La posible extradición a EEUU de la directora financiera de Huawei Technologies, Meng Wanzhou, tiene a los mercados en alerta. Su arresto en Canadá en diciembre se trata de la más bullada escaramuza entre la segunda manufacturera de teléfonos del mundo y Washington, que está especialmente preocupado por el otro y más importante negocio de la firma: el de equipamiento tecnológico para operadores de la industria de telecomunicaciones.

El problema radica en las sospechas de que Huawei pone en riesgo la seguridad nacional, amenaza sobre la que se pronunció por primera vez la Cámara de Representantes en 2012.

En un informe la acusó - junto a su compatriota ZTE - de apoyar los esfuerzos de "espionaje" del gobierno chino. Desde entonces, congresistas intentaron frenar el avance de las compañías, lo que se pudo concretar el año pasado. Luego que en febrero de 2018 agencias de inteligencias, como la CIA, el FBI y la NSA, volvieran a encender las alarmas, en agosto Donald Trump firmó la ley que prohibió el uso de Huawei y ZTE en el gobierno.

Pero Washington fue más allá. Según The Wall Street Journal el gobierno comenzó una campaña internacional para promover que sus aliados dejen de usar equipos del fabricante chino. Considerando incluso incentivos financieros, fuentes cercanas al asunto indicaron que ya se habían tenido contactos con algunos países, entre ellos Italia, Japón y Alemania.

Sólo el primero de estos no se ha pronunciado al respecto. En tanto, en diciembre se reportó que Tokio estaba evaluando seguir el camino de EEUU y prohibir Huawei, mientras que en la quincena de este mes trascendió que Alemania está considerando bloquear el acceso a sus redes móviles de última generación.

Siempre apelando a la seguridad nacional, la posibilidad de restringir a Huawei también está siendo evaluada en Canadá, el Reino Unido y Bélgica. Pero fueron Australia y Nueva Zelandia los más severos, al prohibirle a la compañía proporcionar tecnología 5G para las redes inalámbricas de ambos países.

Precisamente, el despliegue de la nueva red, que promete revolucionar el sector, es el telón del fondo del conflicto. Huawei aspira a ser el proveedor líder en el proceso, frente a sus mayores competidores en el rubro del equipamiento tecnológico: Cisco y Alcatel Lucent, lo cual preocupa a buena parte del mundo desarrollado.

Hay un "temor racional de que los equipos hechos por Huawei puedan diseñarse con puertas traseras (backdoors) en ellos, para permitir el acceso no autorizado por parte del gobierno chino comunista para la recopilación de inteligencia y otros propósitos", explica en un informe el experto en geopolítica de American Thinker, Peter Skurkiss.

Ante la creciente presión, el pasado 15 de enero el fundador de la firma, Ren Zhengfei, rompió el silencio. "Huawei es una organización empresarial independiente. Cuando se trata de la seguridad cibernética y la protección de la privacidad, nos comprometemos a apoyar a nuestros clientes. Nunca haremos daño a ninguna nación ni a ningún individuo", indicó en conferencia de prensa.

Sin embargo, sus palabras no resultaron lo suficientemente convincentes. La pesadilla para la firma continuó, luego que el viernes la europea Vodafone, siguiendo los pasos dados el año pasado por las estadounidenses AT&T y Verizon, decidiera dejar de vender aparatos Huawei.

Estados Unidos

Tras las denuncias del congreso y de agencias de inteligencia, en 2018 se firmó una ley que prohibe el uso de equipamiento Huawei y de ZTE en el gobierno.

Canadá

Ya enfrascada en la disputa por su arresto de la CFO de Huawei, Canadá dijo estar estudiando una prohibición a Huawei para participar en la red 5G.

Australia

Después de Estados Unidos, fue el segundo en imponer limitaciones a Huawei, específicamente al bloquear su participación como proveedor de equipos para la red 5G.

Nueva Zelandia

Tomó la misma determinación de Australia, apelando también a asuntos de seguridad nacional.

Reino Unido

El gobierno ha manifestado estar "preocupado" por la participación de Huawei en la red 5G. Estarían cerca de vetar su participación, dado que pronto la licitarán.

Alemania

Aunque la Asociación de la Industria Alemana dice que no hay evidencia contra Huawei, el gobierno debate si lo bloquea como proveedor para la instalación de la red 5G.

Bélgica

Tanto el uso de quipos en el gobierno como la limitación a la red 5G, estarían siendo estudiados por Bruselas.

Japón

Como en Estados Unidos, estaría por emitirse una prohibición del uso de equipamiento Huawei en el gobierno.

La influencia de Huawei en la industria de telecomunicaciones en Chile ha crecido con fuerza en la última década. A nivel de redes, VTR, WOM, Movistar, Entel y Claro trabajan con la empresa china y tienen contratos. Eso sí, Claro y VTR puntualizan que esto se da en redes fotónicas o de servicios de internet fijo. En el mundo móvil, las empresas tienen a Huawei como un proveedor importante.

Además, asociada con la firma local CTR, se adjudicaron la licitación del gobierno, que subsidia con US$ 100 millones la construcción de la fibra óptica austral. Pero su proyecto más ambicioso sería conectar a Chile y China a través de un cable marino de fibra óptica, para lo cual ya sostuvieron una reunión con el ministro del interior, Andrés Chadwick, en busca de apoyo.