Remezón del IPC: cambian todas las expectativas del mercado. Suben inflación y ven mayor alza de tasas, pero dólar se mantiene incierto

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Los economistas afirman que el mayor registro se debe a una mezcla entre mayor liquidez producto de los retiros y el Ingreso Familiar de Emergencia, y un mayor desconfinamiento. Además, acotan que también estará presente la normalización de precios en algunos servicios que antes no estaban. Ejemplo, pasajes de buses.


Otra vez la inflación sorprendió al mercado. El 0,8% duplicó las expectativas y por ello volvió a poner en la cancha el escenario descrito por el Banco Central, quienes en su último Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio proyectó un cierre de año en 4,4%.

Y hoy, luego de conocer esta cifra, los precios en doce meses se situaron en 4,5%, el mayor desde marzo de 2016. ¿Qué impulsó el registro? De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en julio, nueve de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias positivas en la variación mensual del índice, dos presentaron incidencias negativas y una registró nula incidencia. Entre las divisiones con aumentos en sus precios destacó transporte (1,7%) con 0,222 puntos porcentuales (pp.) y alimentos y bebidas no alcohólicas (1,0%) con 0,208pp. Las restantes divisiones que influyeron positivamente contribuyeron con 0,395pp., en conjunto. A su vez, entre las divisiones que consignaron bajas mensuales en sus precios destacó vestuario y calzado (-0,4%), que incidió -0,013pp.

Los economistas afirman que el mayor registro se debe a una mezcla entre mayor liquidez producto de los retiros y el Ingreso Familiar de Emergencia, y un mayor desconfinamiento. Además, añaden que también estará presente la normalización de precios en algunos servicios que antes no estaban. Por ejemplo, pasajes de buses. Otro factor que se suma es el mayor nivel del dólar que hace que los productos importados, que han aumentado su cantidad para recuperar stock, ingresen con precios más altos.

Felipe Alarcón, economista de EuroAmerica, comenta que “si bien hay dos divisiones que se arrancan en términos de incidencia, alimentos y bebidas alcohólicas y transporte, se observa un alza bastante generalizada dentro de la canasta, particularmente en bienes, donde se vuelve a intuir el efecto de los problemas logísticos y de falta de stock”.

¿Cambia el escenario para los próximos meses? Sí. Todos. Los economistas sostienen que ahora el escenario se acercará más a lo que tenía incorporado el BC, aunque incluso algunos ven como probable que la inflación termine el año sobre el 4,4% que proyecta el instituto emisor.

“El 4,4% puede que se quede corto dado lo que está aconteciendo. Un dólar por encima de lo que se había proyectado, exceso de liquidez, probabilidad de un cuarto retiro. La situación de la pandemia ha hecho que la movilidad se tienda a normalizar y, por ello, es probable que tengamos registros inflacionarios más altos en los meses de septiembre, octubre y noviembre”, sostiene el economista de Rojas y Asociados, Patricio Rojas.

Samuel Carrasco, economista senior de Credicorp Capital, puntualiza que se mantendrán presiones de precio en el corto plazo. “Las empresas se enfrentan a aumentos en los costos laborales y de producción que se estarían extendiendo entre sectores. Estos costos más altos podrían traducirse en precios de venta más altos en un futuro dada la alta liquidez y la fuerte demanda”. Por ello, elevó su proyección para el IPC anual de 3,9% a 4,4%. Nathan Pincheira, economista jefe de Fynsa, acota que es probable que se acerquen a lo que tiene el BC.

Tasa de Interés: se acelera el alza

En cuanto a la política monetaria, la mayoría de los economistas se inclina por una nueva alza en la reunión de fines de agosto. El consenso apunta a un incremento de 25 puntos base, pero ahora se abre la opción de que pueda ser incluso de 50 puntos base. “Esperamos que el BC suba la tasa de política en 50 puntos base en la próxima reunión y, en el caso más probable, la lleve a 2%-2,25% para fin de año, condicional a nueva información”, asevera Samuel Carrasco. Esta opinión es refrendada por Rojas, quien añade que “el BC está mucho más convencido ahora de continuar subiendo la tasa de interés y por ello la probabilidad de que veamos un alza mayor a 25 puntos en agosto es bastante alta”. En ese contexto, afirma que entre agosto y septiembre debería por lo menos subirla en 75 puntos base para situarla en 1,50% en diciembre”.

Una posición un poco más conservadora tiene Felipe Alarcón, quien si bien espera un alza en la TPM debido a que la combinación de alto Imacec e IPC lo reafirman, cree que será de 25 puntos. Pincheira dice que ya tenían incorporado un incremento de 25 puntos base en agosto y en todas las reuniones hasta cierre de año para terminar en 1,5%. “Lo que podría pasar es que el BC suba en alguna reunión más de 25 puntos base, pero todavía faltan potros antecedentes para que eso se pueda concretar”.

¿Y el dólar?

¿Con este mayor registro y la probabilidad de alza de tasas, las expectativas del dólar se moderan? Alarcón comenta que mayores tasas apuntalan al peso, es decir que el dólar baje, pero resalta que en este “minuto hay otras fuerzas superiores que han empujado al alza al tipo de cambio, entre ellas, incertidumbre política, flujos compradores de AFP, debilidad del cobre entre otras. No obstante, creemos que el CLP se ha depreciado en exceso”.

De hecho, a mediodía transa en $788, con un salto de 1%.

Tomás Flores, economista de LyD indica, que la incertidumbre política es creciente y eso afecta el valor del dólar. “Si se colocan los fundamentos en una ecuación tradicional de tipo de cambio nominal hoy deberíamos tener un valor del dólar en torno a los $600 y en lugar de eso está cerca de los $780. Esta diferencia contiene dicha incertidumbre”.

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