del país se muestra Kim Catechis, estratega de inversión de la gestora de fondos estadounidense Franklin Templeton, quien ha seguido de cerca la evolución del mercado local en los últimos años. Sin embargo, existen una serie de desafíos globales que ensombrecen el panorama, donde no está claro cómo seguirán lo niveles de inflación.

A juicio de Catechis, hay más de una inflación, pues “los factores dominantes en Europa (los precios del gas y del petróleo) difieren de los equivalentes en Egipto por ejemplo (precio de la alimentación)”, señala en conversación con Pulso.

Además, apunta a que “los bancos centrales demuestran una preferencia por soportar una recesión (preferiblemente corta en duración) si de esta forma consiguen derrotar a la inflación. El problema es que la caja de herramientas de un banco central solo lleva un martillo grande y otro pequeño. Y los golpes de martillo proporcionados mediante subidas de los tipos de interés no funcionan con la inflación derivada del precio de la energía o de la alimentación”.

Por eso, Catechis indica que “las previsiones son de una continuación del ciclo alcista de los tipos de interés, por lo que se espera dentro de 6 a 9 meses estar ya cuesta abajo. Mientras tanto, nuestros modelos económicos apuntan a recesión. El único factor que aún demuestra resistencia es el empleo, pero como todos sabemos, este es un factor muy tardío, tradicionalmente el último en reflejar cambios”.

Respecto de América Latina y para Chile en especial, “se necesitará un estímulo externo, como puede ser una recuperación del crecimiento de la actividad económica en China, por ejemplo.¿Cuándo podría pasar esto? Cuando se deje de implementar la política de tolerancia cero al COVID y cuando las autoridades apliquen las políticas tradicionales de estímulo económico. Pero a mi juicio estaremos hablando recién de la Semana Santa del 2023. Por un lado, parece que China no está en condiciones para vacunar a su población, las vacunas nacionales son menos eficaces contra los derivados del COVID y hay que solucionar de alguna forma la crisis del endeudamiento en el sector inmobiliario chino. Para mí, resulta extraño estar deseando que llegue la recesión, pero en este caso mi lógica es que cuanto antes se manifieste, antes se vencerá la inflación y antes empezará el ciclo de recortes de los tipos de interés, y la economía habría sufrido menos martillazos, por así decirlo”.

Los efectos del proceso para la región, dice el estratega de Franklin Templeton, son negativos. Y es que “los brotes de inflación por definición no son estables. Y en esta inestabilidad está una gran parte del problema. Se manifestará en una polarización más aguda entre las empresas con deuda excesiva y las que tienen liquidez elevada. Entre las regiones que son bases de empresas que dependen de exportaciones (teniendo en cuenta la fortaleza relativa del dólar estadounidense), y regiones donde el desempleo aumenta por la vulnerabilidad de sus empresas. Para los gobiernos esta situación es muy difícil, porque independientemente de las ideologías, para la gente humilde y para la clase media la inflación puede ser devastadora. El continente ya tiene demasiada experiencia del coste social, además del económico”.

Catechis recuerda que “tuve la gran suerte de conocer a los países de América Latina durante mis 24 años de inversor en la región. Desde el 1996 (época de Eduardo Frei, Eduardo Aninat y Carlos Massad) he acompañado la evolución económica, social y política de su país junto con la de los otros países llamados “emergentes”. Por eso, me permito ser tajante.

“Al cabo de 34 años de experiencia como inversor institucional, soy optimista. Mi optimismo se basa en tres factores: Tierra, gente y posicionamiento”, dice el experto.

Y además apunta en un sentido geopolítico: “Estamos ya en una nueva era, geopolíticamente hablando. Se habla de un mundo multipolar, pero a mi juicio estamos en un mundo bipolar, pero sin la disciplina férrea de la Guerra Fría. Esto implica que la primacía de la lógica económica se ve degradada; los países que apoyan a Rusia (incluyendo los dichos neutrales que son simpatizantes) representan el 18% del PIB mundial. La oportunidad económica está con el más del 70% del PIB mundial que está en contra. Deberíamos todos tener claro que en la década que viene, se definirá un suministrador por su fiabilidad, más que por el precio.

Sobre el precio de los activos, Catechis apunta que en este escenario, los inversores se decantarán por estilos de “calidad”, que suelen favorecer a los mercados desarrollados, mientras que los mercados emergentes también suelen tener un rendimiento inferior, en particular los mercados de deuda en moneda local, en los que los tipos de interés más altos y la debilidad de las divisas socavan los rendimientos.

Por ello, dice que “en el entorno actual, ninguna región económica importante (incluida China) parece dispuesta o capaz de compensar un crecimiento más débil mediante estímulos convencionales. En consecuencia, una recesión mundial podría producir un ciclo económico más largo (en forma de “u”) que el visto en episodios anteriores”, por lo que sostiene que “dentro de los mercados de renta variable, las acciones defensivas menos cíclicas (por ejemplo, servicios públicos, atención sanitaria, tecnología de gran capitalización) superan a los sectores de menor capitalización y más cíclicos.

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